Capítulo 55 (Parte 7)

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I know you crossed a bridge that I can't follow- Justin Bieber

Jace:

-Seguía cargando a mi dulce esposa hasta nuestra limosina acompañado de nuestra pequeña familia era una sensación extraña pero llevadera era como estar en medio de un campo lleno de rosas de diferentes colores que podías respirar una suave brisa de aire fresco, en pocas palabras mi libertad entre medio del caos y alejado de las obligaciones familiares por un instante compartiendo sonrisas con las personas que me han apoyado desde el inicio de mi vida.

-Mami te dejo en libertad no te sientas mal por dejarme a mi suerte a una edad temprana, ya no estaré solo nunca más tengo a mi lado seres que me quieren viendo a mi mejor amigo y compañía que me transmiten felicidad con esas pequeñas sonrisas acompañada de mi fiel esposa que se acurruca en mi pecho deseo que los breves recuerdos queden impresos en mi memoria hasta que nos volvemos a reencontrar, no es un adiós es hasta pronto.

-Cariño no te duermas por favor necesitamos llegar a nuestra fiesta, los demás síganme veo que el chofer de la limosina se bajá y nos abre la puerta con un simple gracias me agacho un poco y la pongo a lado de la ventana quiero que observe las estrellas que dentro de poco se iluminarán en la calle, entre medio de mis movimientos me hago a un lado para que ingresen nuestros invitados pasa primero la mejor amiga de mi esposa acompañada de su novio y por último Simón mi mejor amigo espero a que se sienta, grata es mi sorpresa que se acomodaron de tal manera que hubiera un espacio para que me siente junto a Dest con una suave sonrisa escucho que nuestro chofer cierra la puerta de la limosina, prende el motor y nos dirigimos a la fiesta me percato que la ventana del auto se abra un poco quiero que mi esposa vea esas estrellas que me recuerdan tanto a ella.

Dest:

-No quiero soltarte cariño a tu lado me siento tan afortunada de haberte encontrado que recuesto mi cabeza en su pecho siempre piensas en mí, me haces feliz Jace. Me entra un poco de sueño deseo una cama en estos momentos después de haber pasado un momento tedioso lleno de estrés y preocupaciones puedo decir que me encuentro en paz acompañada de mi dulce esposo.

-Como mirarte y no apreciarte por las cosas que haces por mi querido siempre espere encontrar una persona que me comprendiera en mis alegrías y tristezas a pesar de mis miedos supiste entenderme nunca me apresuraste por forzar nuestra relación incluso si el tiempo no estuvo de nuestro lado te la ingeniaste para enamorarme sigo viendo a ese niño pequeño en mis ojos eres un libro abierto para mi Jace a pesar de no recordarte puedo entenderte incluso si mi memoria me falla.

-En eso mi esposo me interrumpe con esa afirmación de no dormirme para ir al evento infestado de desconocidos créanme cuando les comento que no me emociona ir, pero ver su carita de tanta emoción no puedo decirle que no, al menos estaremos con nuestros amigos eso me consuela un poco. Miro a la limosina que se encuentra en la entrada de la iglesia y como Jace hace todo el proceso de cargarme y dejarme en el asiento a lado de la ventana, es un lindo gesto me encanta sentir la suave brisa que entra por la tarde cuando va a oscureciendo dentro de poco, pienso que un breve paseo no suena tan mal después de todo, tal vez esta fiesta me pueda gustar al menos la disfrutaré con mis amigos y Jace.

Jace:

-En nuestra ida hacia el evento del año como algunos periódicos lo han nombrado es devastador estar rodeado de tanta gente y en especial los reflectores y paparazzis me costó acostumbrarme a este estilo de vida, como empresario varios medios pensaron que era modelo pero cuando me presente como el heredero de la empresa " The diamond Black", en una conferencia donde había miles de personas de diferentes organizaciones, me acuerdo haber visto a mi padre todo elegante con un traje y con una postura muy distinta a lo que conocía de él darme cuenta que era otra persona enfrente de las cámaras me genero repulsión porque era la misma persona que lastimaba a su propio hijo por las noches, sino hacia caso a sus órdenes incluso si estaba cansado después de estudiar y trabajar a la edad de doce años esperaba jugar en la cabaña a las escondidas como solía hacerlo con mamá y noches de películas tomando un chocolate con malvaviscos cuando no queríamos salir de nuestro pequeño hogar.

Mi prometidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora