Repasando el borrador que le tengo que entregar a la arpía que tengo por jefa mañana, recuerdo las miles de sensaciones que Allen me ha hecho sentir en dos simples encuentros. La primera vez con un simple roce me provocó suspirar y gemir con las cosas que me contaba pero ayer ni siquiera me tocó y me hizo sentir lo mismo: deseo, como nunca lo he sentido. Debo centrarme en el borrador y dejar de pensar en hombres que no están hechos para mí. En ese momento entra Nora por la puerta y dejo de pensar por un instante en Allen.
—Hola, Norita.
—Hola Soph —se tira en el sofá y se estira como un gato mientras la miro sin poder evitar reírme —. No te rías de mí que estoy muerta, literalmente.
—La verdad es que no tienes buen aspecto, ¿has estado trabajando toda la noche? —Le pregunto mientras abre la boca bostezando con ruido incluido.
—Sí, pero si te cuento en qué me vas a querer matar —contesta sentándose en el sofá, se quita las botas y se masajea los pies. Me alarma lo que ha dicho, la miro extrañada y empiezo el interrogatorio.
—Cuéntame donde estuviste anoche.
—Vale, pero antes de que digas nada piensa que es mi trabajo y hay ciertas cosas que debo hacer, me parezcan mejor o peor aunque déjame decirte que esta vez estoy encantada con realizar este trabajo —me suelta enderezándose en el sofá en posición de buda.
—Ahora me da más miedo lo que me vayas a decir.
—He empezado en un caso nuevo.
—Sí...
—Es un caso complejo porque se trata de prostitución ilegal y trata de blancas.
—Sí...
—Y estoy infiltrada como camarera en el Antro que es donde sospechamos que está sucediendo todo.
— ¡Qué! ¡Pero cómo te metes en eso! ¡Te has vuelto loca de remate! ¡Ay dios mío que te puede pasar cualquier cosa! ¡Definitivamente has perdido el poco juicio que te quedaba! ¡Siempre has sido una cabra loca pero jamás pensé que valoraras tan poco tu vida, Nora! —De repente estoy en mitad del salón gritándole directamente a la cara pero dado el carácter de amiga por un oído le entra y por el otro le sale.
—Cálmate porque estas cosas no se hacen a lo loco. Es un caso en el que llevamos trabajando meses, preparándolo hasta que ha llegado el momento de actuar. Si te llevé el otro día al Antro es porque ya sospechábamos del sitio, lo que no esperaba era que te iban a asaltar de aquella forma, si no nunca te habría dejado sola —y es cierto, Nora es como mi hermana y no permitiría que me pasara algo estando ella cerca.
—Ya lo sé Nora, tienes que entender mi preocupación. No estamos hablando de un caso de robo de joyas, que esa gente es peligrosa, juega con las mujeres y comercian con ellas como si no significasen nada. Nora, por Dios...
No sé qué más decirle para hacerle saber mi preocupación. Ella es mi familia, la única que me queda. Jeremy lo era pero se marchó de mi vida demasiado tiempo dejándome sola, y aunque ha regresado aún hay grietas en nuestra relación. Sin embargo ella ha estado en mi vida desde los seis años y nunca, nunca me ha abandonado. Ha pasado conmigo los peores momentos de mi vida, me ha dado la mano cuando necesitaba consuelo, me ha levantado en muchas ocasiones, me ha apoyado en todo a pesar de no gustarle las decisiones que he tomado, y yo ahora debo hacer lo mismo pero el miedo a perderla es tan grande que siento que el agujero del pecho tras la pérdida de mis padres, se hace un poco más grande.
—Sophie —me dice tras levantarse cogiendo mi mano —, no me va a pasar nada. Hay más agentes encubiertos en el Antro conmigo, no dejarán que me suceda nada ¿vale? Te doy mi palabra.

ESTÁS LEYENDO
Simplemente perfecta
RomanceSophie es una chica dulce e ingenua que un día tiene que hacer una entrevista a un Amo. Lo que ella no esperaba era que ese hombre tan peligroso para ella se convertiría en el hombre al que más querría jamás. Sin embargo no todo puede ser fácil y lo...