La noche seguía su rumbo, y la emoción del inicio se mantenía viva entre nosotros.
Continuamos el juego. Esta vez le tocó a Tyler, y fue Melissa quien le preguntó.
—¿Verdad o reto? —Él eligió cumplir un reto.
—Te reto a que, cuando la botella gire de nuevo, le digas un cumplido a quien sea que le toque —dijo Melissa.
—De acuerdo —respondió Tyler.
La botella giraba una y otra vez. Todos esperábamos, invadidos por la incertidumbre de saber quién sería la persona elegida. Casi me desmayo cuando vi hacia quién apuntaba la botella.
—Alejandra, esta noche estás de suerte —comentó Melissa.
—Hazlo de una vez para terminar más rápido —dije, tartamudeando un poco por los nervios.
—Tyler, improvisa —añadió Paola, una chica del otro campamento.
Tyler se acercó lentamente, y todos nos miraban.
—Eres muy guapa y el sueño de cualquier chico —dijo Tyler mientras observaba mis labios con atención. Segundos después, se alejó.
Todos se quedaron en silencio; podía sentir el asombro en el aire. En ese penoso momento, miré hacia el chico misterioso y noté una expresión de frustración en su rostro.
—Sigamos —repitió Tyler.
Jugamos hasta aburrirnos de la actividad. Entonces decidí seguirle la pista al joven misterioso, atractivo, con carácter y algo solitario.
—Creo que tenemos una conversación pendiente —me dijo mientras me tomaba suavemente del brazo para detenerme.
—No, creo que todo está claro, chico misterioso —le respondí, sintiéndome a punto de colapsar.
—Empecemos desde el inicio. Me llamo Liam.
Incluso su nombre tenía que ser encantador...
—Supongo que ya sabes mi nombre.
—Claro. Alejandra, ¿verdad? Tengo 18 años, ¿y tú?
—Tengo 17.
—Quería pedirte perdón por aquella noche. No fue mi intención molestarte. Te pido disculpas.
—No te preocupes, y para tu tranquilidad, no se manchó lo que llevaba puesto.
—Me alegra mucho —dijo acercándose un poco más.
Corazón, por favor, ¡contrólate! Ya ni siquiera sabía el significado de la palabra "control". Cada vez que tenía a este chico delante, sentía que viajaba a un universo paralelo. Carraspeó un poco y se alejó.
—¿Qué tal la fiesta? —preguntó sonriendo mientras pasaba su mano por la cara.
—Muy buena, la verdad. ¿Tú cómo te la pasas? —dije, intentando calmar mi respiración acelerada.
—Genial, aunque le falta algo para ser estupenda.
¿Qué quiso decir?
—¿Cómo qué? —me atreví a preguntar.
—Esa mirada profunda de la chica bonita y una pequeña sonrisa.
¿Acaso quería confundirme? Sin pensarlo mucho, sonreí.
—Eso era justamente lo que quería —susurró en mi oído antes de salir de mi campo de visión.
Regresé con el grupo y noté a Leo conversando con una chica. No quise interrumpir su momento. Todos parecían estar disfrutando de la noche. En ese instante vi a Alisson venir hacia mí, compartiendo un live en sus redes sociales. Le hice una señal para que terminara el video en vivo.
—¿Hey, Ale, qué cuentas? —me saludó.
—Hola, chico —dije, dándole una palmada en el hombro izquierdo—. Todo bien, ¿y tú?
—Te sonará raro, pero acabo de conocer a una chica guapísima.
—Me alegra mucho por ti. Con el tiempo, recibirás todo lo bueno que mereces.
—Sí, la verdad... aunque no puedo olvidarla —dijo, mirándome fijamente.
—No sé qué decirte. ¿Has pensado en decirle a esa chica lo que sientes?
—Justo lo estoy haciendo —me soltó de golpe.
Me quedé paralizada. Tenía sospechas, pero aún esperaba que fuese otra persona. ¿Acaso el chico tímido estaba cambiando? No quería lastimarlo; es muy lindo, pero no podía sacar a Liam de mi cabeza.
—Alejandra, eres tú. No quería decírtelo, pero... —Alisson comenzó a hablar, y lo interrumpí.
—Alisson, no quiero hacerte daño. No es mi intención —le dije, confundida.
—No lo harás; solo dame una oportunidad.
—No puedo —di un paso atrás.
—¿Acaso hay alguien más? —preguntó, levantando las cejas.
—Yo... no... —titubeé.
—Vale, entiendo —dijo con los ojos llenos de lágrimas.
—Alisson, no quería que esto pasara...
—Solo quiero decirte algo.
Se acercó a mí.
—Nadie va a sentir por ti este amor que yo siento —susurró antes de alejarse.
Aproveché para revisar mi celular. Tenía notificaciones en WhatsApp, pero mi cabeza no estaba lista para atender nada. Decidí marcharme sin levantar sospechas.
Al llegar a mi habitación, me cambié a ropa más cómoda para acostarme. Había experimentado una mezcla de emociones en una sola noche. Solo quedaban unos pocos días en el campamento, y los recuerdos de esos momentos permanecerán siempre.
Decidí actualizarme en redes, ya que últimamente he estado algo ausente. Poco después, me ganó el sueño.
Hice mi típico estiramiento matutino al despertar. Revisé el celular y vi que tenía alrededor de ocho mensajes de Leo, pidiendo explicaciones sobre por qué no lo esperé para regresar juntos la noche anterior. Le respondí y le conté lo sucedido. Aún no estaba en línea, así que me fui a arreglar para ir a desayunar.
El desayuno estaba delicioso, y pensaba en qué hacer hoy, hasta que recibí un mensaje de un número desconocido.
Desconocido:
-¿Hola, niña bonita? ¿Qué tal si damos un paseo hoy?Por sus palabras, supe que era Liam. ¿A qué juega este chico?
Yo:
-¿Liam?Desconocido:
-Exacto, te espero en el lago a las 10 de la mañana. No tardes en llegar.¿Qué voy a hacer? Decidí reaccionar de la forma más lógica.
Yo:
-Ahí estaré.Desconocido:
-Espero por ti.Lo agregué a mis contactos como "Chico Misterioso". Terminé de arreglarme y me fui a mi pequeña "cita".
<<<Hola, hola! Espero que estén bien. Muchísimas gracias por todo el apoyo a la historia. Aquí tienen otro capítulo, ¡espero que lo hayan disfrutado tanto como yo! <3>>>
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Mi Mejor Accidente [Providencia I]
Romance¡ESTAMOS EN PAPEL EN AMAZON! ¿Por qué siempre debemos soñar con cuentos de hadas? ¿Por qué insistimos en pensar que todo sería perfecto? ¿Por qué nos limitamos a imaginar solo momentos de alegría y no de tristeza? Vivimos en un mundo donde la perfe...