Nacido en un mundo sin esperanza para los omegas, Jungkook ha escapado toda su vida del cruel destino de morir. Sin saber que en su cuerpo carga con la marca de la Diosa Luna y su otra mitad, Kim Taehyung, es su enemigo.
● Géneros: Romance, Fantasí...
Quiero agradecerles por todos los mensajes y comentarios que me dejaron. <3 Me sentí demasiado feliz al saber que de verdad hay muchas personas que aman esta historia tanto como yo. Cada uno de esos comentarios los guardaré para cuando me vuelva a sentir mal. Les aseguro que leí cada uno de ellos y todos me confortaron. <33 Lxs quiero mucho.
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"Las espinas desgarraron mi alma y me marcaron, pero no tanto como el pasado que dejé atrás".
Yoongi
Las bitácoras que ocupaban todo el espacio del escritorio relataban la misma situación que la primera expedición nos había dictaminado; Corte Sombra seguía patrullando territorio ajeno al de su montaña. Y aunque era un alivio que se hubieran desplegado más al sur, dejando nuestra frontera en paz, era preocupante que se estuvieran concentrado más en el terreno de Corte Otoño.
Los propios soldados que escribían estos registros, eran los mismos que volvían desconcertados ante el comportamiento tan inusual que tenía esa corte. No parecían estarse preparando para una guerra, no parecían estudiar el terreno o siquiera intentar cruzar las líneas invisibles que dividían nuestra corte. Únicamente vigilaban. Hacían turnos diurnos y nocturnos y relevos cada seis horas.
Era desgastante pasar horas imaginando escenarios donde de repente atacaran nuestra corte. No conciliar el sueño por el miedo y la incertidumbre. Y lo peor de todo, no hallar ninguna solución a esta situación.
Aparte de la carta de Joy, no teníamos ninguna señal de Corte Verano. Era extraño sabiendo que había pasado suficiente tiempo como para no anunciar en un comunicado oficial sobre la muerte del rey y quién sería su sucesor.
Una voz interrumpió mis pensamientos.
—Me enteré que Bae Seulgi lo visitó anoche.
Dejé los papeles a un lado y enarqué una ceja hacia Karsten, quien no dejaba de esbozar una sonrisa con un excesivo y para nada prudente doble sentido.
—Muy tarde —añadió, manteniendo la sonrisa en su boca.
—Sí, quería hablar conmigo —recogí los papeles, restándole importancia a algo que claramente Karsten no iba a dejar pasar, pero contrario a mi pensar, se mantuvo en silencio y aunque no podía verlo, podía jurar que su sonrisa persistía.
Exhalé negando con la cabeza ante las equivocadas suposiciones que su fantasiosa mente estaba armando. La conversación con la omega no tuvo nada que ver con nuestra relación, al contrario, nunca me llegué a imaginar que me dijera algo como lo que mencionó anoche. Algo que cambió completamente mi percepción de ella y que causó en mí una gran compresión a sus sentimientos.
La puerta del despacho se abrió de golpe y agarré rápidamente mi arma que descansaba a un costado. Con la intención de protegerme por la repentina irrupción, volví a bajarla suspirando al ver a Seong Hwa avanzando hacia mí.
