On Melancolly Hill (Parte #2)

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Bien...íbamos en el submarino, divisaba los miles de colores, formas y especies animales que flotaban en el ecosistema.
Era asombroso lo que mis ojos podían captar; el mar es un universo pequeño bajo tierra.

Mientras Murdoc dirigía en silencio yo no podía evitar verme como una pequeña niña entusiasmada a la que llevan a un parque de atracción

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Mientras Murdoc dirigía en silencio yo no podía evitar verme como una pequeña niña entusiasmada a la que llevan a un parque de atracción. Solo que en mi caso veía un colorido lienzo de miles de especies acuáticas en movimiento; cada una de ellas navegando de manera individual o en manada.
Era fabuloso...

Murdoc: Sabía que te gustaría... -Mencionó de manera fría-.
_____: Si...me conoces muy bien.

Intenté no observarlo, a pesar de que sus ojos comía de mi ser.
Después de esa charla no hubo mas interacción durante ese viaje; a veces me observaba por el rabillo del ojo, prestando atención a mis acciones. Mientras yo tomaba fotos; reía sola, y pasaba el momento de manera entusiasmada.

Murdoc: Ay mujer, ¡ya no aguanto!

Exclamó repentinamente llegando a asustarme y sobresaltarme. Le mire preocupada, creí por un momento que había ocurrido una catástrofe. 

Murdoc: Ay mi _____, ¿cómo podrías perdonarme?
______: Agh, otra vez con lo mismo. Jodete. -Rodeé los ojos-.
Murdoc: ¡Ven, vamos! Déjame persuadir tu corazón. -Mencionó alegre en sus palabras, añadiendo algo de ruego y mimo. Cosa extraña en él-
______: (¿Que le está pasando a este imbécil?) bien...si me quieres complacer con algo sería...-simule analizar mi respuesta-...que te matarás. -Añadí sarcásticamente pero parecido al mimo alegre que este antes me había brindado-.

Murdoc me miró con poca gracia a mi comentario. Y entre un pequeño bufido por parte de él añadió un rodeo de ojos. ¿Cómo se atreve este tonto a rodearme los ojos? Que tal.
Sin embargo, restándole importancia a la conversación, él posicionó el periscopio y observó por este.
Empecé a preocuparme cuando de repente se quedó quieto mirando por largos minutos aquel instrumento; estaba callado y su posición estaba igual de tiesa a Hitler.
Hasta que...¡BOOM! Ocurrió una perturbación en el mar, el submarino se movió violentamente hacia la derecha, los animales advertían y huían desesperados del lugar, en busca de sobrevivencia.

______: Eh...Murdoc. -Le mire nerviosa, trague saliva para intentar calmarme pero mi voz se entrecortó- ¿Q-Qué  ocurrió?...

Este de quedó pensativo, aparto la mirada del periscopio e intento analizar que había ocurrido.

Murdoc: Mmm, tal vez...ocurrió una explosión; o bien, se a hundido algún barco; entre otras múltiples opciones. -Mencionó casi sin importancia-
______: Y si se hubiese hundido un barco, ¿no deberíamos ayudar a posibles sobrevivientes?
Murdoc: ¡No! Sea lo que fuese lo que provocó la perturbación del mar: no podríamos ayudar. No quisiera arriesgar la vida de mi mujer.
______: ¡Ja! -Exclamé burlona- No pues, que miedo perder la vida al lado de un maniático psicópata. Es irrelevante, ¿sabes?

Sin pensar mucho en mi respuesta, creo que está vez si me pase... Pero que se joda, hay verdades que no se pueden ocultar. La verdad siempre duele y tendrá que asimilarlo.
Esta vez su gesto fue más triste, llegando a contagiarme de la emoción. Él dejo escapar un suspiro largo y luego prosiguió con un comentario algo...

Murdoc: ______, en realidad yo...te traje aquí con la intención de darte una sorpresa. Bueno... varias sorpresas. Tal vez no fue la mejor manera de traerte a mi pero solo quiero disculparme por los acontecimientos en los Kong Studios. Es más, hasta queme el lugar...
______: ¡¿Qué hiciste qué?! -No evite sobresaltarme, el comentario me dejó atónita-
Murdoc: Si, queme el lugar por dos razones. Ese maldito lugar me recordaba demasiados momentos felices que pase junto a ti. Y también me recordó la miserable forma en que te perdí.
Es así como lo queme. Con suerte culpe que el incendio se debió a unos niños locales quienes merodeaban por ahí; y así fue como cobré el dinero del seguro y construí el submarino, el nuevo album de Gorillaz; y compré un nuevo estudio en tu nombre.

