Scarlett Mikaelson. La hermana del medio de la familia original y gemela de Klaus Mikaelson.
Ambos hermanos se embarcaron en un viaje para romper la maldición que les impedía contacto con su lado animal. Harán todo lo necesario para convertirse en...
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(CHAPTER-EIGTH)
Habían pasado varios minutos. Jenna y Cassie habían completado la transición tomando sangre de la bruja. Ahora se encontraban separadas, Lizzy y Elena estaban dentro de un oro de fuego, al igual que las nuevas vampiros.
-¿Vamos a morir?
-No- responde Lizzy rápidamente.- no dejaremos que eso pase. No importa lo que tengamos que hacer…
La castaña fue interrumpida por unos gritos, voltearon y se encontraron con Greta empujando a dos mujeres, las dejo en el suelo y prendió otro aro de fuego alrededor de ellas.
-Greta, se supone que las brujas deben mantener el balance de la naturaleza- espeta Lizzy-. Es tu deber mantener esta maldición sellada.
-¡Mi deber es con Klaus y Scarlett!- Greta grito en respuesta-. El nuevo orden.
En ese momento los rubios aprendieron.- Es bueno saber que aun tengo con quien bailar- habla Klaus.
-Hola mis amores- Scarlett saluda a las gemelas-. ¿Estamos listos?- sonrió ladina.
-Tenemos la piedra lunar- de su chaqueta saca una piedra ovalada-. Llevábamos 500 años buscándola. Odiamos el perderla.
-La luna ya paso su punto de culminación- informa la bruja, observa la hermosa y brillante luna en el cielo-. ¿Recuerdan lo que tienen que hacer?
-Lo recuerdo- tiro la piedra lunar en el cuenco.
-A la perfección- responde Scarlett.
-Todo lo que hice fue para ayudar a Tyler- hablo una de las licántropos.
-Eres Jules- dice Elena.
-No quería dejarlo solo.
-¿Lista?- pregunta Klaus.
El fuego de las licántropos se apago, y ambas fueron a atacar a los híbridos, sin mucho trabajo, estos las derribaron y no dudaron en atravesarle el pecho y arrancarles el corazón.
-Dime si funciona- pide la rubia.
-Funciona- afirma la bruja.
Lizzy miro a su novia con dolor, sabia que ella y su tía eran las siguientes, no solo perdería al amor de su vida sino que también a su familia.
-El día que los abogados me llamaron para decirme que iba a ser la encargada de ustedes, ¿Saben que fue lo que pensé?- inquiere Jenna- ¿No hay nadie más que pueda hacerlo?
-No hubo nadie más que nos hubiera pedido llevar a través de todo esto.
-Y pensar que casi renuncio a hacerme cargo de ustedes.
