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El agua helada es lo que necesito para templar el cuerpo que sigue ardiendo. Debo centrarme en ducharme, en el agua que corre mientras enjabono cada parte de mi cuerpo que ha adorado el de mi ángel. ¡Joder, la he cagado! He traicionado a mi mejor amigo, a mi hermano pero no he podido resistirlo más. Sophie me ha cautivado desde la primera vez que la vi. He intentado por todos los medios que esto no sucediese. Cuando pensaba que tenía novio era una barrera que pensaba respetar aunque nunca haya sido un problema. He tratado de respetar que Nathan está loco por ella pero he sucumbido, ¡soy un jodido cabrón! Ya no puedo hacer nada. Cuando mi amigo vuelva de su viaje sé que me ganaré una paliza pero no pienso ocultarle nada de lo que ha pasado. No sé bien lo que ha pasado en esa habitación hace un rato. Cuando la vi en el parque solo tenía una cosa en mente, follármela de todas las maneras posibles y hacerla mía como he hecho con todas, pero al tenerla frente a mí guerrera y altanera todo ha cambiado. El sexo ha sido más intenso de lo normal y las sensaciones han sido explosivas. No pienso rechazar nada de eso. ¿Cómo puede ser que ya la eche de menos? Me la hubiera traído a la ducha para disfrutar de más sexo pervertido del que me encanta pero si yo estoy así, sé que ella necesita ese tiempo también. Termino de ducharme y me enrollo la toalla a la cintura. Ya no soporto más saber que está al otro lado de la puerta pero al abrirla y ver la cama vacía me pone furioso. No está. ¿Dónde coño se ha metido?

                                                                               *

Llego al apartamento que por suerte está vacío. Nora está en el club, Ethan tiene guardia y Jeremy se ha ido a visitar a sus tíos unos días. Me dirijo a la ducha con la cabeza hecha un lío. ¿Cómo me he dejado embaucar por Allen? ¿Cómo he podido acostarme con él así como así? Pero al pensar en su mirada posesiva, en sus manos recorriendo mi cuerpo vuelvo a temblar de deseo y necesidad. No hay duda que este hombre provoca en mí algo que jamás he sentido. Con Jeremy era todo tan diferente, tan delicado, había tanta ternura y tanto amor... Con Allen siento deseo primitivo, lujuria, pasión... Quiero lanzarme a él y olvidarme de quién soy.

Tras la refrescante ducha me pongo una película para tratar de no penar en él pero me resulta difícil. Nora me envía un mensaje en un descanso y me pregunto si entendería lo que ha pasado con Allen. Después de todo lo que he hecho es más propio de ella que de mí. No quiero quedarme con la duda así que me visto con uno de sus vestidos ajustados con cremallera y me pongo unos tacones altos y salgo a buscarla.

Cuando estoy llegando le mando un mensaje y ella sale a buscarme. Se sorprende de que esté allí pero no se me ocurre otra forma de pasar un sábado por la noche. Estar sola en casa no es una opción pues me volveré loca pensando en Allen.

—¿Estás bien? —me pregunta ya en el interior mientras me acomodo en la barra.

—Sí, estaba aburrida en casa —Nora me sirve un refresco con pajita corta roja y me mira extrañada.

—Nadie viene a un club de BDSM porque esté aburrida y menos tú. Además acuérdate de lo que te pasó cuando vinimos aquí.

—Quizá precisamente por eso haya venido para quitarme ese mal recuerdo —comento y presiono los labios sobre la pajita bebiendo.

—Soph, si no te conociera como lo hago, diría que has venido por algún motivo específico que no te atreves a rebelarme. Aunque también podría ser que después de las entrevistas con tu querido amo, quieras experimentar una relación de ese tipo. Desde luego que no vas mal encaminada porque esa ropa está atrayendo muchas miradas —se apoya en la estantería de botellas a su espalda y ojea el local con media sonrisa. Yo me giro disimuladamente y cazo varios hombres mirándome. ¿Tan provocativa voy? Simplemente llevo uno de sus vestidos de manga francesa con cremallera, los tacones y un moño bajo. Apenas estoy maquillada.

—Solo he venido a verte un rato pero si vas a ser tan desagradable mejor me voy —le digo cruzándome de brazos haciéndome la ofendida.

—Anda, no seas tonta —un camarero se acerca a mi compañera de piso y le habla al oído, ella asiente con la cabeza para después ver al chico alejarse —. Me encantaría quedarme Soph, pero tengo que seguir trabajando. Acábate el refresco y derechita a casa. No puedo ocuparme de ti.

—Sí, mamá —entiendo que sea tan protectora conmigo pero en el fondo me molesta que no me crea capaz de quedarme sola en este sitio sin tener ningún problema. Se despide de mí y se marcha con una bandeja llena de bebidas. Desaparece por una de las puertas que dan supuestamente a los reservados. Ni siquiera me termino el refresco cuando me bajo del taburete y me choco con alguien —.Perdón.

—Es la palabra que estaba buscando. ¿Por qué te largaste de mi cama? No habíamos terminado —la última persona a la que esperaba encontrarme está a escasos centímetros de mí sujetándome por la cintura con ambas manos.

Su presencia por si sola me deja sin aliento pero unido a sus palabras me dejan clavada en el suelo sin reaccionar. El Allen arrogante aparece y me gira pegando mi espalda a su cuerpo. Comienza a mecernos al ritmo de la sensual música que se escucha en ese momento en el local y yo echo la cabeza hacia atrás sin darme cuenta. Sus manos mueven mis caderas mientras siento su aliento en mi cuello y su labio inferior deja un reguero de humedad en mi sensibilizado cuello.

—¿Por qué te fuiste? No te atrevas a decirme que no disfrutaste porque tu mirada y tu cuerpo me decían otra cosa. ¿No te hice sentir bien? ¿Fui demasiado brusco? Me contuve todo lo que pude.

Baja su manos hacia mis piernas subiendo el vestido unos centímetros, quemándome con su tacto. Si se puede morir de combustión espontánea creo que voy a experimentarlo en pocos segundos. Alzo los brazos e introduzco mis dedos en su pelo alborotándoselo. La música nos marca el ritmo y las respiraciones se aceleran siguiendo el compás.

—Joder, Sophie —me vuelve a dar la vuelta quedando frente a frente, nuestras narices se tocan y me coge fuertemente de las caderas pegándome por completo a él. ¡Dios, voy a explotar! Los suspiros se mezclan entre ellos y no soy capaz de distinguir los míos de los suyos. Allen tira de mi labio inferior, gimo de necesidad, de deseo, necesito sentir sus labios sobre los míos pero juega conmigo sin darme tregua. Inclino la cabeza hacia un lado dejando el cuello totalmente accesible al que se lanza recorriéndolo de arriba abajo. No sé en qué momento le he rodeado con los brazos, lo único que sé es que el siguiente paso es entregarme a él de nuevo. Apenas puedo esperar...

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2022 ⏰

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