Izuku (Alfa) de 8 años tuvo una breve pero hermosa infancia junto Katsuki (Omega) de 4 años, pero por cuestiones de trabajo de su madre, tuvieron que mudarse a Estados Unidos, donde comenzó su preparación para convertirse en el actual héroe no. 1 a...
"Su sonrisa, la risa de aquella pequeña bolita de carne fue lo primero que perforó mi corazón de un amor que jamás había experimentado antes en mi vida, ni siquiera con mi Alfa.
En nada se le compara a aquella alegría cuando cargué a mi hijo por primera vez. Su cabello rizado y color café claro; sus brillantes ojos carmesí como los míos, sus pequeñas manitas, su pequeño y regordete cuerpo de recién nacido, fueron cosas que conmovieron mi ser hasta las lágrimas.
Amé cada parte de mi pequeño cachorro...el inicio de mi pequeña familia estaba comenzando, con mi Alfa habíamos platicado que querríamos más cachorros, la idea me emocionaba.
Recuerdo su llanto cuando pedía leche o que no podía dormir, recuerdo como quedaba dormido plácidamente en mi pecho después de comer, recuerdo claramente la primera vez que entre balbuceos dijo "mamá" una y otra vez, no pude con ello, lloraré de felicidad; recuerdo sus primeros pasos, la forma en que caminó a su papá y de regreso conmigo.
Todo su primer año lo recuerdo tan claramente cómo si aún siguiera en aquellos días.
Me embaracé a la mitad de mi carrera de héroe, pero mi Alfa decidió seguir a mi lado a pesar de todo, tuvimos que dejar la escuela, noscasamos mientras estuve en cinta, no nos apuraba la marca, lo haríamos en un momento adecuado que quisiéramos.
Cuando mi cachorro cumplió un año, se corrían rumores de la profesión de mi Alfa, que era un villano, alguien que mataba a sangre fría por diversión; pero callé todos aquellos rumores, no permitiría que hablaran mal de mi esposo; a pesar de que a veces le notaba unas conductas extrañas, jamás nos había levantado la mano o gritado; por ello confiaba plenamente en él.
Hasta esa tarde, tuve que cubrir un turno muy pesado en mi trabajo, pero no estaba preocupado, mi Alfa se había quedado a cuidar a nuestro cachorro; compré cosas para la cena y volví a casa.
Mi Alfa no me recibió, vi que estaba trabajando en su estudio, dijo que nuestro cachorro estaba descansando, fui a revisarlo a su habitación, me extraño que dormía en una posición un tanto extraña, lo levanté para acomodarlo, y sentí sangre saliendo de su cabecita, todo mi cuerpo se estremeció, lo levanté con mucho pánico llamando su nombre, me asustó saber que no recibí respuesta alguna.
- Cariño, está bien, tranquilo – se acercó tranquilamente mi Alfa, rodeándome en un abrazo.
- ¿Pero qué? -.
- Estaba molestándome con su lloriqueo, atendía en una llamada importante, por accidente usé mi peculiaridad y se estrelló contra la pared – exhaló – pero no te preocupes...podemos hacer otro – sonrió de lado a lado aquel Alfa al que yo llamaba esposo.
Pude sentir con cada palabra salida de su boca, como si algo dentro de mí estuviera por explotar y al mismo tiempo se hubiera roto.
- Unbreakable... - susurré en un hilo de voz con el alma profundamente rota y la sangre hirviendo dentro de mí, mi cuerpo se endureció en su punto máximo.
