CAP 31: Convivencia

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Pasaron 2 semanas, durante estos días Izuku estuvo a cargo del cuidado de los menores, quienes para este punto ya están más que acostumbrados y familiarizados con tener la presencia del peliverde en casa, al inicio les costó un poco sobre todo al Alfa, no sabía nada de niños pero con la paciencia de Katsuki y de Mahoro ha podido progresar mejor de lo que se esperaba.

- Un momento... - paró su lectura en la sala de estar – entonces...cuando Kacchan está así de ocupado, ¿ustedes se quedaban solos en casa? – se quedó intrigado.

- Nop – contestó Mahoro prosiguiendo con su tarea en la mesa de la sala.

- Mamá pedía a un chofer especial llevarnos a su escuela – continuo Katsuma, pasó su tarea a Izuku para ser revisada.

- El viejo hacia que nos quedáramos ahí a esperarlo, taaan aburrido – completo Kota, está acostado en el suelo leyendo.

- Luego volvíamos a casa todos juntos – concluyó Eri feliz dibujando a un lado de Mahoro.

- Vaya... debía ser algo muy cansado... – susurró Izuku, sintió un poco de pena por Kacchan, pero la sensación desapareció rápidamente, está enfocado en ahora ser un apoyo para el omega.

El Alfa pecoso está feliz de que en la agencia de héroes pudieran modificarle un poco su horario, en la mañanas iba a la revisión de casos y reportes que se pudieran presentar; las tardes las tenía libres, y algunas noches está alternado entre patrullajes o descansos, lo que le ha permitido pasar el mayor tiempo con Katsuki y los cachorros.

- Oye viejo... ya es hora – le habló Kota sacándolo de sus pensamientos.

- ¿En serio? – miró su reloj - ¡oh! Cierto, entonces arreglémonos para el entrenamiento – le avisó Izuku.

- ¿Podemos ir nosotros también Izuku-nii? – Eri hizo ojos de cachorro, detrás de ella están Mahoro y Katsuma haciendo la misma mirada pero a su manera.

- ¡Claro!, pero recuerden no decirle a Kacchan que hemos estado practicando para mejorar sus quirks, o el realmente me matará – les recordó a los menores, quienes asintieron felices.

Después de que se arreglaron con ropa más deportiva, subieron al área de entrenamiento, Izuku con su quirk de látigos negros movía todos los aparatos de gimnasio que tiene Katsuki, y despejaba el área completamente, para que los menores tuvieran una mayor movilidad y destreza.

Le gusta comenzar con ejercicios de calentamiento y estiramiento, las primeras clases el pecoso moría de ternura por las expresiones que hacían los cachorros por intentar estirarse; y después pasaba individualmente a asignar un entrenamiento con cada cachorro.

Quien había mostrado un poco más de progreso era Kota, pues tenía un poco más de días, ya había logrado mantener en control su quirk, y le sorprendió también que puede desarrollar distintas destrezas con él agua, no sólo moldearla a lo que su mente proyecte, sino que también puede controlar cualquier tipo de líquido mientras tenga una pizca de H2O.

Después Mahoro fue otra de sus sorpresas, la menor desde pequeña ha estado entrenando su quirk, y hasta este punto se hecho duplicados de casi cualquier cosa, Izuku más bien la está entrenando para ver cuánto es su límite, hasta ahora se ha cansado con la creación de 6 clones pero va en progreso.

Y por último Katsuma y Eri, por su edad y por sus quirks lo ha puesto entrenar y fortalecer más sus cuerpos, además de que Izuku le tiene un poco de miedo al quirk de Eri, no quiere tener un accidente (otra vez) y ser un niño pequeño o un bebé; así que ha preferido enseñarles simples ejercicios de defensa propia.

Después de una hora y media de la mezcla de entrenamiento con juegos, caen rendidos y cansados, para este momento la alarma en el reloj del pecoso suena, y esto le indica que Katsuki está por llegar y en poco rato comienza su patrullaje.

