Gulf pasó las siguientes horas llevando su currículo a todos los avisos clasificados que encontró en el periódico y en internet, sin embargo no tenía mucha esperanza de ser contratado pues para los trabajos de medio tiempo preferían a los jóvenes estudiantes y para empleos relacionados con su profesión le preguntaban qué había estado haciendo los últimos dos años y al responder que había estado encarcelado era descartado inmediatamente.
Llegó la hora de la cita con su oficial supervisor y justo a la hora tocó la puerta de la pequeña oficina ubicada en la comisaría de Siam, el antiguo centro de la capital. Desde que se dirigía a su cita estaba inquieto, retumbaban en su cabeza las palabras de su amigo – El oficial Suppasit se veía bastante afectado cuando te vio temblando en la cama, por eso me atreví a dejarte a su cuidado – Podría ser que le importara a alguien como él, que lo veía como un desecho de la sociedad?
Mew estaba sentado en su escritorio, con un vacío en el pecho que no podía descifrar, toda su vida la ha dedicado a prepararse para ser policía como su padre y cuando lo logró se concentró tanto en el trabajo que no tuvo tiempo de abrirle su corazón a nadie, y tampoco sintió la necesidad de compañía, hasta que se vio reflejado en los ojos color nuez de ese chico con aspecto de rudo pero que tuvo la oportunidad de ver llorar entre sueños a causa de todo lo que había vivido en ese horrible lugar del que salió el día que lo conoció. Un instante bastó para que ahora sus días se dividieran extenuante papeleo, búsqueda de los ex –convictos furtivos, y anhelar saber si Gulf Kanawut está bien.
Gulf se llenó de valor y abrió la puerta de la oficina, encontrándose de frente con el Teniente Suppasit, que más parecía un cachorro ansioso que un oficial de libertad condicional.
- Me estaba esperando Teniente Suppasit? dijo Gulf con honesta sorpresa, haciendo que el policía se tensara al verse descubierto.
- Claro que sí señor Kanawut, al fin y al cabo ya era hora que se reportara conmigo, no es así? - contestó el policía tratando de esconder la felicidad que sentía al ver llegar al joven ex presidiario
Gulf entró a la oficina y se dispuso a escuchar lo que tenía para decir su supervisor en su primera sesión después de salir libre, pero Mew sólo echaba un vistazo a su expediente así que esperó mirando por la ventana que daba a la calle con vista a uno de los centros comerciales más grandes de la ciudad.
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Soy Libre
Hayran KurguEn un mundo post pandemia, en la sexta cárcel más hacinada del mundo, El Bangkok Hilton, como lo llaman los extranjeros, está por ser liberado un chico que lleva aquí algo más de 2 años y que nunca podrá volver a sentirse libre.... o eso creía él ha...