En un mundo post pandemia, en la sexta cárcel más hacinada del mundo, El Bangkok Hilton, como lo llaman los extranjeros, está por ser liberado un chico que lleva aquí algo más de 2 años y que nunca podrá volver a sentirse libre.... o eso creía él ha...
- Mew, ¿Ahora visitas borracho a tus casos? - Dijo Gulf sin ningún interés por despertar al policía aunque no se veía muy cómodo en el frío piso del pasillo.
- ¿Dónde estabas Gulf? ¿De dónde vienes a esta hora? - Mew se levantó de repente y tomó a Gulf por la cintura obligándolo a entrar a prisa al apartamento -
- Cálmate Mew, vas a despertar a mi amigo, no le quiero causar más incomodidades, vengo de trabajar - Dijo Gulf tratando de tranquilizar al policía que se veía como una bomba a punto de explotar, aunque sabía que su amigo se había quedado con Kao esa noche, Mew no lo sabía y podía usar eso para tratar que se calmara.
- Contéstame Gulf! ¿Qué tipo de trabajo estabas haciendo? y ¡No me mientas! qué ya alguién te delató - Mew tomó a Gulf por los hombros y lo puso contra la pared de la sala esperando una respuesta que apaciguara su ira; pero Gulf no podía entender de qué le hablaba, estaba entrando en shock al ver la actitud de su oficial de libertad condicional y al escuchar esas palabras, él no había hecho nada malo.
- ¿Esto es un interrogatorio Teniente Suppasit? entonces no sé de qué diablos me habla, no sé qué le dijeron pero yo no he quebrantado la ley y si no me cree entonces vas a tener que matarme porque ni loco vuelvo a ese infierno del que salí- Gulf no tenía intenciones de seguir peleando, la noche había sido muuy larga y ahora tenía que lidiar con un Mew borracho que lo estaba acusando de quién sabe qué cosas. Estaba cansado, frustrado y sobretodo muy decepcionado del estúpido policía que no cree en él. Tiró en el sofá el bolso que traía y de él salió su cámara.
Mew al ver que los ojos de Gulf se llenaron de lágrimas volteó hacia el sofá y vio la cámara que casi caía al suelo, la detuvo y volvió a mirar al más jóven, entendió que no podía ser verdad lo que dijo el testigo que se acercó a su oficina en la comisaría. así que se calmó, respiró profundo y pasó sus manos por su cara soltando al chico que inmediatamente cayó sentado aferrándose a sus rodillas y llorando. Otra vez había herido el corazón de la única persona que había amado, se volvió a llenar de ira pero contra sí mismo, y le dio un gran golpe a la pared.
- Mierda Gulf, de verdad no sé qué hacer contigo, a quién ofendiste para que un testigo falso fuera a mi oficina a testificar que estabas trabajando la prostitución?, Lo siento de verdad, enloquecí de celos al pensar que estarías en brazos de otros hombres, es la primera vez que siento algo por alguien, nunca había tenido tiempo ni había sentido algo más que atracción ni por mujeres ni por hombres de mi círculo social. Aunque sé que no es excusa que valga para enmendar la forma en que te he tratado, quiero que sepas que lo siento, y que no volverá a suceder - Mew no se atrevía a un a mirar a Gulf a los ojos, Gulf seguía acurrucado en el piso entre Mew y la pared de su apartamento, y podían escucharse los sollozos de su llanto, pero al escuchar lo que Mew dijo acerca de un testigo dispuesto a decir que se estaba prostituyendo sólo le vino un nombre a su memoria.. Max Nattapol.
Gulf se secó las lágrimas de los ojos y levantó su mirada hacia Mew. Cuando sus ojos se encontraron el chico pudo ver el arrepentimiento y la confusión en los ojos del teniente Suppasit, así que se levantó con cuidado y quedó entre los brazos de Mew que estaba aferrado a la pared como si sintiera que se desplomaba, secó las lágrimas del policía, tomó su rostro entre sus manos y lo besó. Mew sintió que le volvió el alma al cuerpo cuando sintió el roce de los labios de Gulf con los suyos, eso era todo lo que necesitaba para volver a respirar, llevaba demasiados días sin oxígeno en sus pulmones así que suspiró tan profundo que Gulf hizo una risita burlona al ver su reacción. Gulf tomó a Mew de la cintura y dando pequeños pasos lo sentó en el sofá y se retiró un poco para tomar algo del buró de la sala.
