⁸, ᵍᵒᵒᵈ ˡᵘᶜᵏ ᵉˡᵒᵈⁱᵉ ᶜʳᵉᵒˡᵉ

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VOL

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VOL. ONE;
CH. EIGHT
༄ ——— buena suerte, elodie creole.










Kalen nunca estuvo tan cerca de Cadman y Maddyn. Hay días que apenas recuerda de qué color eran los ojos de Cadman o cómo sonaba la voz de Maddyn. Pero tenía a Elodie, aunque los dos no podían relacionarse mucho. La tenía desde que perdieron a Cadman y a Maddyn. Después de las partidas de Cadman, la casa se sintió más vacía, y sólo empeoró después de la de Maddyn. Pero todavía se tenían el uno al otro.

Sin embargo, eso no impidió que la mente de Kalen divagara.

Kalen no estaba cansado, no con la adrenalina y el miedo corriendo por sus venas. Ya había amanecido, pero las bolsas bajo los ojos eran inconfundibles. El único descanso que tuvo fue interrumpido y lleno de imágenes de sí mismo muriendo. Muriendo a manos de profesionales, muriendo a manos de Elodie.

Sabía–Dios, lo sabíaque Elodie no iba a matarlo. Su padre lo había establecido. Una nueva ola de lágrimas había golpeado a su madre ante la idea de que Elodie lo traicionara en favor de la victoria.

Sin embargo, Kalen también sabía que una parte de Elodie seguía resentida por ese hecho. Resentida por tener que morir. Morir en los juegos para los que había pasado su vida preparándose para ganar.

Kalen, él mismo, todavía estaba resentido por ese hecho. No quería que su hermana mayor, su único hermana, muriera. Especialmente no por su propia mano. No con los juegos que ya le habían arrebatado a Cadman y a Maddyn.

No quería quedarse solo con su padre.

Y los juegos cambian a la gente. La gente se enfada, la gente se desespera. Sólo podía esperar que la ira y la desesperación no afectaran a Elodie como había visto que ocurría en los juegos antes.

Que sus emociones se apoderaran de ella y Kalen no volviera a ver a mamá.

Kalen finalmente decidió salir de la cama cuando pudo ver el sol sobre las montañas. El corazón le latía erráticamente en el pecho y las manos le temblaban mientras se movía por su habitación.

Kalen se puso una ropa cómoda, sólo unos pantalones de algodón holgados y una camiseta con cuello en V. Aunque le costó más de lo que debería debido a su incapacidad para controlar las manos.

𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 𝐈𝐍 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐓𝐄𝐑... 𝗳𝗶𝗻𝗻𝗶𝗰𝗸 𝗼𝗱𝗮𝗶𝗿 | EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora