Esa noche en su oficina simplemente salieron del edificio y Curt la dejó en casa, la mañana del día siguente la joven Ryan entró en la habitación de hospital de su hermano.
— ¡Hola Marc!, Cuánto más me harás esperarte, no te preocupes, no dejaré de venir jamás, pero te extraño.
Dos toques en la puerta la alertaron para separarse de la camilla y ver entrar al doctor Aristegui.
— Buenos días doctor Jansen — saludo la joven un poco más cómoda sin llegar sonar familiar o cercana.
— Oh vamos, hace un parte de noches era Jansen — la joven sonrió.
— Justo ahora te ves como un médico — argumentó
Al parecer el haberlo acompañado había hecho que la castaña lo dejara acercarse más.
— En ese caso espera — el hombre dejó su tablilla en un borde de la cama y se quitó la bata — que tal ahora, ¿Cómo me veo? — dijo divertido.
— Como un médico con la bata en su mano — respondió en el mismo tono que el doctor había usado.
— Tu ganas — aceptó él colocándose de nuevo su bata sin borrar la sonrisa de su rostro, tomó la tablilla y revisó a su paciente.
— Gracias por haberme acompañado — dijo finalmente.
— Fue bueno.
— En compensación yo invito el almuerzo — propuso Jansen.
— No lo hice por compensación.
— Vayamos a comer como amigos — pidió — podemos ser amigos, ¿no es así?
La joven modelo lo pensó por un momento.
— ¿Ya desayunaste? — preguntó tomando su bolso.
— No, mi guardia casi termina — respondió el médico.
— Entonces termina y vamos por un desayuno — pidió la chica.
Ya iba siendo hora de que hiciera más amigos, Sasha tenía cosas que hacer y no podía solo hablar con su hermano, tenía que comenzar a vivir.
Luego de un rato Aristegui volvió para salir, no fueron lejos ya que el médico vivía cerca del hospital por cualquier emergencia que ameritara su presencia.
Ingresaron a un café y ambos pidieron su comida.
— Hace mucho no tengo amigos — reconoció en voz alta la chica.
— Yo tampoco tengo muchos — Jansen se veía más juvenil con una playera verde militar de cuello redondo y una chaqueta tipo piel para cubrirse del frío, pantalón y tenis negros. Los colores que usaba hacían lucir el tono de su piel aún más blanco.
— Ya que ambos somos inexpertos solo tengamos un buen desayuno, por algo se empieza — respondió con una sonrisa amable que la chica devolvió.
— Por los nuevos amigos — brindo con su taza de café y Aristegui alzó la suya divertido.
La conversación fue amena, Jansen la sentía más cerca mientras que Astrid ya no se sentía incomoda.
Después del desayuno pasó el resto de la mañana en la habitación de su hermano y por la tarde se quedó a dos cuadras de Degan Publicity's
Curt revisaba unos gráficos cuando su teléfono sonó avisando la llegada de un mensaje:
Anoche le dije que no me vendo
Sta. Astrid
Y yo le dije que no la compraría
Curt
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Bajo el lente de la cámara
RomanceUna joven modelo con problemas económicos, desempleada y con un hermano en coma. Un fotógrafo con una vacante disponible que necesita llenar urgentemente. La joven modelo tendrá que soportar el agotador ritmo de trabajo de su atractivo fotógrafo, e...