19 -Separando Caminos

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—Hey, Alejandra —escuché la voz de mi novio que venía desde atrás.

—Sí, dime.

—Te amo.

—Yo más a ti, Liam —y lo abracé muy fuerte.

Este amor era la prueba del amor de dos jóvenes que, para muchos, no sería para siempre. Algunos creían que nuestra relación era pasajera, que solo éramos una pareja de momentos. Pero no se daban cuenta de que el amor no tiene edad, ni momento perfecto, ni puede ser simplemente un pasatiempo. Era yo, Alejandra Smith, quien sabía que sin Liam Scott, mi vida ya no sería igual.

Después de pasar un tiempo maravilloso juntos, riendo, abrazándonos y compartiendo besos llenos de amor, el cielo comenzó a oscurecerse. Las sombras del atardecer se alargaban sobre la playa, y el frío de la noche comenzaba a hacerse notar. Decidimos que era momento de regresar a casa. Caminamos de la mano, disfrutando de los últimos destellos del sol que se escondía en el horizonte, pintando el cielo con colores cálidos.

Decidimos regresar a casa.

—Ya llegamos, amor —dijo Liam rodeando un brazo por encima mío.

—No quiero que te vayas —hice una leve mueca.

—¿Qué más quisiera que estar contigo siempre?

—Es mejor que te vayas de una vez, porque creo que si no lo haces ahora no te dejaré ir.

—¿Lo dices en serio? —me dedicó una mirada retadora.

—Vete ya —y dejé un beso en sus labios.

—Saludos a mis suegros.

—Aprovecha por ahora —y lo miré chistosa.

Liam me abrazó una última vez, y pude sentir su corazón latiendo contra el mío. Susurró algo que no pude entender del todo, pero que quedó grabado en mi alma. Finalmente nos separamos, y con un último beso nos despedimos. Mientras lo veía alejarse, su silueta se fundía con la noche, llevándose consigo una parte de mi corazón.

Al abrir la puerta, me encontré con mis padres esperándome en la sala. Mamá y papá me miraron con una curiosidad palpable, casi como si fueran amigos adolescentes esperando detalles de una aventura amorosa.

—¡Cuéntanos todo! —exclamó mamá con una sonrisa, mientras papá asentía con entusiasmo, sus ojos brillando de interés.

Me senté en el sofá, sintiendo la emoción burbujear dentro de mí. Empecé a narrar el día, cada momento especial que había compartido con Liam.

Cada vez que mencionaba la palabra "beso", los ojos de papá se abrían como platos, reflejando una mezcla de sorpresa y preocupación paternal. No podía evitar sonreír al ver su reacción.

—Y entonces, nos besamos en la playa, justo cuando el sol se estaba poniendo —dije, tratando de no reírme de la expresión de papá.

Papá tosió nerviosamente, sus ojos aún más abiertos, pero mamá se inclinó hacia él y le dio una palmadita en el brazo, sonriendo con comprensión.

—Tranquilo, cariño, es normal en la adolescencia. Todos hemos pasado por eso —le dijo con suavidad.

Continué contando mi día, cada detalle haciéndome más y más emocionada. Mamá me escuchaba atentamente, asintiendo y sonriendo, mientras papá trataba de mantener la compostura, aunque no podía ocultar del todo su desconcierto cada vez que mencionaba algo relacionado con el afecto.

Finalmente terminé mi relato, sintiéndome liberada al haber compartido todo con ellos. Mamá me abrazó y me dijo que estaba feliz de que hubiera pasado un buen día, mientras papá, aunque aún un poco aturdido, me sonrió y me dio un beso en la frente. Me di cuenta en ese momento de lo afortunada que era por tener padres que, a pesar de sus preocupaciones y reacciones divertidas, siempre estaban ahí para escucharme y apoyarme.

Mi Mejor Accidente [Providencia I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora