AMOR EN EL KINDER (FINALIZADO)

CAP 26: Reconciliación y declaración

Estuvieron un largo rato sentados en silencio en la enfermería, Izuku podía oler que Kacchan sentía impotencia, tristeza y enojo por su cachorro, quería aliviarlo de otra manera, pero no sabía cómo, sólo han estado tomados de la mano desde que entraron.

Una que otra vez Mahoro y Katsuma cruzaban miradas, un tanto entre penosos y alegres, Izuku los notó y también se avergonzó, pero Kacchan era el único que no se daba cuenta de lo que pasa, su mente está enfocada en Kota.

- Todo estará bien Kacchan – lo consuela Izuku para tranquilizarlo, y que su feromona ya no fuera tan preocupante, pues lo hacía sentirse ansioso – ya que despierte, lo llevaremos a un chequeo con el médico como dijo tu madre, ¿qué te parece? – le susurra al oído tan naturalmente como si fuese algo que hicieran a diario, el cenizo no se sintió incomodo o avergonzado con aquel acto, simplemente le gustó la sensación del roce de los labios del Alfa en su oreja, después recargó su mejilla en el hombro del pecoso y Midoriya le correspondió recargando su cabeza también.

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Después de casi dos horas en camino por demasiado tráfico, un cansado y exaltado Kirishima llegaba a la academia Sparrow, la escuela está en su totalidad vacía, ya pasa del horario normal de clases, se acercó a la recepcionista preguntando por Bakugo, y le informó que se encontraba aún en la enfermería.

Apresuradamente fue hacia el lugar, esperando que talvez no estén juntos, de modo que tal vez se libre del posible regaño infernal por parte de la Alfa; rezaba a los dioses que en verdad no hayan entrado juntos.

Cargando en brazos a Eri que se había quedado dormida en el camino, llegó al pasillo de la enfermería, y como si estuviera custodiando el pasillo, la Alfa muy malhumorada yacía parada esperando al omega pelinegro. Se estremeció al verla, está jodido, lo matará, cavará una tumba y lo enterrará ahí.

- Así que...Eijirou-kun... - caminó lentamente haciendo resonar sus tacones al ritmo del corazón de Kirishima - ¿por qué mi hijo está con Izuku? Recuerdo haberte pedido en el hospital que por nada del mundo permitieras que se juntaran – lo intimidaba con su feromona.

- ¡Mitsuki! – le llamó Masaru - No voy a permitir que le hagas esto a Kirishima-kun, él no tiene por qué estar sobre Katsuki todo el tiempo, ¿y por qué te molesta tanto que haya llegado con Midoriya-kun? – le regaña.

- Pe...pero Masaru...ese Alfa...no es digno para nuestro cachorro – debatió a pesar de que ama a su esposo omega, no iba a permitir dejarse dominar tan fácil en un tema tan delicado e importante para ellos.

Adentro en la enfermería empezaron a escuchar los altos susurros y voces no entendibles, pero algo era seguro, Kacchan distinguía la feromona de discusión de su madre, aunque le causó curiosidad el porqué estaba peleando en pleno pasillo, es muy estricta en no mostrar su feromona en la escuela.

Al salir, vio a sus padres discutiendo, a Kirishima asustando entre ellos, y a su pequeña Eri, completamente dormida y con saliva saliendo de su boca. La escena en otra circunstancia le hubiera parecido cómica, pero por alguna razón en ese momento nada le causaba gracia y menos lo que escuchó de su madre.

- KATSUKI NO PUEDE ELEGIR NINGUN ALFA, ES DEBER DE NOSOTROS BUSCARLE UNO – le gritó a Masaru ya en su punto más alto de enojo.

- ¿Y por qué no puedo elegir a mi Alfa? – le interrogó, y el alma a ambos padres se les fue hasta el suelo del susto.

Izuku quedó a unos pasos atrás de Kacchan cuidando a Mahoro y Katsuma, quería poder hablar y dar su opinión pero su instinto le decía que nada en esa conversación le correspondía, al menos no todavía.