Superfast Jellyfish

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¿Por qué hice esto? ¿Por qué? Tú amas a Stu, no a este patán. ¿Qué tiene él que Tudi no tenga?... Así es, nada. Es un farsante, un bueno para nada... Pero él me esclaviza. Ay, qué tonta; tonta soy.

______: -Me aleje bruscamente de Murdoc, mirándolo con negación- No, no. Está mal.
Murdoc: No está mal cuando me amas a mi y no a 2D.
______: ¿Por qué? ¿Por qué no me dejas ser feliz con Stuart? ¿Por qué he de traicionarle cuando estás tú? Y saber que se merece hasta el cielo.
Murdoc: Yo no lo creería tan literal. ______, acepta que tú me amas.
______: No pues, tan egocéntrico. No quiero hablar más de esto. Llévame con él.
Murdoc: Pero ______...
______: He dicho que me lleves a su cuarto; yo no hablaré más de esto, y espero que sea la primera y última vez que lo hago contigo.

El hombre verde acato mi orden. Si, si, se le veía la tristeza es su mirada pero, ¿qué puedo hacer yo ante eso? Jure ante Stuart y ante mi que no caería nuevamente ante los encantos de Murdoc, no podrá comprarme hasta con la más hermosa playa.

Él comenzó a guiarme, al lado de la puerta con la que se dirigía hacia la habitación de Daley; había un ascensor escondido. Juntos entramos y bajamos varios metros bajo tierra. Aquellas cuatro paredes estaban forradas en hierro y acero inoxidable.
El viaje fue incómodo pues ninguno de nosotros menciono palabra alguna. Sin embargo, y con suerte, las puertas se abrieron rápidamente: a lo que yo sali disparará en busca de Stu. Tristemente, no se encontraba en las mejores condiciones: estaba tirado en una esquina, temblando de miedo; y en su cabeza una máscara de payaso. Antes de correr para comprender su miedo, observé la habitación: era espaciosa; de paredes reemplazadas por vidrios de cristal tan resistente para soportar el agua del mar. Literalmente, nosotros somos los peces en la pescera: enjaulados ante el azul oscuro del agua, en medio de la naturaleza.

Cuando me acerque a Stu, no entendí el porque estaba tan angustiado, aunque claro fue mi acto al irme corriendo hacia él y sentandome a su lado: abrazándolo por los hombros y acurrucandolo en mi pecho.
Al subir la mirada, observe que en el cristal se difundía una sombra. Claro que tuve miedo al verla. Era majestuosamente grande, aunque su vistazo fue rápido en medio de las profundidades del mar: pero la vi. Enserio que daba honor a su nombre como uno de los animales más hermosos del mundo. La ballena.

______: ¡Murdoc! Dale otra habitación a Stuart. -pedí amigablemente ante el hombre verde que estaba desde una esquina mirándonos con los brazos cruzados-.
Murdoc: No lo puedo hacer. Ya todas las habitaciones estan ocupadas.
______: Murdoc...A Stuart no le gustan las ballenas.
Murdoc: Ay, no lo sabía. -mencionó sarcásticamente-.
______: ¡Jodete!

Stuart me observó, sus ojitos en su totalidad blancos como la nieve provocaban más miedo a mi que el que él sentía. Acaricie su rostro y le bese.

______: Vamos a dormir, ¿si?

Él asintió con la cabeza. Bajo su máscara, tapando su rostro; se dirigió a la cama mientras yo fui tras de él. Pero, nunca falta el entrometido.

Murdoc: ______. Antes de que vayas a dormir, quiero hablar de nosotros. -tomo mi muñeca interrumpiendo mi caminar, así que me gire y le comenté:-.
______: Cielo, usted fue el único que se creyó que había un nosotros. Váyase a dormir.

Me solté de su agarre y me fue a la cama, no sin antes despedirme también con un "Buenas noches" a la Cyborg. Las luces se apagaron, y Murdoc finalmente se fue. Ya de ahí hasta la mañana siguiente.

______: ¡Buenos días, amoooor! -me lance encima de Stuart, mientras le llenaba de besos el rostro-.
Stuart: H-Hola amor. -su dulce sonrojo me motivo a besarte aún más. Acariciando sus mejillas mientras veía como sus ojos volvieron a ser tiernamente negros-.
______: ¿Y si jugamos al vaquero? Tu eres el caballo, y yo soy la que te monto.

¿A los dos los amo? (Murdoc, 2D y tú) Segunda parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora