-Rabia, era lo único que podía sentir. Me sentía como un maldito animal rabioso sin control, no podía disimularlo.-
Solo tienes que calmarte, busca la solución.-Me dije a mi mismo mientras me lavaba el rostro. Hoy iba a ser mi primer día dando clases, eso no me tenía nervioso, todos esos inútiles son irrelevantes para mí, excepto Arabella. Ella era la culpable de que todo se alborotara en mi interior, pero a la vez calmaba todo.-
-Me dirigí hacia el salón de pociones 5 minutos antes de que comience la clase, al entrar, ella ya estaba ahí, tan puntual como siempre. No noto mi presencia ya que estaba leyendo un libro sobre la materia.-
Buenos días señorita Crouch.-La salude con un tono firme pero cálido, quería que este cómoda conmigo. Ella levantó la vista de su libro y una pequeña sonrisa se instalo en su cara. No te vuelvas loco Tom.-
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Buenos días, profesor Riddle.-Devolvió el saludo educadamente con su suave voz. Cualquier cosa proveniente de ella me hacia caer ante sus pies.-
-No logré entablar una conversación con ella porque comenzaron a ingresar más estudiantes, entre ellos estaba incluido Avery. Al entrar vio a Arabella, se sento a su lado y la saludo con un beso en la mejilla, casi exploto.-
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-No podía explicar como alguien tan correcta, elegante, simpática como ella podía estar con un desastre como el, no pegaban ni con el hechizo más fuerte.-Desvíe mi mente de eso y comencé con la clase.-
Buenos días alumnos. Me presento, soy el profesor Riddle, Tom Riddle. Espero que todos se tomen enserió la materi...-Antes de que pueda terminar de hablar alguien entro al salón, se iba a joder. Para mi sorpresa era alguien a quien iba a disfrutar jodiendo.-
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