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Desde luego esta chica sabe cómo dejarte con la boca abierta de forma literal. Las piezas van encajando en mi cabeza tras saber que mis dos mejores amigos han disfrutado el uno del otro al menos esa vez aunque conociendo a Nora no creo que haya sucedido esa única vez...

—Cierra la boca que te van a entrar moscas —sigue comiendo como si lo que me ha dicho fuera algo normal.

—¿Cómo que te has acostado con Ethan? ¿Cuándo, donde, por qué? —se ríe mientras me mira burlona.

—Ya te he dicho cuándo, después de la pelea que tuvimos en casa. Me extrañó mucho que no me dijeras nada al día siguiente porque era imposible callarme con lo que ese hombre me hacía. Dónde, aquella vez fue en mi habitación pero las siguientes ha sido en cantidad de sitios diferentes y por qué, no lo sé. Simplemente surgió y no hemos podido dejar de tocarnos desde entonces —bebe de la pajita su refresco como si estuviéramos hablando de la compra del mes y yo a cada palabra me sorprendo más.

—Madre mía, jamás imaginé que vosotros, que Ethan, que tú...

—Tranquila que ya se ha terminado —cambia el gesto, ya no está tan risueña ni pícara.

—¿Y eso?

—Al parecer para mí era simple diversión. Ya sabes, dos amigos que se conocen bien y tienen un picorcillo así que se lo pasan bien juntos. Como te digo era increíble. Con Ethan he sentido más que con cualquier otro chico, incluso con los aAmos, y créeme que esos saben lo que se hacen. Pero al parecer tiene más espíritu femenino que yo y me ha dicho que está enamorado de mí.

—¿Espíritu femenino?

—Sí, ya sabes... lo de ilusionarse al acostarse con un tío y esas cosas.

—Joder, a veces te pasas.

—¿Qué?

Por un momento me doy cuenta de lo mucho que ha sufrido mi amiga en su infancia. No es que no haya recibido cariño porque yo siempre he estado a su lado y mis padres la trataban como a una hija, pero le faltó siempre el calor de los suyos. Sus padres apenas se preocupan por ella, nunca lo han hecho. Las relaciones no le han durado demasiado. En cuanto se ponían tiernos les daba la patada pero jamás se ha dado cuenta que ha sido por su culpa. Creo que es hora de que lo sepa.

—Nora, ¿qué le dijiste a Ethan cuando te dijo eso?

—¿Qué le iba a decir? Que lo nuestro no era cosa de parejas dando románticos paseos y ver películas bajo la manta los fines der semana. Era sexo puro y duro, y del mejor, pero él no opina igual así que me dijo que se acabó. Ahora no deja de perseguirme día y noche, según él preocupado por mi trabajo en el club. Dios Soph, te juro que un día le voy a romper algo en la cabeza. ¡Me está volviendo loca! No deja de perseguirme cuál guardaespaldas.

—Pero ¿cómo se te ocurre decirle eso? ¡Por Dios si es el sueño de toda mujer! ¿No puedes darle una oportunidad? —me mira sorprendida como si hubiera dicho la mayor tontería del mundo.

—¡Pero te has vuelto loca! Que es Ethan, Sophie, ¡Ethan!

—Ya sé quién es, ese con el que tas acostado las veces que te ha dado la gana —le recrimino sintiéndome mal por el pobre enamorado de este témpano de hielo que no reconocería a un buen hombre ni aunque lo tuviera pegado a su cara.

—Si sé que te lo ibas a tomar así no te digo nada. Se me había olvidado que sigues siendo la soñadora inocentona del instituto. Despierta Sophie, estás en el mundo de los adultos. La gente practica sexo sin estar enamorados y siguen haciendo su vida, son personas normales y corrientes. No hace falta sentir chiribitas en los ojos para acosarte con un tío —enfadada como está se levanta dejando unos billetes en la mesa. Cuando se pone así de gruñona mejor no hacerle caso.

Simplemente perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora