Me hallaba corrompida y angustiada por la mediocridad, por temer a la fragilidad, por el desconsuelo, por el dolor, por el suplicio de cargar una tortura en la memoria, por vivir al borde del abismo.
Sin embargo, una pizca de esperanza en mi alma agrietada empalagaba la boca de los criticadores colectivos, de los frustrados. Esperaba un cambio: algo que desarme el disfraz de la justicia. Mis sueños se basaban en llevar a mi ciudad a la cumbre del éxito, no obstante, al pensamiento distinto lo reconocían como "loco".
Mi pasado dio origen a esta necesidad moral de unir a la gente de Aguas Turbias, convirtiéndolos en una sociedad fuerte e independiente.
***
Debo admitir que no olvidé el brillo escarlata en su mirada, la representación semejante al mundo de los muertos tatuada en la expresión de sus ojos. El pañuelo de bandido que le cubría la boca era solo un detalle insignificante de un pirata usurpador. El hombre que asesinó a mis padres frente a mi presencia, indujo a mi dulce y tímida inocencia a suicidarse, dejando en su lugar, una herida abierta que ni las agujas del reloj podrían coser.
Clavó en mí su mirada inerte y gris, tan encarnizada con la sangre oscura que se esparcía debajo de ambos cuerpos. Todo aquello había dolido tanto como el golpe repentino que hizo perder mi conocimiento. Caí inconsciente al lado de mi madre asesinada. El pañuelo negro que cubría su cara y sus ojos que imitaban a los de un lunático criminal fue lo último que recordé del pirata corrupto que arruinó mi infancia.
Con los años fui creciendo y adquirí diferentes medios de sustentación suficiente, como flirtear en el regateo. A los dieciséis, ya había estado tocando la punta de la cumbre del éxito: poseía mi propio barco y tripulación, marcándome como la persona ideal para resolver problemas especiales, es decir, una cazadora de recompensas.
Pronto me abastecí con dos únicos objetivos primordiales: unir a la gente en una sociedad entera, y encontrar al pirata asesino. Por mis venas recorría sed de venganza y rencor que debían ser cesados de alguna forma.
***
En mi vigésimo primer cumpleaños los conflictos en Aguas Turbias, mi ciudad natal, habían tomado un rumbo complicado. Hasta ese momento, ningún pedido era tan difícil para su recompensa, pero había llegado información del asesino de mis padres, de la cual me surgió cierta melancolía.
Me hallaba en la cubierta exterior en estribor, observando la nitidez del mar calmo. Apoyada en la baranda, sentí como el viento depositaba su frescura marítima en mis mejillas al tiempo que el sol daba lo mejor de él para convertir al océano en un gigantesco espejo azul. Sin remedio, tuve que fruncir mi nariz para que la luz incandescente no ciegue mis ojos sensibilizados por el día.
-¡Fortune! -exclamó Jack, uno de los marineros más antiguos que tuvo la nave, mientras se acercaba con un sobre en la mano -. Nuevas noticias llegaron del pirata que mató a tus padres. Todos pensamos que, bueno, que te interesaría, pero si no quieres verlo por algún motivo, lo entenderemos.
Volvíamos de Demacia luego de haber hecho un trabajo sencillo, pero que requería la perspicacia de una marinera experimentada. La paga había valido la pena, fue mucho más de lo que me habría imaginado: un gran botín de monedas de oro.
-Sí. Leeré eso, dame -se lo arrebaté de las manos -. Pero no aquí, no enfrente de ustedes.
-Has lo que quieras. Si tomas el trabajo avísanos. Y por cierto, "de nada".
-Sí, sí. Gracias, Jack. Felicita al resto de mi parte.
Accedí al camarote dispuesta a leer el mensaje, no obstante, un miedo profundo se apoderó de mis manos ansiosas por abrir el sobre; ya no quería, ni sentía, siquiera tocar mis pensamientos.
Me dirigí, con el papel aún sujetado, hacia mi habitación del barco. Arrojé aquel en el edredón de mi cama y atiné a prepararme un café para calmar mis inquietudes.
Entrometida, me senté en mi lecho mirando fijamente al sobre. Lo tomé y, mientras bebía a sorbos mis últimos tragos de orgullo, dejé que la curiosidad se apoderara de mis dedos al tiempo que buscaban dinámicamente la abertura del papel.
Quité la nota de adentro y mis ojos se perdieron en la cursiva medieval que expresaba con un lenguaje complejo lo que tanto me interesaba. Pronto me di cuenta que en aquellos versos danzaban demonios que me recordaron a aquella mirada carmesí que masacró a la inocencia que alguna vez había poseído...
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De holgazán a rebelde (Miss Fortune x Gangplank) League of Legends
Fanfiction"¿No podremos jamás en el mar de los tiempos echar ancla algún día?" -- Miss Fortune Todos los trabajos habían sido sencillos para la astucia de Miss Fortune, sin embargo, la aparición del asesino de sus padres destruiría el orgullo de la joven muj...