Nacido en un mundo sin esperanza para los omegas, Jungkook ha escapado toda su vida del cruel destino de morir. Sin saber que en su cuerpo carga con la marca de la Diosa Luna y su otra mitad, Kim Taehyung, es su enemigo.
● Géneros: Romance, Fantasí...
Sé que son pocas personas que me leen, pero déjenme decirles que amo que estén aquí leyéndome. Gracias por apoyarme <3333
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"Corta, arranca y aplasta las espinas enredadas del camino. Si ese es tu destino, deben ser pisoteadas hasta el final".
Jungkook
La dulce voz de Arsen entraba a mis oídos como una suave melodía. Su cabeza reposaba en mi regazo mientras estaba sentado en una de las zonas más profundas de la biblioteca. El día de hoy hacía demasiado calor y decidimos internarnos más allá de la puerta principal, donde era más fresco, tranquilo y nadie nos molestaría, especialmente su hermano.
Me leía con emoción uno de sus libros favoritos y yo estaba encantado de escucharlo mientras cerraba mis irritados y cansados ojos.
Mi cuerpo lleno de vendajes con heridas aún sin sanar, rememoró la horrorosa escena de ayer, que hacía que todo mi cuerpo se erizara del temor y la furia. Lo último que recordaba era haberme encontrado con el príncipe Mingyu y haberme desmayado en sus brazos. Al despertar, mis heridas estaban cubiertas con vendajes y me hallaba recostado en la paja de las caballerizas.
Cuando esta tarde vi en el umbral de la puerta a Arsen, quise desaparecer de la vergüenza de saber que él había presenciado todo. Y me sorprendí al ser tan incrédulo de pensar que Arsen se alejaría de mí, cuando lo único que hizo al verme, fue abrazarme y estallar en llanto junto a mí. Ni una sola palabra salió de su boca y no hubo necesidad cuando sentía todos sus pensamientos y emociones a través de su cuerpo, con su aroma a frutas inundando mis fosas nasales y abrazando todos mis temores y vergüenzas.
—¿Ya te acostumbraste al calor? —hablé en voz baja a pesar que solo él estaba allí. Paró de leer y dejó su libro a un lado para mirarme.
—No tanto —negó con su cabeza—. Odio cuando se me pega la ropa al cuerpo.
Esbocé una débil sonrisa y retiré las hebras grises de su frente.
—¿Quieres regresar a Invierno?
Pasaron unos segundos en donde su mirada se entristeció y pequeñas lágrimas se deslizaron por su sien.
—Extraño el frío —susurró—. Extraño comer los pastelitos de limón mientras leo. Extraño despertar cada mañana corriendo por el palacio para salir a recibir la nieve. Extraño a Yoongi —su voz se quebró— a Tzuyu y a mi tío —hizo una pausa mirándome con sus ojos azules cristalizados—. Quiero volver, Kookie.
El corazón se me apretujó al escucharlo hablar de sus recuerdos con tanto fervor. Le sonreí como pude y traté de darle algo de esperanza con mis palabras.
—Todavía tienes a tu hermano, él te acompañará —acaricié su cabello y me detuve cuando el omega negó con la cabeza.
—Mañana se irá de nuevo a su corte. Además... —sus lágrimas fluyeron de nuevo— él dijo cosas sobre mí... sobre los omegas. Él cree que ser omega es malo.