Les indico a los cachorros que se fueran a bañar, y aprovecho para hacer él lo mismo; a pesar de haber empezado a vivir en la casa, aún siente un poco de incomodidad por usar el baño o el cuarto de Katsuki cuando él no está así que sigue instalado en la habitación de huéspedes. Al terminar de ducharse, bajó a la cocina a preparar algo sencillo, ya que veía la hora 8:30pm y el cenizo seguía sin responderle sus mensajes, imaginó que tal vez volvería más tarde, pero no quería dejar solos a los menores, por lo que se puso un poco estresado.

- Mahoro ¿te ha respondido Katsuki? – le preguntó a la menor desde la cocina.

- No, es un poco extraño, no suele tardar en responderme – decía mirando su teléfono – talvez viene manejando y por eso no pueda contestar – intento aliviar su nerviosismo y él del pecoso.

- Si, tienes razón – se tranquilizó y sonrió alegremente - ¿qué les gustaría cenar? – pregunto a los cachorros.

- ¡HOTCAKES! – dijeron a unísono.

La cena fue agradable, con charlas y pláticas de su día de escuela, y aunque Izuku tenía que mantener un semblante tranquilo y alegre, por dentro está muy preocupado por el cenizo; su alarma volvió a sonar, faltaban 15min para comenzar su patrullaje cuando la cena termino y se encontraba lavando los trastes.

Arregla su mochila con su traje, y algunas cosas extras, estaba por salir cuando vio a Mahoro sentada en las escaleras mirando fijamente hacia la puerta; el Alfa pecoso pudo ver que su rostro mostraba preocupación.

- Mahoro – la llamó para que lo mirase - ¿está todo bien? Los mande a dormir hace 10 min – dijo mirando su reloj.

- Nee Izuku... - habló sin despegar la mirada de la puerta – tengo miedo... - habló bajito pero se pudo entender – lo cambiaste todo, y aún no sé si es bueno o malo, pero mamá hizo esta pequeña brecha como ahora, y me da miedo...no puedo estar cercas de él, no sé si está bien, si le pasó algo o si... - se formó un nudo en su garganta – no me gusta estar separada de mamá...si le pasa algo o muere, no quiero otra mamá o papá, quiero que siga siendo él... - sollozo un poco.

El corazón de Izuku se conmovió en demasía, bajó su mochila al suelo, y abrazó a la menor.

- No te preocupes, sé que no sirven mucho las palabras, te puedo asegurar que mientras yo respire no les pasará nada, Kacchan sólo se retrasó eso es todo, no te preocupes ¿vale? – limpio las lágrimas de la menor y después le dio un beso en la frente.

Ese acto tomó desprevenida a la menor, lo que hizo que se sonrojara, pero regresó el abrazó con más fuerza al pecoso, e Izuku se sintió feliz por esta reciprocidad. Estuvieron así un rato cuando escucharon al auto estacionarse, Mahoro sonrió feliz y se dispuso a abrir la puerta.

Y Deku tomó de nuevo sus cosas, un hormigueo seguía presente en la sensación de seguir abrazando a la menor, está muy feliz por el avance que ha tenido con la menor.

En el marco de la puerta, revolvió un poco sus cabellos a modo de cariño, bajó las escaleras y vio a Katsuki  con ojeras negras, un poco desarreglado, con una cara bastante malhumorada, pero tenía un olor extraño...más bien, no olía a nada y eso era bastante raro, pero seguramente es por el cansancio, después lo regañaría por no responderle los mensajes.

- Te guardé la cena en el refrigerador, y ya todos están dormidos... bueno a excepción de Mahoro que quiso esperarte – le dijo, se puso su gorra, y beso a Katsuki en los labios, y el cenizo no correspondió el beso.

Se le hizo extraño, pero no tenía tiempo de pelear o algo, así que emprendió su vuelo hacia el trabajo, ya iba tarde.

- Izuku – le llamó Mahoro ya con Izuku en el aire – ¡te quiero! – habló fuerte.

- También yo – contestó el pecoso y sus corazones se agitaron emocionados y felices.

Ninguno de los dos notó el semblante pálido y dolido del cenizo, está por colapsar.


AMOR EN EL KINDER (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora