Simplemente perfecta

7

Al día siguiente me levanto con la sonrisa de oreja a oreja sabiendo que voy a decirle a mi jefa que tengo concertada la entrevista con el Amo. A veces he pensado que me lo propuso simplemente porque piensa que no iba a ser capaz de conseguirla pero aquí estoy, dispuesta a todo. ¿Todo? Después de una noche de sueños plagada de momentos lujuriosos con Nathan, me estoy pensando llegar a ese todo. Apenas compartimos unas horas pero algún poder de atracción debe tener para haberme provocado tener una noche entretenida.

Nora aparece con su escaso pijama, una camiseta de manga corta y unos pantalones cortos, en la cocina estirándose con ruidito incluido. Espero que no me pregunte nada sobre anoche porque si me mira a la cara se notará que algo estoy ocultando. No es que sea buena guardando secretos.

—Buenos días —me levanto y limpio la taza y la cuchara rápidamente.

—Mmmmm, odio trabajar. ¿Por qué no me haría Dios millonaria? —Empieza con el discursito de todas las mañanas porque no le apetece trabajar. Ethan entra en la cocina con aspecto agotado y la ropa de hace un par de días.

—Con ser atractiva y sexy no tienes suficiente, ¿eh? —Bromea el bombero apoyado en el marco de la puerta. Una despeinada Nora se gira y le saca la lengua junto al dedo corazón, Ethan se ríe y se despide de nosotras. Después de dos días enteros de trabajo lo único que le apetece es ducharse y dormir durante horas, como muchas veces nos dice. Me limpio las manos en el trapo, le doy un beso en la cabeza a Nora e intento salir de la cocina disparada.

—Eh, eh, no tan deprisa. Anoche saliste —me paro en seco en la puerta y procuro parecer tranquila.

—Eh... Sí... Bueno para variar llego tarde así que me voy echando leches.

—¿Con quién y adónde? —Con su taza de café en la mano comienza el interrogatorio.

—Pues por ahí...Ya sabes. Oye, luego hablamos Nora, que no llego, en serio —antes de girarme me agarra del brazo negando con la cabeza.

—No tan deprisa, me ocultas algo. Nos conocemos demasiado bien y sé que hay algo que no me cuentas. Desembucha, Soph —retiro la mirada pero ella que me conoce bien sigue haciendo presión hasta que me agarra por los hombros y me mira fijamente a los ojos. Debe ser alguna técnica que utiliza y se le da de muerte porque termino cantando como un papagayo.

—Estuve en el «Antro» hablando con un Amo —uff, como si me hubiera quitado un peso de encima me relajo aunque Nora me mira como loca y empieza a echarme la bronca del año.

—¡Joder, Sophie! ¿Sola? ¿Tú sabes que ese lugar es peligroso? No deberías ir allí sin mí. ¡Estuviste cinco minutos sola y casi te viola uno de esos tipos! ¡Y se te ocurre ir sola! ¡Joder Soph, podía haberte pasado cualquier cosa!

—Vale, relájate. Estuve un rato y encontré a una persona que fue bastante amable y agradable conmigo. Ya soy mayorcita, Nora. Y ahora si me disculpas, tengo que irme a trabajar. A ese trabajo donde mi jefa me pide una entrevista con un amo y de lo cual depende mi ascenso —. Cabreada como nunca salgo de allí, cojo mis cosas y me marcho dando un portazo. Ya le explicaré a Ethan cuando vuelva porqué le he despertado.

Pasan varios días y no coincido con Nora porque ha tenido turnos de guardia y yo he estado ultimando unos reportajes antes de comenzar con la entrevista con Nathan. No sé nada de él desde que me dio su tarjeta, ya va siendo hora. Le llamo pero no lo coge hasta que opto por dejarle un mensaje. Al poco recibo un mensaje de vuelta comunicándome que ha debido salir de la ciudad por asuntos de negocios y que tardará varias semanas en regresar pero me asegura que la entrevista se realizará. Me pasa el teléfono de un amigo suyo con el que podré hablar. Por un momento dudo si estaré igual de cómoda con otro que no sea él, aunque no puedo retrasar el trabajo así que acepto. Por desgracia no soy capaz de hablar con su amigo en persona, sino que tengo que conformarme con su secretaria que me cita en un café de la ciudad del que jamás he oído hablar. Por fin llega el momento...