𝙍𝙚𝙙𝙚𝙢𝙥𝙩𝙞𝙤𝙣 [ 𝘼𝙐 𝙕𝙝𝙤𝙣𝙜𝙘𝙝𝙞 +18 ] 𝙍𝙚𝙢𝙖𝙠𝙚

Epílogo

Zhongli se recostó en el asiento, respirando hondo y colocando las manos sobre el volante, mirando su muslo, que a veces seguía doliendo por el disparo a pesar de que hubieran pasado seis meses. Las heridas que Rosaria le hizo esa noche habían cicatrizado, dejando marcas en su piel, un recordatorio permanente de lo ocurrido. La de su rostro y hombro no eran tan visibles debido a que fueron las más leves, pero en su mano, muslo, y vientre estas marcas se podían ver de forma bastante sencilla. Aunque la de su vientre era más visible por la cirugía que por la herida en sí.

Habían sido seis largos meses, muchas cosas habían sucedido. Él ya había dejado de trabajar en el FBI, igual que Hu Tao. Ambos pudieron conseguir trabajo en una funeraria, él estaba ahí más bien como asesor, ya que la mayor parte del tiempo se encontraba escribiendo para la editorial Yae. Sí, al final terminaron haciendo pública toda la verdad sobre lo ocurrido, la corrupción del FBI, la implicación de inocentes, la ocultación de pruebas, el papel de la Iglesia... Todo terminó saliendo a la luz.

Todo lo redactó él mismo, de forma anónima y cambiando los nombres de las personas involucradas —a excepción de Rosaria—. Eso le servía para ganarse la vida, y estaba bastante satisfecho de cómo le estaban yendo las cosas. Ganaba un poco más de dinero del que conseguía en el FBI, y las condiciones de trabajo eran mucho mejores.

De lo que no podía estar tan contento era de cómo se encontraba Childe. En esos seis meses no había despertado del coma, no dio ninguna señal de consciencia. A esas alturas Zhongli había empezado a pensar que Childe no iba a despertar de nuevo, pero había visto casos de gente que pasaba años en coma y despertaban de la nada. Childe había sobrevivido a un disparo en la cabeza, ¿por qué no podía suceder algo tan increíble como eso de nuevo? No iba a pasarse toda su vida de esa forma, ¿no? Era imposible que eso pudiera ocurrir. Algunas veces los médicos habían dejado caer la posibilidad de desconectarlo, diciéndolo de forma sutil e indirecta. Obviamente Zhongli se había dado cuenta de esas suposiciones, y se negó rotundamente a esa posibilidad. No podía dejar que eso ocurriera, Childe tenía que despertar. Debía de hacerlo...

La familia de Childe tampoco había vuelto a hacer acto de presencia, y Zhongli tampoco quiso ir a buscarlos. Si ellos no habían vuelto a mostrar interés, es porque Childe realmente no les interesaba. Le seguía partiendo el corazón el pensar que le iba a tener que decir a Childe lo que había ocurrido, y una parte de él pensaba que sería mucho mejor si no se lo contaba. Pero eso sería mentirle, y suficientes mentiras había tenido que soportar Childe como para que encima él también lo hiciera. Era mejor que viviera con la cruda realidad en vez de una mentira piadosa. Childe se había estado desviviendo por su familia, pensando en que estaban bajo amenaza... ¿Cómo iba a reaccionar cuando supiera la verdad?

Zhongli había pensado varias veces en lo afortunado y desafortunado que era Childe a la vez. Le habían pasado cosas horribles, pero el universo parecía empeñado en mantenerlo con vida. No era la primera vez que lo pensaba, a decir verdad. Pero ahora era diferente, parecía más una condena a seguir sufriendo, aunque ahora solo estaba sumido en un sueño interminable, muy lejos de la realidad, de Zhongli.

Suspiró, arrancando el coche para dirigirse al hospital.

—

Zhongli aparcó el coche, sacando la llave una vez detuvo el motor para abrir la puerta. Se había acostumbrado a hacer ese camino durante los tres últimos meses, como si no hubiera sido suficiente con los pocos días antes de estar él ingresado durante dos semanas. Pero quisiera o no, se había vuelto parte de su rutina. Deseaba no tener que hacer eso, que algún día podría salir del hospital acompañado de Childe y todo ese ciclo se detendría... Pero no había sucedido. Childe seguía en un coma que no parecía que fuera a terminar nunca, como una pesadilla. No, aún peor. Las pesadillas eran irreales y en algún momento conseguías despertar de ellas, pero lo que estaba viviendo Childe era algo sin fin, la única similitud era la agonía que ambas situaciones compartían.