Capítulo 5

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Sentada en un columpio tomando un refresco mientras miraba a la nada esperando a que el moreno sentado en el columpio de al lado sacara tema de conversación o explicará la encerrona.
- ¿Te acuerdas de este sitio? -- Preguntó derrepente. Miré mi refresco con una sonrisa disimulada.
- Aquí nos dimos nuestro primer beso por qué mi hermana ya había dado el suyo y tú eras una envidiosa. -- Se burló con un ligero tono a añoranza.
- Y luego te partí la cara. -- Añadí con una expresión divertida mirando a uno de los árboles que rodeaban el parque, exactamente en el que había pasado.
- Me pegaste por querer hacer el beso un pelín más largo. -- Se quejó divertido mirándome, en ese momento fue la primera vez que le devolví la mirada divertida.
- No sabía que se podía usar la lengua idiota. -- Me defendí con un tono juguetón, él sonrió negando con la cabeza.
- Orión, sé que lo que pasó aquella noche, fue una putada, pero espero que puedas perdonarme.
- ¿Ni siquiera te esfuerzas en inventarte alguna escusa? -- Me burle con cierto sarcasmo.
- ¿Serviría de algo?
Esa reflexión por parte de Joey me dejó callada, pocas cosas lo hacían, pero el ver a el moreno serio, sincero y encima pensativo, era algo que me había impactado.
- Quiero tu perdón, sin más, sabes que soy un capullo, no me serviría de nada poner escusas a lo que hice, porque no las tengo.
Seguí contemplándolo en silencio, no me podía creer lo que estaban viendo mis ojos, estaba claro que en cierta parte, Joey había ¿madurado?
- Pero di algo joder Orión.
- Te perdono. -- Solté de golpe, con un tono la más de tranquilo, más de lo que esperaba. Sin darle importancia a su sorprendida expresión lleve la lata de refresco a mis labios dando otro trago.
- Te acuerdas de lo que pasó después del beso. -- Dije sin poder evitar reír al terminar de hablar.
- Que un Ethan de 13 años me persiguió con un palo en la mano mientras tú corrías detrás intentando que "el día de mi muerte no fuera ese". -- Hablo columpiado se levemente con una sonrisa divertida.

Esperaba que la salida medio obligatoria con Joey fuera algo no demasiado agradable, me alegraba en parte que hubiera resultado ser todo lo contrario. Haber recordado tantos momentos de la movida infancia, desde momentos nuestros como de nuestros hermanos, había sido agradable hablar con él como lo hacía antes, entre risas y sin incomodidades.

Estaba en el salón jugando con Jonathan mientras esperábamos a que Mike y Will trajeran la cena.
- ¡No me pillas! -- Grito el pequeño niño saltando por encima del sofá para pasar a otro lado.
Quien diga que no hago ejercicio, miente.
- ¡Oye no pises el sofá bicho! -- Grité riéndome mientras lo veía con esa mirada competitiva.
De un momento a otro ya lo había atrapado y lo estaba agarrando de los tobillos mientras lo zarandeaba como un muñeco de trapo.
- ¡Bajame loca! -- Chillaba entre risas provocando la mía.
Ethan salió de su cuarto y nos dirigió una mirada sarcástica.
- Haber neandertales con los que comparto sangre, ¿podéis guardar silencio? -- Cuestionó, yo arrojé a Jonny al sofá escuchando su queja entre risas y miré divertida a Ethan.
- Haber, piojo mal oliente, ¿puedes ser algo menos aburrido?
- Me estás desafiando sanguijuela.
- Puede ser gato muerto. -- Hablo con picardía, sabiendo lo que se avecinaba en ese momento.

Mario Card, uno contra uno.

Muchas familias arreglarían sus problemas a broncas o con palabras, nosotros lo arreglábamos a los videojuegos, algo que potencia nuestra competitividad y no nos daña físicamente.

- ¡Venga hermanita! -- Animó Jonny vestido con una de mis faldas y agitando dos cojines como si fueran pompones de animadora.
- Favoritismos, enano eso no me lo esperaba de tí. -- Dramatizó Ethan mientras ponía en marcha la consola. Me pasó uno de los mandos y empezó el juego.

- ¡De donde ha salido esa cosa!
- ¡Callate Ethan!

Iba ganando, eso le pasa por ser un chulo y dejarme elegir el lugar de la carrera.
- ¡Me acabas de tirar una bomba cacho guarra!
- ¡Están para tirarlas!
Jonathan no paraba de reírse mientras nos arrojaba patatas fritas a la cara para intentar despistar nos, estaba apunto de ganar cuando Will desconecto la consola.
- ¡William te mato, hoy mueres estúpido oompa loompa! -- Grité arrojando el mando enfadada, él corrió como el cobarde que era escondiéndose detrás de Mike que cortaba la pizza con una sonrisa sarcástica.
- Dejaros de hacer el idiota y a cenar. -- Anunció Mike sin siquiera mirarnos mientras seguía cortando y distribuyendo las porciones.
- Will, duerme con un ojo abierto. -- Susurró Ethan a su gemelo.

- Igualmente, habría ganado yo, Ethan viejo que pierdes facultades. -- Me burlé mientras llevaba otro trozo de pizza a mí boca, habría escuchado a mí hermano poner patéticas escusas, pero me llegó un mensaje al móvil y al ver que era Hugo, toda mi atención se desvió al móvil.

"Esta noche hay fiesta en casa de Agus, pásate un rato anda".

Pensé por un momento en el mensaje, sabía que Mike no me dejaría por tener que ir al instituto, pero por otro lado, podría ir un ratito y volver antes de la una que es cuando Mike se suele desvelar y echa la ojeada para ver que todo esté en orden.

Le contesté con un simple "ok" y dejé el móvil volviendo a la realidad donde Will e Ethan se burlaban entre ellos, Mike se replanteaba la existencia misma mientras se contenía para no clavar les un tenedor y Jonny se atragantaba de tanto reír.
Un vaso de Coca-cola callo empapando toda la mesa.
- ¡Yo no limpio! -- Gritaron ambos gemelos a la vez.
- ¡Lo habéis tirado vosotros!-- Se quejó el menor, al ver a Mike perdiendo los nervios como de costumbre me levanté a por un trapo.
- Estúpidos salvajes. -- Murmuré antes de acercarme y limpiar. Habría acabado ahí la discusión de la macha, si no fuera por el gracioso de Will.
- Que linda te ves limpiando querida hermanita.
- Will ni se te ocurra. -- Repliqué sabiendo lo que haría.
- ¡Pero!-- Añadió colocándose de pié con un vaso en la mano, antes de poder decirle nada vacío el vaso sobre la mesa.
- ¡Te falto una mancha maldita criada!
Sin contestar le lancé el trapo sucio a la cara viendo su mueca de asco y como lo lanzaba de nuevo.
- ¡Lo vas a limpiar con la lengua Will! -- Grité hacia el idiota repetido.

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