Mi prometido

Capítulo 34

Dest

-Después de enviar el mensaje a mi amiga decidí observarlo a Jace mientras dormía lucía tranquilo como me gustaría verlo así todo el tiempo, me gustaría pasar más tiempo con él, pero no puedo por el instituto y las obligaciones que tengo con mi padre.

-Mi padre quiere que estudia alguna carrera no relacionada con administración de empresas. Según él, cree que no sería una buena administradora, por eso no me quiere dejar al mando para dirigir su empresa, pero eso cambiará dentro de poco, sonreí para mis adentros con el trato que hice con Jace podré manejar la empresa de papá. Me separé de los brazos de Jace y me levanté de la cama y busqué mi ropa que había dejado la última vez que me quedé aquí con él y la encontré la había dejado en algunas de las repisas del dormitorio.

-Encontré un baño cerca en el cuarto de huéspedes me duche, pille un jabón que seguía en su empaque, shampoo y un acondicionador, como mi pelo estaba limpio y no tengo mis cosas de baño aquí preferí no tocar las cosas de baño solo el jabón que seguía dudando hasta cuando duraría porque en el paquete no tenía fecha de vencimiento, me di un baño con tranquilidad, hasta que escuche a Jace llamándome, apague la ducha y le grité que estaba en el baño no me respondió seguí duchándome y cuando termine de alistarme con la pijama que había dejado. Decidí salir del cuarto de huéspedes y pasar el resto del día en la cabaña con Jace, a veces pienso que mis errores del pasado vienen acompañados con mis miedos y eso acumula la presión que ejerzo cada día hasta que un día no aguantó más y dejo salir todas las emociones y siento como un respiro.

-Como no conocía la cabaña de Jace me dispuse a buscarlo por mí misma hasta que lo encontré en la cocina, lo vi sacando un sartén y a su lado se encontraba un par de huevos, harina y una batidora, que hará pensé. Me quede viéndolo sin decir nada y me pare de un lado de la puerta de la cocina.

Jace

-Al rato en que sentí que mi amada se fue de mi lado de la cama, me pude estirar todo mi hermoso cuerpo y mi mente empezó a divagar si me quedo en la cama o me levanto al final opte por la segunda opción decido buscar a Dest y empecé a llamarla no podía oírla hasta que escuche su preciosa voz y me calme pensé que se había regresado a su instituto, pero veo que no, me alegra que se hubiera quedado.

-Tenía hambre decidí hacer unos panqueques ya que ahora es día de panqueques según mi mamá me contaba que comer te puede alegrar tu día y nada que un buen desayuno no te levanté esos ánimos. Me pongo nostálgico con los pocos recuerdos que tuve con ella en mi niñez fueron los mejores, me acuerdo de su sonrisa, sus ojos verdes que no dejaban de mirarme, sus besos en mi cachete cuando algo me dolía solían decirme que los besos que le damos a nuestros seres queridos son la mejor cura. Cuando papá se molestaba con mama y nos escapamos hacia la cabaña y volvíamos a casa la siguiente semana. De niño me hubiera gustado preguntarle a mamá porque nunca se divorció de papá a pesar de la enfermedad que mamá tuvo y en sus últimos días en que me quedaba todo el día con ella a su lado en el hospital, mamá me decía que nunca lo dejará solo a mi papa.

-Me acuerdo que en una ocasión mama me agarro de mi brazo y nos fuimos de la casa, solo me acuerdo escuchar a mi padre gritándole desde la puerta que si no volvíamos a la casa se iba a ir con otra mujer, mi madre se paró de espaldas y me llevo a rastras con ella, cuando subimos a la movilidad la observé llorando y contendiéndose para no gritar en ese entonces yo le pregunté.

Jace:

- ¿Mami que tienes?

Mama:

-Nada mi amor, mami está cansada eso es todo.

Jace:

- ¿A dónde estamos yendo?, ¿Porque papá no viene con nosotros?

Mama: