Días después...
Narra Arabella.
Estamos de luna de miel con Tom, todo era perfecto. Está noche iríamos a un mini festival estilo playero.
--¿Ya estás lista querida?.--Pregunto Tom acercandose al vestidor.
--Si, vamos.--Dije sonriendo mientras me acercaba a darle un beso. Un rato después ya nos encontramos disfrutando de las hermosas playas. Luego de un rato decidimos comer, Tom me dijo que vaya encargando la comida mientras el buscaba algún lugar con buena vista para sentarse.
Estaba esperando a que me atendieran cuando de repente siento una presencia muy cerca mío.
--Hola, hola ¿estás sola preciosa?.--Me dijo una voz masculina prácticamente al oído, cuando me di vuelta ví que era un chico rubio.
Me aleje de el y le respondí.--No, no estoy sola vine con mi esposo.--Queria que se aleje lo más pronto posible, si Tom veía que un hombre estaba entablando una conversación conmigo no me iba a ir para nada bien.
--Bueno, tu novio debe ser muy estúpido para dejar sola a una chica tan bonita como tú.--Dijo acercandose de nuevo.
--Mi esposo no es ningún estúpido, maldito idiota. Será mejor que te vayas antes de que...--De pronto sentí una presión en mi antebrazo y mi cuerpo se congeló. Al darme vuelta me encontré con la cara furiosa de Tom mirándome fijamente, podría jurar que estaba temblando del enojo.--Tom, le estaba pidiendo que se aleje...--Antes de que pueda terminar de hablar la presión se intensificó.--Tom...me lastimas.--Dije susurrando con la esperanza de que me suelte, sentía que iba a partir mi brazo.
--Oye amigo, tu esposa me estaba rechazando, no tienes por qué molestarte con ella. En todo caso es mi culpa.--Dijo el chico rubio a Tom cuando se dió cuenta de la situación.
--Tu no me dices que hacer con mi maldita esposa.--Escupió Tom hecho una furia.--Nos vamos a casa, ahora.--Dijo mientras tiraba de mi. El chico intento intervenir pero solo le di una mirada haciéndole entender que así va a empeorar las cosas, al parecer la entendió y solo me miró con lastima.