Posicionó todo su cuerpo enfrente mío. Tomo mis manos entre las de él; y me miro fijamente en una sonrisa tierna.

______: (¿En serio compro un estudio a mi nombre?) -Solo me límite a mirarlo sin decir ni una sola palabra, realmente no sabía que pensar-.
Murdoc: Y si aún lo dudas, estamos de  camino hacia TU estudio.

Él se levantó de su asiento. Se arrodilló en frente de mi, haciendo presión en su pecho con nuestras manos.

Murdoc: ______, te traje aquí con la única condición de convencerte. Sé que me odias y realmente no puedo evitar pensar en que tienes mil y una razones para estarlo, hasta existe la probabilidad de que ni me perdones. Pero siempre he de intentarlo, y, mientras veía como el fuego abrazaba aquel estudio en que alguna vez te metí sometida en contra de tu voluntad. Me di cuenta que te amo. Tarde en decirlo. Pero aún tengo fé. Y si, tienes razón, debí empezar por esta charla, antes de dejarme llevar por la desesperación por la aceptación de tu parte.

-Él sonrió con amor, bajo la mirada y para dejar escapar un suspiro. Beso mis manos y prosiguió, sin antes envolverme nuevamente con sus ojos bicolor-.

Murdoc: Al menos espero que con estos dos últimos regalos que me quedan, me den chance de que me perdones...
Esta bien, ya entiendo que fui un imbécil contigo, y no sabes lo mucho que me he condenado por eso. Perdí ese amor que tú con tanto esfuerzo criaste en mi. Y ahora estoy pagando la condena de verte feliz con Stuart...
Sin embargo, y a pesar de todo. Espero él te brinde es felicidad que por culpa de mi mano llegué a destruir. Me conformo con que me perdones, y con que recuerdes estos estúpidos recuerdos cursis.
Finalmente, quiero darte a conocer una pequeña pero valiosa cosa. Tu, mi hermosa  ______ Smith Alcalá: eres y serás la mujer más sincera, amorosa y perfecta que conozco. Cada que veo el cielo nocturno, te me reflejas en esas miles de estrellas que me observan.
Odio pensar en que los astronautas tienen que ir al espacio para ver el mundo; y saber que mi mundo, eres tú, mi preciosa dama. 
Eres y serás esa estrella tan lejana en esa inmensidad, que no creo nunca poder  alcanzar...

-Él alejo sus manos de las mías. Se  incorporó sin dejar de observarme. Hasta que se dirigió a una pequeña grabadora que tenía debajo del asiento del conductor. La posicionó en frente mío y dejo que aquella máquina reprodujera una llamativa canción-

Minutos después de que sonara la canción, varios submarinos comenzaron a unirse a la navegación. Ver qué no estábamos solos daba algo de miedo pero a la vez era extraordinario, más de diez submarinos de varios colores estaban presentes en la expedición submarina, le daba un toque de armonía al ambiente.

______: ¡Ay Murdoc!

Deje escapar un suspiro en mi comentario ansioso. Lo abrace fuertemente por el cuello. Estaba tan asombrada y realmente estupefacta por el tan maravilloso regalo.
Estaba completamente llena de éxtasis. Aunque, no duró mucho pues mi mente pensó en que Murdoc sería mi amado si no fuera alguien tan mujeriego, explosivo, agresivo, mentiroso, egocéntrico, orgulloso, etc. 

______: Es realmente bellísimo el regalo, Murdoc. Te agradezco.
Murdoc: ¿Si cumple tus estándares, mi hermosa dama?
______: ¡Claro que sí!

Nuestras miradas se reencontraron, nuestros rostros estaban tan cerca que podía inhalar ese perfume CK One de Calvin Klein.
Sus labios, sus labios rogaban que juntarse con los míos. La carne al fuego es débil. Pero, el universo siempre conspira a tu favor.

¿A los dos los amo? (Murdoc, 2D y tú) Segunda parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora