Dice el refrán: "Dime con quién andas y te diré quién eres." no era el caso de _____. Sus amigas en la Universidad en la mala vida la llevaban con ella como una especie de "canguro" pero todo cambió cuando le conoció a él: El enigmático Kang TaeHyun...
Al llegar al hospital, el pelirrojo subió como normalmente hacía a la habitación de su hermana , pero esta vez, le esperaría una desagradable sorpresa al terminar de abrir la puerta, y es que sus padres mágicamente estaban allí.
Dio un paso atrás al ver como se giraban a mirarle y ladeaban sus cabezas con desaprobación. Su hermana, tensa, se mordía el labio desde la cama en la que estaba empotrada y sus padres curiosos o más bien dicho, con ganas de abrir la gran herida en el corazón de TaeHyun que aún sanaba, abrieron la puerta de par en par.
—Vaya, vaya... Volvemos a encontrarnos, Kang TaeHyun.
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TaeHyun trató de retroceder pero de obvia manera ya era tarde. Miró a sus progenitores con orgullo, y es que de verdad se sentía orgulloso de todo lo que había cargado a sus espaldas y de todo lo que hacía o había hecho.
—¿Qué tal tu novia, Kang? ¿Acaso seguís juntos?—Preguntó su padre sin pudor. —Para tu información, falleció dando a luz a JungWon. —¿JungWon? ¿De verdad ese niño vino al mundo? que gran lástima... tener un padre irresponsable, sin estudios ni trabajo...—Atacó entonces su madre. —JungWon vino al mundo hace cuatro años, es el niño más inteligente y educado del mundo y además es muy feliz donde está.-Respondió entonces la hermana de TaeHyun molesta por el hecho de que entrometieran a su sobrino para atacar a su hermano. —Y por cierto, trabajo. —Se cruzó de brazos frunciendo el ceño.— Y gano más de lo que vosotros ganaríais en una semana. —Claro, trabajas, ¿dónde? dejando que prueben porquerías en tu pelo al parecer, hueles a químico desde aquí.
Eso había acomplejado a TaeHyun. Si algo quería al salir de las carreras era dejarlo todo en esas planadas, pero si el olor lo acompañaba y los demás también podían olerlo le hacía sentir sucio. Tomó valor e infló su pecho.
—Soy mecánico.
Sus padres estallaron en carcajadas al oírle decir que cobraba más que ellos siendo mecánico.
—Estoy segura de que estáis viviendo en una choza de mala muerte junto a las ratas. Me apiado de ese niño, rezaré por él.—Su madre dirigió la vista al cielo burlándose. —No necesitamos tus falsas plegarias ni tu falsa preocupación, vivimos bien, tenemos comida, bebida, techo y una cama. —Sí, hijo mío, pero a qué precio. —No soy tu hijo, olvídate de esa idea, dejé de serlo el momento en el que me echaste de casa por decidir traer a JungWon.
Entonces su madre frunció los labios, definitivamente eso le había dolido. No por el hecho de perder un hijo, sino porque sabía desde un principio que lo que hizo fue cruel y que no ganó nada con ello excepto un hijo muerto para ella. Recordaba cuando TaeHyun quería ser ingeniero y arreglar todo tipo de cosas y en ese momento sólo había llegado a mecánico. Se sentía poderosa, pues sabía que sin ellos jamás podría estudiar una carrera y tendría que dedicarse toda su vida a arreglar y limpiar los vehículos de otros. Dejó escapar una risa cínica y ladeó su cabeza colocando su propio cabello tras su oreja.
—Bien, tan bien estás de dinero que no hace falta que traigas a tu hijo contigo, tiene una canguro, ¿o no?—Sonrió burlona pensando que la respuesta sería negativa, pero TaeHyun asintió. —No es sólo una canguro, es cercana a mi y sé que está en buenas manos. —No me jodas, Kang, ¿otra que has obligado a estar contigo por dejarla embarazada?
Eso heló la sangre de TaeHyun y a la vez hizo que ardiera de furia.
—¿Qué estás diciendo?—Frunció el ceño el pelirrojo a punto de explotar. —Tu supuesta noviecita que murió vino a pedirnos a tu padre y a mi ayuda para abortar, ella no quería tener ese niño contigo, ella se sentía atada a ti. —Eso es mentira... ¡Eso es mentira! ambos quisimos tener a JungWon, ella también quiso, ella lo dijo. —¿Quién no diría eso cuando ya han pasado 14 semanas desde el positivo? adivina que: no se puede abortar.
El mundo de TaeHyun se cayó en pedazos, lo que más amaba había nacido por un error, sólo uno de ellos lo deseaba allí y en lo primero que pudo pensar fue: Aún si hubiera sobrevivido, ella hubiera huído seguramente... y quizá con JungWon.
Apretó sus manos en dos puños fuertes y negó efusivamente ante cualquier idea negativa que pudiera ser impuesta en su cabeza y miró a sus padres.
—Mi chica no está embarazada, y adora a JungWon con todo su corazón. Estoy agradecido de que me dejara tal regalo en el mundo a pesar de que su madre nos abandonara antes y me voy a dedicar a este niño como vosotros jamás lo hicisteis conmigo.
A pesar de haber mentido un poco con aquello de su chica, lo demás no era mentira. Su hermana incrédula, sin saber que él tenía "novia" lo miró con los ojos bien abiertos y completamente atenta a la conversación tras otra cínica risa de su madre.
—Cuida bien tus espaldas, las de tu chica y las de tu hijo.
