Dice el refrán: "Dime con quién andas y te diré quién eres." no era el caso de _____. Sus amigas en la Universidad en la mala vida la llevaban con ella como una especie de "canguro" pero todo cambió cuando le conoció a él: El enigmático Kang TaeHyun...
Confusa me adentré en la casa y miré a YeonJun que me sonreía con cara de: Te dije esto anteriormente. El pequeño saltó de los brazos y me señaló con la boca abierta.
—¡Eres la del balón! ¿cómo has encontrado mi casa? —Wonnie, ¿qué dijimos de señalar?—Reprimendó su padre. —Que es de mala educación...
Bajó su dedito y se acercó a TaeHyun, quien lo tomó en brazos mirando a la chica.
—Os presento, él es JungWon, mi hijo, JungWon, ella es _____, una amiga. —Y soltó la bomba.— Se dejó escuchar YeonJun en un susurro.
El pequeño me miraba con los ojos brillantes sin entender nada de nada y luego miraba a su padre.
—Papi, ¿qué hace ella aquí en casa? —Ella va a comer hoy con nosotros, ¿te parece?
El pequeño escondió la cabeza en el cuello de TaeHyun mientras que un "Hmm" escapaba de sus labios para acabar por asentir varias veces, logrando sacar de TaeHyun una gran sonrisa. Ahora muchas cosas comenzaban a tener sentido para mi.
YeonJun se levantó del sillón estirándo su cuerpo y le dio una palmada a Tae en la espalda en señal de que ya se iba. Tae se despidió de él asintiendo con su cabeza y finalmente se acercó al pequeño, dando un besito en su frente y haciendo a este reír.
—¡Adiós tío Jun!
Tras eso soltó a JungWon en el suelo y acarició su cabello.
—¿Por qué no vas a tu habitación mientras hacemos la comida?
El chiquitín salió corriendo a su habitación y Tae colocó una mano en mi baja espalda con algo de fuerza invitándome a sentarme en el sillón con él. Me senté y le miré estupefacta.
—Sé que no es la imagen que tenías de mi pero... si vas a ser mi amiga antes o después sabrías de esto. Sólo quería hacértelo saber. El viernes no pude ir porque se enfermó, YeonJun me dijo que me buscaste, lo siento por ausentarme. —¡No, no, por favor no te disculpes por eso! tenías tus motivos obviamente, y de más importancia que esas... que eso.
Tae rió y se giró a mirarme por completo, cosa que me hizo incapaz de desviar mi vista de él por la ternura que sus ojos desprendían. Esperaba que fuera padre desde que lo vi con el pequeño, pero jamás pensé que fuera un padre tan joven y a la vez lleno de amor. Ladeé mi cabeza mirándole y me crucé de piernas.
—Necesito que me hagas un favor...—No hablé para dejarle continuar, y él tras un suspiro...- Necesito que cuides de JungWon los viernes por la noche.
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No supe qué responder exactamente ante aquella petición ya que yo jamás había cuidado de un niño pequeño por mi misma. Él me miraba expectante y quise preguntarle que por qué quería dejarlo conmigo exactamente pero las palabras no salían de mi. Él vio esto y se apresuró a explicarme.
—Solía quedarse mi hermana pero tuvo un accidente y no puede... así que... me enteré de lo que pasó el otro día en las carreras y pensé que quizá no te sentirías segura volviendo allí así que... pues eso. JungWon en realidad no necesita muchos más cuidados aparte de la comida, una ducha y quizá ayuda con los deberes, siempre fue muy independiente así que...
Asentí lentamente mientras le escuchaba hablar y trataba de cuadrar un horario en mi cabeza. Decidí preguntarle.
—¿Tendría que quedarme con él también los días que tuvieras que ir a las fiestas? —Intentaría que no... Pero tampoco puedo prometer nada.
Asentí de nuevo cruzando mis piernas y suspiré con calma dejando escapar una pequeña risita. Él me volvió a mirar con unos ojos curiosos y sonrió.
—¿De qué te ríes? —Me quedaré con él.— Respondí sonriendo y el rostro del chico se iluminó. —Gracias, gracias, gracias, te devolveré este favor, lo prometo de corazón.
Rápidamente él se levantó y fue a por el menor que trajo en sus manitas un avióncito de juguete. Miraba a su padre confuso hasta que llegó frente a mi y entonces me miró a mi.
—Mira JungWonnie, ella va a cuidarte los viernes cuando no esté papá porque la tía está malita.
Abrió la boca sin creerlo y volvió a mirar al chico.
—¡La tía está malita! Yo quiero quedarme con la tía...
No iba a decir que me había dolido porque sería mentir, obviamente él iba a preferir a su tía antes que a una chica que viene de fuera. Miré a TaeHyun con cara de: díselo y llévalo con calma.
—Sólo será mientras la tía se pone bien, cielo, te lo prometo. Además, con _____ lo vas a pasar genial, pequeño. Ella es muy lista y muy divertida. —¿sabe hacer macarrones de Bob Esponja?—Preguntó inocente pero con el ceño fruncido. —Por supuesto que sé hacer macarrones de Bob Esponja, y muchas más cosas.—Respondí segura de ello.
Los ojos del más pequeño brillaron tal y como los de su padre, definitivamente no había duda de los genes. Sonrió y se sentó a mi lado escalando por el sillón.
—Mmmmm, bueno, vale, ¿qué mas cosas chulis sabes hacer?
Y entonces por el rostro de calma de Tae pude saber que por fin había tomado un respiro.
