16: Secuelas de un pecador

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...y el perdón que no se entrega.

y el perdón que no se entrega

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Adara.

El dedo índice de Declan se desliza por toda mi columna vertebral en una caricia lenta.

Después de follar dos veces más, me quedé un poco dormida en la camita de su celda, él me cubrió las piernas y el culo con una manta y se acostó a mi lado.

Estoy boca abajo, con una mano bajo la almohada y la otra a un lado de mi cuerpo.

Declan continúa con sus caricias en mi espalda y yo me relajo.

—Joder —pronuncio en voz alta.

—¿Qué pasa? —pregunta, confundido.

—No me había percatado de lo incómodas que son estas camas —Declan suelta una risa divertida.

—Lo es —concuerda.

—Follar no estuvo mal pero notas las incomodidades cuando no estás cachonda.

—¿No estuvo mal? —, me da una nalgada fuerte y jadeo—. Te corriste tres veces, eso es mucho más que un "no estuvo mal"

—He tenido mejores —no es cierto, pero él no tiene que saber eso.

Introduce su mano bajo la manta y me aprieta una nalga antes de darle otra bofetada.

—Habrá que hacerlo hasta que cambies de opinión, ¿qué dices? —me levanto, una sonrisa pequeña se dibuja en mis labios, y me coloco encima de su cuerpo.

La manta cae y quedo desnuda pero no me importa, no soy tímida con mi cuerpo, Declan me rodea la cintura con los brazos y yo coloco ambas piernas flexionadas a cada lado de sus caderas.

—Estoy de acuerdo —me inclino y lo beso, lentamente esta vez.

Declan me acerca colocando una mano en la nuca y con la otra acaricia mi cabello.

Me alejo y vuelvo a colocarme a su lado.

—¿Qué edad tienes? —me pregunta.

—¿Por qué tan curioso? —él se mueve, se apoya en su brazo y su costado para poder mirarme a la cara, lo imito y quedamos frente a frente.

—Quiero conocerte —sus ojos grises me examinan.

—Veintisiete —respondo sincera.

—Eres joven para tener tantas responsabilidades —lo miro.

—¿A qué edad debería tener responsabilidades, entonces?

—Solo digo que esta cárcel es... demasiado. Supongo que ves y haces cosas horribles todos los días.

—Sí, y no me arrepiento. Me gusta lo que hago y no es demasiado, es como cualquier otra empresa... solo que estoy oculta y nadie me conoce.

Él asiente levemente.

El Diablo Está Cerca (+21) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora