CAPÍTULO XXV

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MARATÓN, Capítulo 3 de 3

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MARATÓN, Capítulo 3 de 3.  

La mañana del día más crucial de sus vidas había llegado, El sol entró por los grandes ventanales de la habitación, se sentían los pasos de los empleados en el primer piso de la mansión, ambos hombres seguían desnudos acostados uno muy cerca del otro. Mew abrió sus ojos con un poco de dificultad, sentía el cuerpo como si le hubieran dado una paliza la noche anterior y técnicamente era así, Gulf había absorvido cada gota de energía de su cuerpo durante horas y horas del mejor sexo que había tenido en su vida.

Mew se dio una ducha y se puso unos jeans negros, una camiseta de algodón gris y unos tenis cómodos, debía estar listo para hacer parte de la operación  y no quería sentirse sofocado por su ropa. La ropa que eligió lo hacía ver mucho más joven que la ropa formal que solía usar para ir al trabajo. 

- Despierta mi niño, debo irme, debo reunirme con San y sus hombres a las 2:00 pm y aún debo hablar de algo contigo antes de irme- Las palabras de Mew despertaron al somnoliento Gulf, que estirándose y refunfuñando entre las sábanas parecía un gat...

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- Despierta mi niño, debo irme, debo reunirme con San y sus hombres a las 2:00 pm y aún debo hablar de algo contigo antes de irme- Las palabras de Mew despertaron al somnoliento Gulf, que estirándose y refunfuñando entre las sábanas parecía un gatito, nada que ver con el dominante chico que lo torturó la noche anterior.

- Me daré un baño y bajaré enseguida- Gulf no había logrado escuchar todo lo que Mew, estaba demasiado embelesado viendo a su novio con el cabello aún húmedo, sus jeans gastados y su apariencia tan relajada, que parecía que se trataba de otra persona, pero alcanzó a preocuparse por el tono en el que le estaba hablando.

Gulf se dio una ducha, salió del baño con una toalla alrededor de su cintura y se regañó a sí mismo por no preguntarle a Mew dónde habían quedado guardadas sus cosas. Se acercó al gran armario con el que contaba la habitación y escogió algunas prendas que estuvieran acorde con el caluroso día que hacía afuera, encontró los jeans que empacó y tomó una camiseta blanca de Mew, sus tenis y dejó su cabello despeinado para bajar y no hacer esperar más al teniente. 

Cuando Gulf bajó las escaleras trató de recordar el camino por el que entraron a la casa, pues había visto un gran comedor antes de llegar a las escaleras, así que salió en esa dirección y encontró a Mew hablando por celular, de espaldas, mirando ...

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Cuando Gulf bajó las escaleras trató de recordar el camino por el que entraron a la casa, pues había visto un gran comedor antes de llegar a las escaleras, así que salió en esa dirección y encontró a Mew hablando por celular, de espaldas, mirando hacia las afueras de la casa y podía saber que estaba discutiendo algo serio por los movimientos de sus manos y la pose de autoridad que tenía su cuerpo. Nunca se cansaría de ver esa espalda, era su parte favorita del cuerpo de Mew, parecía una gran muralla que lo protegería de cualquier cosa que le quiera hacer daño. 

- Mew. ¿pasa algo? - Gulf no quería interrumpir pero el tono de voz de Mew había subido y en su voz se notaba algo de molestia.

- Nada grave mi niño, sólo que necesito que todo esté coordinado para esta noche, y sobre todo necesito garantizar tu seguridad y eso me pone un poco tenso.- Gulf se acercó a él y lo abrazó, no sabía si sería suficiente para calmar su ansiedad pero era lo único que podía hacer en ese momento, el policía siempre ha estado para él cuando más lo ha necesitado y él se esforzaría para también apoyar a Mew en todo lo que pudiera.

- Estaré bien, me iré a casa y esperaré noticias de la operación, quienes deben cuidarse son ustedes, estamos atacando no un pez gordo sino una manada de ballenas, son hombres muy poderosos y ustedes son las caras visibles de este plan. - Gulf estaba preocupado pero también confiaba plenamente en las habilidades de Mew, sabía que era meticuloso y cuidadoso en todo lo que emprendía y eso le daba cierta calma. 

-No mi niño, no irás a ese apartamento, te quedarás aquí, ellos no pueden hacerte nada si estás en una propiedad de mi familia, ya viene en camino el equipo de seguridad, con ellos estaba hablando, sólo estará aquí el personal más confiable y ellos cuidarán de ti mientras todo pasa, además, hay otro asunto del que te quiero hablar, anoche cuando salí de la habitación también llamé a mis abogados, para organizar todo el asunto de nuestro matrimonio y para anunciarles que tu eres mi pareja, en caso que algo me pase esta noche, todos mis bienes pasarán a tu nombre - Los ojos de Gulf se abrieron de par en par.

- Pero ¿estás loco?, no Mew, no puedo aceptar eso, tu familia va a pensar que soy un cazafortunas, además ¡NO TE ATREVAS A MORIR ESTA NOCHE!, no te lo permito- Gulf tenía a Mew sujetado por la camiseta, sus lágrimas corrían por sus mejillas. 

Mew apretó el abrazo, dejó que Gulf se calmara, tomó su mentón para hacerlo verlo a los ojos.

- Mi niño, estoy tomando medidas preventivas, no quiero que quedes desprotegido en caso de que algo salga mal, pero te juro que haré todo lo que tenga a mi alcance para volver a ti, eres mi todo Gulf y no voy a dejar que esos bastardos me separen de ti, además mira... - Mew tomó la mano de Gulf y besó el anillo que llevaba puesto en su dedo anular - Eres mío y yo soy tuyo al igual que todo lo que tengo, no tienes que prestarle atención a eso, con suerte mañana a esta hora estaremos juntos de nuevo y podremos vernos envejecer juntos - 

Gulf estaba aferrado a la cintura de Mew, su respiración se hizo más y más lenta, por lo que Mew supo que se estaba tranquilizando. Ambos estuvieron así por unos minutos, luego se sentaron en un pequeño sofá al lado de la ventana y Mew le contó a Gulf los pormenores de la operación, cómo había recibido la noticia de que las imágenes de las SD eran suficientes para emitir al menos 50 órdenes de arresto sin embargo a San le había tocado amenazar a sus superiores con que alguien de los medios de comunicación (refiriéndose a Up) había recibido una copia como respaldo y que si no emitían dichas órdenes, harían públicas las imágenes entre las cuales estaban sus rostros.

San realmente no sabía si sus jefes estaban involucrados pero dada su reacción emitiendo todas las órdenes solicitadas y además dándole más personal y equipo para realizar los arrestos era casi seguro que así era y sólo estaban tratando de mantener sus pellejos ilesos. Claro que le hicieron prometer a San que no los involucraría a ellos. 

El personal de la casa entró al comedor con toda clase de comidas picantes, las favoritas de Gulf, y algunos platillos occidentales para Mew; así que ambos se limpiaron las lágrimas, y Mew condujo a Gulf a la gran mesa de ocho puestos, lo sentó a su lado y disfrutaron del desayuno en silencio. Mew tomó una mochila que previamente le entregó uno de los guardias que había llegado para la protección de Gulf, lo besó y salió del lugar. 

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Espero que hayan disfrutado de esta maratón de 3 capítulos. 

Gracias por  sus estrellitas y comentarios. Los quiero mucho 

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