Scarlett Mikaelson. La hermana del medio de la familia original y gemela de Klaus Mikaelson.
Ambos hermanos se embarcaron en un viaje para romper la maldición que les impedía contacto con su lado animal. Harán todo lo necesario para convertirse en...
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(CHAPTER-TEN)
TENNESSE
Una joven salio de su casa, llamando a su perro, Scarlett y Klaus se acercaron espantando a la mujer, quien salto al verlos detrás suyo.
-Lo sentimos mucho, cariño. No quisimos asustarte- dice sombría, lo que parece asustar aun más a la chica.
-¿Puedo ayudarles?
-Si, nuestro auto se quedo sin gasolina a un par de kilómetros, hemos caminado por horas. Está es la primera casa que vemos y me preguntaba si podríamos usar su teléfono.
-¿No tienen teléfono?- cuestiona la mujer.
-Si, pero la batería se agoto y mi hermano nunca carga el suyo- comento Scarlett-. Le prometo que no somos asesinos seriales, solo queremos usar tu teléfono.
-Claro- suspiro cansada.
-Entonces. ¿Podemos entrar?- pregunta Klaus.
-No- negó la mujer-. Se los traeré aquí.
-Creía que ustedes los campesinos eran mas confiados- se quejo el híbrido.
-Soy de Florida.
-Eso explica todo- la rubia tomo a la chica de la garganta para luego mirarla fijamente a los ojos-. Creo que puedes ser mas hospitalaria, ¿no crees? Invitamos a entrar.
La mujer hipnotizada los invito a pasar a su casa.
-¿Qué esta pasando?- pregunta otra chica en el interior.
-Por favor, no te alarmes- pide Klaus- me han dicho que Ray Sutton vive aquí.
-No viene aquí seguido- dice la chica-. Esta casi siempre de gira.
-Pero supongo que viene cada mes- menciona la rubia, la chica se quedo callada, pero su corazón martillaba con fuerza.
-Solo dinos donde esta- Klaus ordena irritado- si te obligamos a que nos digas sera infinitamente doloroso.
La chica completamente asustada intento huir por la otra puerta, pero el vampiro arruino su huida, un chillido salio de su boca al verlo.
-Me encantan cuando corren- suelta Scarlett.
-Esta en Tulley, cerca de la frontera. El bar es Southern Comfort, en la ruta 41- revelo entre sollozos.
-Gracias- dice la trihibrida con una gran sonrisa- ¿Puede pasar nuestro amigo?
-Si- susurro la otra chica. Stefan entro a la casa, serian sus nuevas víctimas.
-Con ella no tardes- pide Klaus, mirando a la rubia para luego mirar a la pelinegra- pero la otra, que sufra.
