𝙍𝙚𝙙𝙚𝙢𝙥𝙩𝙞𝙤𝙣 [ 𝘼𝙐 𝙕𝙝𝙤𝙣𝙜𝙘𝙝𝙞 +18 ] 𝙍𝙚𝙢𝙖𝙠𝙚

14: In Stories of Fading Light

Cuando dieron las siete de la tarde, Zhongli tuvo que retirarse de la UCI a regañadientes. Hu Tao se ofreció a llevarlo en su coche al hotel. Al final también acordaron de que ella no volvería al hospital, ya que no la iban a dejar pasar a la UCI, y no tenía mucho sentido.

Ella estaría con Zhongli, haciéndole compañía. Esa era una mucha mejor opción que pasar toda la noche a solas con sus pensamientos y recuerdos.

Quizás no sería capaz de dormir, a pesar de sentirse física y mentalmente exhausto. Hu Tao tenía una energía inagotable, así que podrían hablar sobre cualquier cosa o ver alguna serie. O al menos eso es lo que ella había propuesto de hacer, pero lo más probable es que él terminara pensando en Childe y ella tuviera que animarlo de nuevo.

—¿Qué harás con el FBI? —preguntó Hu Tao a su lado, ella manteniendo los ojos clavados en la carretera. Zhongli se quedó en silencio, pensando en su respuesta. Había estado tan sumergido en lo que había ocurrido con Childe que se le olvidó por completo ese tema.

—Supongo que ya no tendrá sentido seguir evitándolos —dijo él, inclinando la cabeza para mirar a su amiga—. Quieren matar a Childe para silenciarlo, pero ahora... No hay razón para molestarse en eso —su voz estuvo a punto de flaquear en esa última declaración, pero se mantuvo fuerte—. Probablemente esté en coma, y aunque despierte tampoco podrá comunicarse como es debido —Zhongli abrió su mano derecha, observando el pendiente de Childe en su palma.

—Entonces... ¿Vas a volver? —preguntó ella. Zhongli se quedó en silencio durante varios segundos, volviendo a cerrar la mano.

—Voy a seguir investigando este caso, sí —contestó, cerrando los ojos—. No puedo dejar que todo lo que hemos descubierto se eche a perder, menos cuando él ahora se encuentra en este estado. Debo evitar que lo devuelvan a prisión en cuanto despierte, así que encontraré al asesino de todo esto.

—¿Y si no te dan el permiso para hacer eso? —inquirió Hu Tao. Zhongli apretó los labios, sonriendo levemente y mirando de reojo a la chica, quien le sonrió de vuelta. Suspiró, manteniendo su leve sonrisa.

—¿Desde cuándo nos importan las normas del FBI? —cuestionó. Hu Tao rió un poco.

—Cierto... —sonrió, pero su sonrisa se desvaneció a los pocos segundos, su expresión volviéndose seria. La de Zhongli también se desvaneció, no tenía energía ni ganas de sonreír en ese momento—. Cambiando de tema... ¿Su familia no sabe sobre esto, no?

Zhongli agrandó un poco los ojos, para luego fruncir el ceño y desviar la mirada.

—No... —respondió—. No lo saben.

—

Entraron al hotel, apenas habiendo mucha gente en la recepción. Zhongli observó como la sangre ya había sido limpiada, el ambiente mucho más tranquilo y habiendo vuelto al habitual.

Hu Tao miró a su alrededor, asombrada por el lujoso lugar.

Zhongli apretó los labios, reconociendo una figura bastante familiar para él, hablando con la jefa del hotel al lado del mostrador de recepción. El joven se percató de su presencia, frunciendo el ceño y acercándose a él.

—Ahora vuelvo —le dijo Zhongli a Hu Tao, colocando una mano en su hombro para después alejarse de ella, dejándola en el medio de la gran entrada.

—¿Me explicas qué cojones ha pasado esta mañana? —preguntó Xiao, cruzándose de brazos—. Me dijiste que estabas metido en una investigación y que no querías que guardáramos tus datos en la base, que tampoco entraran en tu habitación para limpiar... Te lo acepté porque te debo cosas, ¿pero esto? ¿Qué cojones?