AMOR EN EL KINDER (FINALIZADO)

CAP 12: Ruptura del enlace

Después de un largo rato de hablar, y de bajar la tensión, todos volvieron a la habitación del cenizo, incluidos los menores (acompañados de Kirishima) que eran los que más ansías tenían por ver a su madre.

Los héroes para este momento estaban por retirarse, ya que sus labores aún proseguían, pero antes de marcharse tenían que decidir qué hacer con Izuku, ya que Mitsuki no quería que estuviera ahí; Todoroki e Iida no sabían a donde llevar a su amigo con su turno aún activo.

- Abuela, deja que se quede...Izuku-nii hace que mamá este feliz – rogó Eri.

- Sí, Izuku puede ayudar a cuidar a mamá – apoyó Katsuma.

- Pequeños...no creo que... - contestó triste Mitsuki.

- Tía Mitsuki, por favor, yo prometo no molestar, de verdad quiero estar con Kacchan, no les causaré problemas – hizo una reverencia – por favor permítame estar aquí – suplicó con sinceridad.

Ante aquella petición la mujer quedó un poco asombrada del pequeño Alfa, y aparte, cuando volteo a mirar a su esposo omega, notó que este le miraba en señal de darle una oportunidad, había sido derrotada con tantas miradas bonitas (autora-san: te tal palo tan astilla ¿no creen?), suspiró y sólo asintió en aprobación; todos los cachorros celebraron alegres.

El pequeño momento feliz fue interrumpido, Kacchan comenzó a retorcerse del dolor y a gruñir, absteniendo sus gritos; los padres inmediatamente llamaron a las enfermeras y al doctor. Los niños retrocedieron aterrorizados por lo que veían, se abrazaron entre ellos, pero Izuku lo sintió con su olfato, Katsuki olía a dolor, estaba sufriendo, algo en su sueño lo estaba lastimando.

Tomó una silla, subió hasta la camilla, se sentó al lado del cenizo, puso su mano en la cabellera del contrario y comenzó a acariciarlo mientras le susurraba:

"Tranquilo Kacchan, estamos aquí, estoy junto a ti..." – repitió y repitió, hasta que la respiración del cenizo se regularizó, y todo su cuerpo quedó con una sensación pacífica, lo siguiente que pasó dejó sin palabras a los padres de Katsuki, los ojos del pecoso brillaban como esmeraldas resplandecientes, las orejas y cola de su lobo interior se mostraron, e igualmente las orejas y cola del omega se habían mostrado, mientras se aferraba fuertemente.

Esto duró solamente 5 minutos, después todo regresó a la normalidad; e Izuku no tenía idea de lo que había sucedido, no sabía que decir ante todas las miradas, incluidas las de las enfermeras y el doctor.

- Perdón...fue...no sé qué...me pasó...yo...Kacchan olía triste y últimamente mi cuerpo se mueve por sí solo – se decía confundido ante la situación.

- Midoriya...tú... ¿tú puedes oler a Bakugo? – preguntó el Doctor.

- Mmm...sí... ¿ustedes no? – mencionó confundido.

Todas en la habitación negaron, a excepción de los cachorros, que a esa edad no se daban cuenta de esas cosas, hasta que manifiestan su género.

- Será mejor que hablemos tranquilamente en otra parte – le indicó el doctor al pecoso, y con una señal incluyó a los padres.

Todoroki e Iida estaban tan estupefactos por lo que hizo Deku, pero le preguntarían en otro momento, ya debían irse; mientras tanto Kirishima se volvió a quedar con los cachorros, aunque antes decidió dirigirle otra mirada al Alfa bicolor, le producía un flujo eléctrico a todo su cuerpo, de tal modo que le daba escalofríos pero no de mala manera.

(...)

- Joven Midoriya, ¿qué sabe sobre los destinados? – interrogó el doctor.

- Mmm...en la escuela escuche hablar que es la unión de un Alfa y Omega de manera predeterminada, sus instintos y sus lobos interiores no pueden negarse entre ellos, pero que eso sólo sucede en 9 de cada millón de personas, es casi imposible encontrar a tu destinado hoy en día – respondió.