Peleé contra mi Alfa...contra aquella persona que tanto yo amaba, con la que confié ciegamente, con aquella persona con que el futuro parecía deslumbrante y hermoso; lo destruí, mi cuerpo con cada movimiento que daba hacia mi amor, rompía alguna parte de él, claro que el tampoco no se contuvo, fue hasta ese momento que vi al monstruo con el que yo estaba viviendo; en un momivimiento lo hice caer y con ambas manos juntas en un puño golpeé duramente su cabeza, uno...dos...tres...en el ultimo golpe pude escuchar un "pop" como cuando a truenas una uva con los dedos, su cabeza se había roto, abriendo todo su contenido y dejando salir todos sus cesos, pero incluso con eso no me detuve, mi cuerpo no podía mantenerse en tranquilidad, hasta que todo parecía que se había hecho una papilla y el suelo había hecho un "crack" de lo roto que estaba todo; me faltó el aire, respiré aspera y pesadamente, haciendo un esfuerzo recordar como era respirar, fue que todo después se fue viendo más claramente...
Lo que había llamado hogar por más de tres años se había hecho polvo, destruimos todo, el techo se había derrumbado, y un instantaneo "click" cruzó rápidamente mi mente, con las piernas tambaleantes caminé a mi casa, moví algunos escombros, busqué tan desesperadamente a mi hijo.
Parecía que el destino quería proteger su cuerpo, pues estaba perfectamente acostado en su cama, los escombros hicieron un cueva para él, no había más heridas que la que estaba dentrás de su cabeza, con la almohada bastante ensangrentada; lo tomé en mis brazos de nuevo, besé su carita fría y algo gris, la besé tan amorosamente, susurrandole cosas bonitas, esperando que con ello despertara y me dijera algo, cualquier cosa en ese momento para mí sería suficiente, acaricié su melena, lo puse en pecho y comencé a arrullarlo, mientras lágrimas rebeldes comenzaban a llenar la carita de mi cachorro, sin más grité como nunca antes en mi vida, sentí al instante el ardor en mi garganta por mí desgarrador llanto.
Me di cuenta en lo había perdido todo...simplemente ya no había nada más que se pudiera romper dentro de mí, ese día entre mis lágrimas y gritos, dejé mi alma plasmada en ese momento en la fría noche, sosteniendo el cuerpo sin vida de mi hijo; ese día, morí junto a ellos...me volví sólo un cascaron andante que espera la muerte con ansias..."
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Kirishima despertaba de golpe y agitado de aquel ¿sueño?...no era su pasado persiguiendolo día tras día. Buscó desesperado en su baño sus medicamentos para los ataques y la depresión que surgían de aquellos recuerdos; arrinconado lloró desconsoladamente, su único deseo era volver a abrazar a su pequeño.
"Casa de Bakugo"
Katsuki había narrado toda la historia de su amigo, y que estuvo en el psiquiátrico, no quería decir que ahí conoció a Eijiro, no se sentía en confianza de contar esa parte de su vida (Autora-san hay mijo, Izuku ya sabe :v)
- ¿Y por atacar a su Alfa terminó en el psiquiátrico? – cuestionó Izuku un poco molesto por aquella injusticia.
- No en realidad – comentó Bakugo – ingresó al psiquiátrico por pedido de sus papás, presentó lo que llaman "Trastorno de Estrés Postraumático", fue algo severo, no sólo dejo de comer o dormir, comenzaba a tener alucinaciones de ver a su hijo, les preocupaba que cayera en la demencia, y se culpara por siempre de todo lo sucedido ese día; por ello entró al psiquiátrico – terminó de decir y después recogió todas las tazas de café – así que mitad-mitad, será mejor que te rindas y busques otro omega – hizo una mirada filosa y amenazante al Alfa.
Pero Shoto durante toda la historia no cambio la expresión de su rostro, no es que no estuviera impresionado, a diferencia de Izuku se estaba conteniendo con aquella rabia.
- Temo que no podré rendirme Bakugo... - se levantó del sillón e hizo un ademán en salir – es mi Omega Destinado, lo menos que haré será rendirme, estaré a su lado sin importar que nunca sea nada para él, yo seguiré a su lado – abrió la puerta – con permiso, me retiro, buenas noches – salió sin nada más que decir.
- Oye el idiota no ira de acosador al pelo de mierda, ¿verdad? – le preguntó un poco preocupado y molesto pero Izuku sólo sonrió nerviosamente; la verdad es que ni él sabía que estaba pasando por la mente de su amigo.
