AMOR EN EL KINDER (FINALIZADO)

CAP 34: Amando todo de ti

Voces siniestras comenzaron a perturbar su sueño.

"No eres digno" "No eres digno" "Somos grotescos" "Defectuoso" "Defectuoso" "NO CUMPLIÓ SU PROMESA" – la última voz gritó tan terroríficamente que Katsuki se levantó de golpe bañado en sudor, trató de regular su respiración, poco a poco asimiló el lugar donde está, ya que al principio pensó que tal vez se encontraba en aquel psiquiátrico que tanto odio.

Miró los muebles y supo que era la habitación de invitados de su casa, giró su mirada en la cama, ahí está Izuku durmiendo plácidamente a su lado; en cuanto acarició la mejilla con pecas una la lluvia de recuerdos atacó su mente sobre lo que había pasado unas horas antes, tapó su boca con su mano, ahogó un grito al recordar que lastimó a sus cachorros y al pecoso.

La voz de Shinso resonó en su mente "no eres digno de nada"... las lágrimas rodaron tan violenta y tristemente, se hizo bolita en la cama por la amargura de la verdad de aquellas palabras.

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Izuku se removió en la cama, tanteo el lado donde había dejado al cenizo, pero al sentir vacío su lado dio un salto, miró la habitación pero no se encontraba ahí, fue al baño de su habitación pero esta vació, bajó a la cocina, fue a la sala, al estudio, al jardín y el cenizo no se encontraba en ninguna parte.

"Tal vez está en su habitación" – le cruzó este pensamiento rezando porque estuviera ahí, subió volando, verificando la habitación y el baño, pero no está.

Siente que enloquece, la inyección calmó el celo del omega, pero no había terminado, imaginando que pudo haber salido en tal estado, la preocupación aumentó más, su lobo interior rasgaba por dentro, un Alfa que ha perdido a su omega en pleno celo es algo imperdonable, está por salir despavorido en busca del cenizo, y antes de cruzar la puerta, escucha el chirrido de una puerta entreabriéndose.

Se paralizó un poco, en un lado de las paredes parecía haber surgido una puerta que se escondía con el decorado de la habitación, se acercó y le llegó una ligera brisa, abrió completamente la puerta y había una escalera estilo caracol que llevaba a alguna parte oculta de la casa, su mente hizo un "click", al recordar la habitación que Mahoro le había mostrado antes en su refugio, sin dudarlo bajó y después de unos minutos se topó con otra puerta que también está entre abierta.

Se escuchaban sollozos, ese sonido estremeció al pecoso, abrió la puerta de un golpe, lo siguiente que vio lo dejó impactado, la cómoda y tranquila habitación que había visto antes, está ahora destruida, hay ropa desgarrada y desordenada en toda la habitación, el nido de antes está disuelto, los pocos muebles que antes había están destrozados, en medio de todo esta Katsuki arrodillado y con una mirada tan molesta pero con lágrimas recorriendo todo su rostro, Izuku no sabe cómo procesar lo que está viendo, ya que lo que entiende es que cuando un Omega destruye su propio nido es porque se está negando y reprochando lo que él mismo es, es un estado depresivo que se ve en muy pocos omegas.

- Kacchan... - susurró entre preocupado e incrédulo.

Katsuki al voltear y ver al Alfa, se le congela el corazón, toda la sangre hirviente de su cuerpo, se enfrió en un punto sin retorno, pero no puede evitar castigarse por lastimar a los que ama.

- Tu... ¿Qué diablos...? ¿Cómo llegaste aquí? – preguntó agresivamente el omega, sin poder procesar lo que sucede, tal vez ese Izuku no es más que una de sus alucinaciones, aunque en su estado no podía saber que era real y que no... se había excedido con las pastillas, se excedió en suprimir su celo, y se excedió en el trabajo, está en un punto de colapso.