- ¡No te vayas! - dijo Mew haciendo un puchero
- No voy a ninguna parte Mew, sólo atenderé la herida de tu mano y para eso necesito el botiquín - Para Gulf era divertido ver a Mew en ese estado de indefensión, cuando el resto del tiempo siempre parecía un superhéroe a punto de salir a una misión.
Gulf limpió las heridas que Mew se provocó en su mano, la vendó y dio unos cuantos pasos hacia la cocina ya que escuchó gruñir su propio estómago mientras curaba al teniente; pero Mew tenía otros planes, lo abrazó por detrás y lo llevó directo a la habitación.
- Mew tenemos que hablar de las acusaciones que me están haciendo, déjame preparar el desayuno - dijo Gulf mientras recibía los besos de Mew tirado en la cama.
- Te necesito Gulf, te necesito para respirar, para sentirme vivo, para poder luchar contra lo que vayamos a pelear, sólo déjame sentirte mío y te prometo que seré quien pelee esta guerra – Dijo Mew con una voz de súplica que hizo que Gulf sintiera que todo su cuerpo se estremecía.
Gulf tomó el cuello de Mew con ambas manos y lo acercó para besarlo en respuesta a su petición, Mew recibió el beso y trató de besar al chico con la mayor delicadeza posible, no quería volver a herirlo, quería borrar todos los recuerdos desagradables de sus actitudes anteriores, sólo anhelaba cuidarlo y protegerlo, pero se sorprendió al sentir cómo Gulf aceleró el ritmo del beso, abrió un poco su boca y sintió cómo su lengua se paseaba entre sus dientes provocando corrientes de electricidad que llegaban hasta sus pies acabando con su poco autocontrol. Gulf aprovechó que el policía sólo podía sujetarse con una mano, así que de un sólo movimiento lo puso debajo de él, besó su cuello primero suavemente y luego empezó a dejarle sentir la humedad de su lengua sólo con pequeños roces que hacían que Mew se estremeciera, suficiente motivación para ambos, se confundieron en un vaivén de besos y caricias, se despojaron de la ropa que les quedaba y entonces el policía volvió a tener el control de la situación, siguió besando los labios de Gulf y se detuvo un momento para observar su cuerpo brillando por el sudor y se detuvo cuando vio su pene casi erecto, lo tomó con la mano que no tenía lastimada y empezó a subir y bajar al ritmo que imponía el chico con el movimiento de sus caderas, el cual iba en aumento.
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- No mi niño, aún no, déjame entrar en ti para que lleguemos - Mew le susurró al oído a Gulf y siguió besándolo su boca y disfrutando del sabor de su lengua, mientras preparaba al chico para su entrada, como no estaba en su casa no sabía si el más jóven tendría lo necesario y no quiso arruinar el momento preguntándole por lubricante, Gulf entendió sus dudas sólo con mirarlo, así que tomó los dedos anular y medio de Mew, y los introdujo en su boca lamiendo y succionando sin dejar de mirar a los ojos del teniente, se sentía tan bien, que Gulf gimió
- Oh mi niño eres tan hermoso, te sientes tan bien - dijo Mew en el oído de Gulf mientras introducía los dedos previamente humectados con su saliva.
Gulf se arqueaba y tiraba su cabeza hacia atrás, estaba a punto de estallar de placer, y sintió cómo el pene de Mew meterse en su entrada, haciendo que se arqueara aún más para dejarlo entrar más fuerte y más profundo. Cuando Mew llegó al punto de placer de Gulf empezó a embestirlo con fuerza, entraba y salía del chico, mientras sentía como salía líquido preseminal de Gulf y mojaba su vientre, lo deseaba tanto, fueron tantos días sin poder verlo a los ojos por la vergüenza de lo que había pasado, sólo quería estar así para siempre, ambos aceleraron el ritmo y no pasó mucho para que ambos soltaran un suspiro de placer y cayeran dormidos uno al lado del otro.
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Mis queridos lectores, hubo reconciliación!!!!
Después de ésta pequeña calma tendrán que pelear contra un gran enemigo pero disfrutemos del momento.
No olviden dejarme sus comentarios, estoy aprendiendo y cada día quiero ser mejor para ustedes.