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Habían pasado unos largos meses desde que nos mudamos juntos. Yo había llevado mis cosas igual a la nueva casa que desde entonces sería mi hogar también. La casa ya parecía otra cosa, muchos de los muebles ya estaban montados y volvía a tener ese toque que daba la comodidad suficiente de sentirte como si siempre hubieras vivido allí.

Uno de los días tras largos meses que habíamos pasado ya allí, me encontraba cocinando la cena para los tres mientras TaeHyun jugaba con JungWon en el patio para agotar sus energías para la hora de dormir. De vez en cuando me asomaba para mirarlos con una sonrisa en la cara y volvía a seguir cocinando.

Pronto, de la nada, sentí unos brazos a mi alrededor haciendo las mariposas de mi estómago volar muy lejos y nerviosas. El chico de mis ojos apoyó la cabeza en mi hombro mientras en sus fosas nasales se colaba el olor de la comida casera recién hecha y sonreía ante eso con gracia.

Mi madre tendría envidia si supiera que cocinas mil veces mejor que ella.
—A tu madre la prefiero lejos, mi vida.
—Solté una risa y él me imitó riendo igual.
¿Sabes que tengo a la chica más bonita del mundo entre mis brazos?
—¿Ah si? ya tiene que ser pequeña para que no la vea.
—Respondí juguetona.
La verdad sí, es bastante bajita.—Contraatacó él.
¡Hey, no soy bajita! soy tamaño standard.

Soltó una carcajada y dejando un beso en mi espalda se separó de mi lentamente hasta colocarse a mi lado para mirarme con ojos de corazón.

JungWon es muy afortunado de tener una mamá como tú...—Asintió varias veces ladeando la cabeza.
Y de tener un papá como tú.— Apagué el fuego y le miré imitando su juego de cabezas.— ¿Me ayudas a emplatar o te vas a reír de que no llego bien a la estantería?
—Efectivmente sí.

Chasqueé la lengua y llamé a JungWon entre gritos para que fuera lavando sus manos y sentándose en la mesa mientras Tae y yo emplatábamos todo. Me ponía de puntillas para llegar a los platos mientras que él se reía. Segundos más tarde ya estábamos todos comiendo en la mesa. A decir verdad, la estampa que tenía sobre una verdadera cena familair se había reducido: siempre la imaginé como una gran mesa con cientos de personas, pero te das cuenta de que no necesitas a nadie más allá de los que quieres tener cerca y lo parecerá.

 A decir verdad, la estampa que tenía sobre una verdadera cena familair se había reducido: siempre la imaginé como una gran mesa con cientos de personas, pero te das cuenta de que no necesitas a nadie más allá de los que quieres tener cerca y lo p...

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Tras la cena llevamos a JungWon a su habitación y lo acostamos en la cama arropándolo bien y dejando una pequeña luz encendida mientras se habituaba al nuevo lugar de sueño. Su habitación era la que estaba más avanzada y por ende más bonita, faltaban apenas unas cuantas cosas por colocar mientras que la nuestra tenía la cama y el armario y mucho era.

El pequeño de durmió y Tae tomó mi mano guiándome junto a él al patio. Ambos tomamos asiento en el césped y miramos como la Luna brillaba y las estrellas le hacían compañía. Apoyé mi cabeza en su hombro mientras buscaba encontrar alguna forma en el cielo y entonces giré mi vista hacia su rostro.

Me he dado cuenta de que no hay manera más bonita de ver las estrellas y la Luna que en tus ojos...—Murmuró besando suavemente mi nariz.
—Pero tu eres la estrella más bonita de este mundo.

Soltamos una risita y nos dejamos caer hacia atrás en el pasto y apoyé entonces mi cabeza en su pecho. Podía oír el latido de su corazón ir con fuerza y su respiración lenta, sin darme cuenta mi respiración se fundió con la suya. En ese momento sólo éramos él y yo, yo y él, y quizá la Luna alcahueta que nos miraba a lo lejos.

—La Luna está preciosa hoy, ¿No crees?Preguntó él dando suaves caricias en mi brazo mientras yo asentía.
—Lo está, está preciosa.Solté una risita y volví a mirarle.
—¿Sabes que hay algo que me gusta más que la Luna?
—¿Ah, sí? ¿El qué?Pregunté con curiosidad.
—Tú.

De obvia manera lo suponía pero jamás lo había oído salir de sus labios. Me incorporé sintiendo mi rostro sonrojado y risitas nerviosas escapaban de mí sintiendo un mar de emociones mientras negaba. Él extendió su mano hacia mí, agarrando mi brazo y moviéndolo suavemente.

—Vamos, ______, sé mi chica, por favor, mírame.Dejó escapar un tierno lloriqueo.— Quiero que seas mi novia, ¿quieres serlo?

Tiró de mi con más fuerza haciéndome caer sobre él aún con risas nerviosas, tratando de esconder mi sonrojo en su pecho mientras asentía con toda la vergüenza y la timidez del mundo. Finalmente había pasado y es que oficialmente, yo era la novia de Kang TaeHyun y Kang TaeHyun era mi novio.


Mechanic Love.- Kang TaeHyun y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora