―John ―me mira con una sonrisa que se le borra cuando me ve la cara―, he dejado embarazada a tu hermana.
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La vida de Daniel Jones cambia radicalmente cuando deja embarazada a Claire, su "amiga" de toda la vida.
Un bebé no estaba en los panes de...
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DANIEL
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Pese a lo que dijo mi padre, reunión no es únicamente para darles la bienvenida a Kevin y a Lynn, también es para anunciar que N5 vuelve. El disco ya está terminado y, aprovechando las fechas, han añadido un par de canciones navideñas.
Convencer al gran Tom Jones para que me enseñase alguna canción no fue fácil, pero soy su hijo, al final le convencí.
Y sí, estoy muy orgulloso de mi hazaña.
Los seis hemos preparado la comida y estamos esperando a los invitados. Además de los miembros de la banda también vienen, como es lógico, el tío Joe y el tío Zac.
Los primeros en llegar son Graham y la pequeña Shirley.
El cambio del rubio cada vez es más notable. Lleva sobrio ocho meses y cuando se pone nervioso le da vueltas a la monedita que le dan en terapia y recibe mes a mes como su más preciado tesoro.
A veces una oleada de tristeza cruza su expresión, pero es completamente normal dadas las circunstancias y no deja que le afecte más de lo debido. Se ve que está haciendo un gran esfuerzo por ser un gran padre y amigo. La pequeña Shirley luce más feliz al tener de vuelta a su padre.
―Podéis dejar de llorar ―dice Graham cuando se acerca a nosotros.
―¡Ya hemos llegado! ―finaliza la pequeña de ocho años con una gran sonrisa.
Todos nos reímos. Mamá sale a abrazar a Graham con fuerza. Con ese gesto queda patente que cuando una persona entra en un bucle de autodestrucción arrastra con él a la gente que le rodea y está claro que todos sufren en mayor o menor medida.
Shirley busca con la mirada a Lynn y le dedica una gran sonrisa:
―¿Jugamos a las muñecas, Lynn?
Aguanto la respiración, hace unos meses ante esta misma situación mi hermana habría buscado cualquier excusa para no jugar a algo tan "infantil", pero Lynn sonríe y asiente.
―¡Claro! ¿Se lo decimos también a Aly?
La pequeña asiente entusiasmada y va corriendo a buscar a mi otra hermana. No puedo evitar mirar a Lynn y cuando ella me devuelve la mirada muevo los labios para decirle que estoy muy orgulloso de ella.
Se sonroja un poco debido a la vergüenza, pero me sonríe. Ella también está orgullosa de sí misma.
Los siguientes en llegar son Zac y Anna. Ésta última está más contenta que las últimas veces que la he visto y me alegro porque es una gran mujer que hace muy feliz a mi tío.
―Ya iba siendo hora de que nos reuniéramos ―comenta Zac dándole un beso en la mejilla a su hermana.
Papá va a decir algo, pero justo llaman a la puerta y va soltando un suspiro.
