¡Contenido +18 al principio del capítulo, si no les gusta pueden saltarlo!
Narra Tom.
Estuve esperando a Arabella en su habitación, la tuve en mi cabeza todo el maldito día y lo único que quería en este momento era hacerla mía. Luego de un rato entro a su habitación y pego un brinco cuando me vió.
--¡Tom!, me asustaste, ¿que haces aquí?.--Dijo entre risas mientras acomodaba sus cosas, yo solté una leve carcajada por el susto que le di.
--Solo tenía ganas de verte querida, sabes...estuve todo el día pensando en tí.--Le confesé con la voz un poco ronca. Ella se volteo a verme con una sonrisa retadora, había captado mi necesidad.
--¿Si? y dime ¿en qué pensabas exactamente?.--Dijo mientras sacaba su pijama de su armario, yo solo miraba atentamente cada movimiento que hacía. Me estaba provocando aproposito y lo estaba logrando a la perfección.
Suspiré e intenté mantenerme tranquilo por más que algo me estaba por explotar el pantalón.--En tí, ya sabes... tus besos, tu piel.--Ella termino de despojar su ropa quedando en un hermoso conjunto de lencería negro, se paró enfrente mío y se quedó observandome fijamente con sus ojos azules.
--¿Que pasa querido?, ¿te comió la lengua el gato?.--Dijo con una sonrisa, si quería provocarme ya lo había conseguido.
La tome de la cintura y la senté en su escritorio.--¿Sabes lo que provocas en mi?.--Le dije mientras dejaba besos en su cuello y clavículas.--Claramente esto no queda así.--Ella solto un suspiro y abrió sus piernas así quedé entre ellas.
--¿Entonces por qué te demoras tanto en tocarme?.--Sonrei ante su respuesta, es la primera vez que la escuchaba ser así y la verdad que me gustaba mucho. Ella me acerco poniendo sus manos en mi pantalón y haciéndolo desaparecer en un momento al igual que mi camisa, así dejandome solo en ropa interior. Me acerque aún más logrando que nuestras intimidades rocen sobre nuestra ropa interior, nos comenzamos a besar y la poca ropa que teníamos termino desapareciendo. Baje mis manos a su zona y comencé a estimularla, ella solo gemía en respuesta, era todo mi deseo verla de esa manera ante mí, expuesta y disfrutando mi toque, yo estaba provocando eso e iba a ser el único.Luego de un rato me deslicé en ella y ambos soltamos un suspiro, comencé de forma lenta disfrutando de cada sensación.