―John ―me mira con una sonrisa que se le borra cuando me ve la cara―, he dejado embarazada a tu hermana.
☆☆☆
La vida de Daniel Jones cambia radicalmente cuando deja embarazada a Claire, su "amiga" de toda la vida.
Un bebé no estaba en los panes de...
En este capítulo hay bastantes referencias a Tour Bus, el primer libro. Os recomiendo que leáis antes ese libro para que entendáis todo bien.
Disfrutad de la lectura
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
DANIEL
☆☆☆
Cuatro meses antes.
Me llamo Daniel Jones y soy estudiante. Algo que no sabías porque los famosos son mis padres, no yo. En cualquier caso, ahora mismo estoy de camino a una finca para celebrar mi cumpleaños. Los dieciocho. No sé muy bien cómo sentirme al respecto. Quiero decir, mis compañeros de clase lo tienen todo súper claro. Saben qué estudiar, dónde y yo, simplemente, existo.
Pago al taxista y al bajar miro a todas las personas que ya están aquí. Debo darle la razón a mi madre. Tanto mis hermanos como yo somos muy poco originales. Todos cumplimos años el mismo día que un familiar. Los mellizos Kevin y Lynn nacieron el mismo día que papá. Aly comparte día con el tío Joe y yo con el tío Dean, porque la familia no implica sangre.
―¡Felicidades, canijo! ―exclama el pelirrojo nada más verme.
―Igualmente, tío Dean ―respondo poniendo los ojos en blanco al oír la forma en la que me ha llamado―. Eres consciente de que soy el mayor entre todos vuestros descendientes, ¿no?
―Me lo dices como si me importara, canijo ―responde despeinándome antes de darme un abrazo.
Puede que tenga cuarenta y cinco años, pero parece un adolescente. A veces, Jim, su hijo de doce años parece más maduro que él.
―¿Puedes dejar de acaparar a mi hijo? ―pregunta mi madre tirándole del pelo a Dean que hace un mohín lastimero―. Muchas felicidades, estrellita. ―Me abraza y deja varios besos en mi mejilla haciéndome poner los ojos en blanco y murmurar un gracias pese a que ya me ha felicitado por la mañana en casa―. No me puedo creer que ya tengas dieciocho.
―Y tú sin casarte ―dice la tía Maddie abrazándome cuando mamá me suelta―. Yo quería que mi Rose fuese la niña de las flores y ya tiene diecisiete años.
Me voy dejándolas con esa conversación que seguro que llevan teniendo desde que mi padre le puso el anillo en el dedo.
―¡Felicidades, tío! Ya podemos compartir celda en la cárcel ―dice John llegando a mi lado. Nos damos un abrazo, de esos con palmadas en la espalda y al separarnos miro alrededor buscándola―. Está hablando con mis padres ―me explica mi mejor amigo que se ha dado cuenta.
―¿Lo de siempre? ―Asiente y suspira―. Tu hermana es preciosa ―murmura. Miro hacia donde lo hace él y veo a Alyson centrada en un libro. Debe notar nuestra mirada porque nos mira y se levanta―. Joder, que viene. ¿Cómo estoy?
