Capítulo XIII

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- ¡Imbécil! ¿Sabes cuánto acabo de pagar por él? si se muere perderé mi dinero y sabes bien que yo nunca pierdo, bruto malnacido- El hombre que acababa de llegar a la habitación donde estaba desmayado First vio al chico tirado inconsciente y pensó que el perro de la madame lo había matado, así que en medio de la ira por perder la inversión que acaba de hacer sacó su 9mm semiautomática con adornos de oro y disparó justo al centro de la frente del hombre que había dañado su mercancía.

Los hombres del Diablo y de la madame acudieron armados hasta los dientes a la celda de castigo y bajaron sus armas cuando vieron que había sido Max quien había matado al perro.

- Sean útiles por primera vez en sus vidas y lleven al chico al auto, debemos salir de inmediato a casa del Doctor, pero con cuidado basuras, no pienso manchar de sangre mi cojinería por culpa de la idiotez de la escoria que acabo de matar - sus guardaespaldas cubrieron a First con la sábanas y lo cargaron fuera del edificio, Max subió a su auto y a First lo transportaron en la camioneta de sus escoltas. Lo llevaron a casa del doctor de confianza que El Diablo usaba para casos como éstos pero las heridas de First eran tan graves que tuvieron que llevarlo a una clínica donde el personal se dejó chantajear para no reportar el caso ni registrar al joven para que permaneciera irrastreable.

- ¿Dónde estoy? - Fiat tosió un poco al tratar de hablar pues habían tenido que intubar y había estado con respirador artificial por dos días.

El jóven aún adolorido abrió los ojos y la luz de la habitación lo encegueció, hizo otro intento y pudo observar una bonita habitación, po

355r la ventanilla de la puerta podía ver al personal del hospital yendo de un lado a otro. miró sus manos y tenía una vena conectada a una bolsa de solución salina con un nombre extraño escrito a mano, vestía sólo la bata del hospital y aún le dolía para acomodarse en la camilla, que aunque era suave, por las heridas en su espalda se siente como si tuviera espinas.

- Hola First, qué alivio! pensé que no despertarías! - First vio la silueta de la persona que entró a la habitación pero no pudo alegrarse de escucharlo.

- Maldito seas Tul, ¿por qué dejaste que me secuestraran? ¿sabes lo que me hicieron en ese lugar? ¡Pensé que moriría! ¡Yo te consideraba mi amigo, malnacido cobarde! - First sintió tanta rabia al ver a quien prácticamente lo entregó a sus secuestradores que si hubiera podido se hubiera levantado de la cama y lo habría matado.

- No podía hacer nada First, ¡Perdóname por favor! Sé que pedir perdón no cambia todo lo horrible que viviste por culpa de ese miserable pero créeme, no había nada que yo pudiera hacer, entiende es muy poderoso First, podría acabar conmigo con una llamada, no puedo perder todo lo que he conseguido, ¡no puedo! - Las palabras de Tul estaban llenas de sinceridad pero no lograban consolar a First que lloraba y temblaba a causa de la rabia y la frustración.

- Además ¿Quién crees que te sacó de ahí?, yo no podía rescatarte de ahí, así que hice un trato con el único que podía - Tul estaba diciendo que él lo había rescatado pero su rostro no se veía como alguien que está orgulloso de lo que acaba de hacer, First lo notó y no dudó en preguntar.

- ¿Qué hiciste Tul, cómo fue que lograste que me sacaran de ahí? - First estaba seguro que la respuesta no le gustaría pero aún así debía saber a qué se enfrentaba.

- Sé que me vas a odiar aún más de lo que me estás odiando ahora Fist... Amigo, ahora eres propiedad de El Diablo, sé que tú sabes qué significa eso porque él mismo me dijo que trató de reclutarte varias veces mientras estudiabas, sólo él podía sacarte de ese lugar y él te compró Frist, vivirás en tu casa, seguirás yendo a tu trabajo y visitando a todos tus amigos y familiares pero eres de su propiedad - Tul trató que First conociera los detalles del trato pero su amigo parecía perdido en su mente.

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