Mi Mejor Accidente [Providencia I]

15 - Actitudes violentas

Nuevo día, nuevas oportunidades y experiencias.

Desperté algo aturdida porque mamá tuvo que levantarme; me había quedado totalmente dormida a pesar de la alarma.

-Ale, llegarás tarde, ¡vamos, levántate! -me llamó desde la puerta.

-Ya voy, mamá, buenos días -respondí, tratando de despertarme.

-Buen día, pero se te hace tarde, ¡vamos!

-Sí, sí, ya iré a arreglarme.

Me dirigí al baño y, en un rato, ya estaba lista. Bajé a desayunar con mis padres; ya casi era hora de irme. En el camino, pasé a recoger a mi mejor amiga, que vive a pocas calles de mi casa.

-¡Hola, Alejandra! -me saludó con una sonrisa.

-¡Hola, pequeña!

-Se nos hace tarde, como siempre.

-Sí, sí, ya voy, jefa.

Leo y yo nos dirigimos juntos a la escuela.

La mañana comenzó con clase de deportes, así que primero pasamos por el salón para dejar nuestras cosas y cambiarnos al uniforme. Estas clases las recibimos en el exterior de la escuela, al aire libre.

A lo lejos, pude ver a mi guapo novio, con el cabello despeinado por el aire y una camiseta negra que le quedaba increíble. Estaba del otro lado de la cerca, ya que no podía entrar al campus. Le guiñé un ojo, y él me devolvió la mirada. Mientras Leo y Ari buscaban el balón en el departamento de deportes, Alisson y yo nos quedamos solos en el campo.

-Por fin a solas. ¿Cómo has estado? -preguntó Alisson, sonriendo.

-Bien, Alisson. ¿Y tú? -intenté sonar un poco seca.

-Muy bien, la verdad.

-Me alegro -respondí, sin mucho interés, distraída mirando a Liam.

-¿Podrías dejar de mirarlo por un momento? -dijo Alisson, en tono de broma.

-Perdón... Dime, ¿qué querías decir?

-Nada, olvídalo.

-Está bien...

Justo cuando iba a darme la vuelta, una pelota salió de la nada y me golpeó, haciéndome tambalear. Por suerte, Alisson me sostuvo justo a tiempo antes de que cayera al suelo.

-¿Estás bien? -preguntó, preocupado, mientras me ayudaba a estabilizarme. Nuestras caras estaban tan cerca que podía sentir su respiración.

Y, por supuesto, vi a Liam observándonos desde la distancia con una expresión seria.

-Sí, gracias, Alisson -dije, incómoda, mientras me soltaba.

-No tienes nada que agradecer.

-¿Qué está pasando aquí? -La voz de Liam sonó de pronto, y al mirarlo, vi el enojo en su cara.

-Liam, deja que te explique... -empecé a decir, tratando de calmarlo.

Pero antes de que pudiera terminar, Liam se acercó a Alisson y le dio un golpe en el rostro. Alisson cayó al suelo y su cara comenzó a sangrar. Alisson se levantó rápidamente, dispuesto a devolver el golpe, pero Liam lo esquivó con facilidad.

-¡Basta, paren! Liam, si vas a seguir golpeándolo, tendrás que hacerlo conmigo primero. Pareces una maldita bestia -le grité, colocándome entre ambos.

-¡Alejandra, quítate del medio, por favor! -gritó Liam, y me estremecí.

-No me apartaré. Esta no es tu forma de ser, Liam, cálmate, por favor.