Capítulo 5

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Hace algunos años Cider Ingenierías se había asociado con una multinacional extranjera en Alemania que se encargaba de efectuar alguna de las maquinarias que empleaban, Marcos efectuaba la ingeniería inversa y podía llevar a cabo la misma maquinaría sin la intervención de los alemanes, eso había hecho que cada día emplearan más los recursos que ofrecían ellos como empresa nacional y menos lo extranjero.

Pese a eso, había mucha dependencia aun en términos de los repuestos, por lo que él estaba convenciendo a sus jefes de que invirtieran también en eso, para cada día ser más independiente de los alemanes y poder ofrecer los servicios sin que se vieran obligados a pausar sus actividades a la espera de los alemanes.

Ese tipo de iniciativas lo habían catapultado en la empresa y era visible como un líder, se podría decir que a nivel profesional se sentía bastante realizado, era la mano derecha de su jefe, quien a su vez era la mano derecha del dueño de la empresa: Germán Unzué, un empresario que se había convertido en uno de los dos hombres más poderosos de la Argentina y en uno de los más ricos del mundo. Entre sus empresas se contaban: cadenas de radio y televisión, fábricas de gaseosa, concesionarios automotrices, consorcios de ingeniería y arquitectura y equipos de fútbol.

En ese momento él hacía arribó con su única hija mujer: Estela Unzué, una mujer alta, pues medía casi el 1.80, toda piernas ella, delgada y rubia, contrario del padre que era un poco más bajo que ella y más si como era el caso Estela usaba zapatos de tacón, la mujer era filantrópica, empleaba casi todo su tiempo en la fundación que tenía su padre y recogiendo dinero para los más necesitados, de hecho ella era la directora de la fundación.

En ese instante los convocaban a una reunión porque Estela tenía un nuevo proyecto y se requería que algunos de ellos hicieran parte, evidentemente por el mismo salario y echando más carga a su jornada laboral porque habría que cumplir en los dos lados, la manera como decían las cosas, le hacía pensar a Marcos que no era opcional.

En apariencia Estela nunca daba la impresión de ser una piba mimada, pero lo era, detrás de esa apariencia altruista y de su interés por los "menos favorecidos", había una muñeca a la que papá le daba todo el gusto y eso los incluía a ellos como mano de obra, así que bueno, el altruismo de Estela se le convertía a él en trabajo forzoso y más horas traducidas al mismo salario.

Algo era cierto de la percepción de Marcos sobre Estela, efectivamente ser la única mujer le daba ventaja sobre sus tres hermanos varones, su papá si la consentía más, sobre todo porque era la menor y la que había crecido sin mamá, además el blanco de sus hermanos, ya que solían culparla por la muerte de su madre, Estela se le parecía a ella, ambas rubias y altas, aunque su madre había sido de origen canadiense.

Pero habían muchas cosas que Marcos desconocía, aunque la vida de Estela en apariencia estaba en los tabloides, como el hecho de que pese a sus aires filantrópicos ella había estudiado finanzas, así que si bien le gustaba ayudar a otros, nunca desconociendo que hasta la caridad requería ser bien manejada, después de todo era un negocio, aunque fuera sin ánimo de lucro.

Para el público en general también era asequible su vida personal, al menos para los que leían revistas, se sabía que su novio era un detective de la policía con rango de Mayor, precisamente el jefe de la unidad de homicidios de la policía federal, en Buenos Aires. Lo que no sabían los tabloides eran los pormenores de esa relación, eso desde luego Marcos no estaba enterado, ni le interesaba enterarse, él sólo pensaba en que la filantropía de ella representaba para él más horas de trabajo.

Saber de Estela siempre dependía del interlocutor, su entrenador de tenis diría que era competitiva y perfeccionista, algo similar diría el del gimnasio, mientras que su gurú de yoga y espiritualidad, la describiría como un ser de luz, bastante zen capaz de tener una experiencia entre el cuerpo, la mente y el corazón.

EL JARDÍN DE LOS TULIPANESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora