MY PILOT (KookV) (Completa)

5. A Veces Se Debe Perder (Pt.2)

Las escasas luces variantes en crema y lila iluminan de forma tenue el amplio salón, destacado por su erotismo. Mujeres y hombres se pasean por el club vistiendo ropa ostentosa que no deja casi nada a la imaginación, pues cubren únicamente las partes por las que se paga.

Claro que esto no impresiona a Kim Namjoon, quién desde su butaca en el área VIP ingiere un trago de whisky en las rocas, con su mirada oscurecida y perdida debido al acontecimiento con Hwasa. Su sangre hierve al recordar la humillación, tanto es su coraje que presiona con demasía su vaso ocasionando que este se rompa.

—Señor, ¿Está usted bien? —inquiere uno de los encargados de asistir al área VIP.

—Piérdete —escupe con voz ronca cual gánster, dejando petrificado al chico, que con su máximo esfuerzo logra alejarse de a poco.

Su piel arde por lo que revisa su mano, esta sangra, pero realmente no le importa, lo único que desea es desahogar su ira por ser rechazado como un maldito puberto después de haber vivido un infierno con su matrimonio arreglado, luchando un amor que no iba a ser posible.

Cada gota de su sangre pide venganza y claro que no hará caso omiso a ese impulso. De hecho, el estar en ese bar no es una maldita coincidencia y lo sabe perfectamente, puesto que el destino le ha puesto en su camino a un hermoso castaño que baila con una mesera, tocando de más todo su cuerpo, cuestión que tiene a todo su grupo de amigos vitoreando con descaro.

—Ya, mierda —se queja Jin luego que la chica se marche con una jugosa propina entre sus bragas —. Eso estuvo intenso —se arroja al sofá de cuero negro, que comparte con su grupo, los cuales beben de a poco y se fuman uno que otro porro.

—Eres un puto cobarde, debiste llevarla a la cama, esa chica casi te estaba rogando que la follaras —comenta uno.

—No gracias, no me van las vaginas —se empina su bebida, dejando que el líquido empape su garganta de calor hasta que no queda una sola gota en su copa —. Mierda, necesito orinar o no podré beber más —se queja —. Pídanme otro —es lo último que dice, para dirigirse al baño, un poco tambaleante. Al llegar al sanitario se mete al cubículo. Sin siquiera molestarse en cerrar, saca su miembro y libera la tensión acumulada —. Joder que bueno es esto —comenta por lo bajo cuando termina su asunto y finalmente se voltea para lavarse las manos, pero da un pequeño brinco al ver a un hombre de cabellos grises y ojos del mismo color, vestido en un terno negro que grita dinero y poder a los cuatro vientos. Este yace apoyado en el borde de los lavabos, de forma imponente —. Eres un jodido pervertido —se queja, para lavarse a la par suya.

—¿Cómo no serlo si tienes un trasero tan atractivo? —tuerce una sonrisa perversa.

—Kim Namjoon, ¿celebras tu fusión?

—¿Acaso importa?

—No realmente —sonríe para secar sus manos con una toalla de papel.

—¿Aceptas una bebida? —Seokjin eleva una ceja —. Claro que en honor a la fusión y los futuros proyectos.

—¿Acaso quieres follar conmigo? —ríe el menor —. Déjate de formalidades y labia cara.

—¿Estás aceptando niño de mami? —lo inspecciona de arriba abajo, devorándolo con su mirada.

—Estoy aceptando tu bebida, y tal vez después quiera aceptar tu falo —resopla —. Sígueme bravucón.

Ambos se dirigen a la barra adornada con una infinidad de botellas, hierbas y frutilla para decorar los diferentes tragos, y de solo pensar en las bebidas que se puede preparar con ello, en ambos crece una sed de los mil demonios.

—Un whisky en las rocas —Namjoon es el primero en hablar.

—Vodka sin hielo —pide Jin sin rechistar.