Nacido en un mundo sin esperanza para los omegas, Jungkook ha escapado toda su vida del cruel destino de morir. Sin saber que en su cuerpo carga con la marca de la Diosa Luna y su otra mitad, Kim Taehyung, es su enemigo.
● Géneros: Romance, Fantasí...
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"Abrázame y te convertiré en la peor versión de ti".
Hoseok
Recorrí por quinta vez los pasillos del castillo. Con cada paso que daba, más perdía la paciencia y más me ganaba la desesperación por no encontrarlo. Al no hallar ningún rastro de él, volví de nuevo al Bosque Otoñal para encontrarme con Ryujin y Jaemin, pero a juzgar por sus expresiones, habían tenido la misma suerte que yo.
—¿Nada? —pregunté aun cuando la respuesta era obvia.
Ambos negaron con la cabeza evadiendo mi mirada.
—¿Dónde diablos estás, Jungkook? —mascullé frotando mi sien, tratando de pensar en los lugares que concurría, en las últimas personas que lo vieron o supieron de él, pero todo sin resultado alguno. Éramos pocas las personas que sabíamos que él estaba aquí y no era algo usual que desapareciera de esta forma.
—Iré a hablar con Gong Yoo.
Corrí con rapidez hasta el palacio y abrí de golpe la puerta del estudio donde el alto lord observaba a través de la ventana los rayos de sol de la tarde.
—Su alteza —llamé con voz agitada—. Jungkook no aparece —avancé hasta colocarme frente a su rostro cansado—. Lo hemos buscado durante horas.
Apretó sus labios formando una fina línea y su mirada se ensombreció.
—¿A qué te refieres con que no aparece? —habló con un deje de preocupación—. ¿No está en su habitación?
Negué moviendo mi cabeza. Estaba completamente seguro que algo iba mal.
—¿Cuándo fue la última vez que lo viste? —preguntó recorriendo la estancia.
—Ayer al mediodía. Después que entrenamos un poco en la mañana, dijo que iría a su habitación —aclaré con mi corazón a mil.
Mientras Gong Yoo analizaba la situación, me permití respirar y tranquilizarme para pensar en lo que pudo haber ocurrido. Jungkook no tenía ningún otro lugar a dónde ir, esta era la corte de su madre, su hogar. Además, todo el reino lo buscaba, sería poco inteligente escapar.
Me repetía una y otra vez que el Jungkook con el que había compartido estas últimas semanas no era así. Él no abandonaría Corte Otoño, no podría. Él no nos dejaría...
—¿Hoseok? —alcé la mirada al escuchar la voz del alto lord. Sus ojos estaban ensombrecidos, recubiertos de una ira y preocupación que camuflaba en su usual tranquilidad—. Ayer tuvimos visitas.
—Lo sé, el Alto Lord de Corte Invierno —fruncí el ceño sin entender a dónde quería llegar—. Pero dijiste que podíamos confiar en ellos, que eran aliados, ¿no creerás que...?
—Confío en ellos —aseguró interrumpiéndome—. Pero prefiero salir de dudas —giró su cuerpo dándome la espalda y sentí su voz de mando entrar en mi cabeza.
