―John ―me mira con una sonrisa que se le borra cuando me ve la cara―, he dejado embarazada a tu hermana.
☆☆☆
La vida de Daniel Jones cambia radicalmente cuando deja embarazada a Claire, su "amiga" de toda la vida.
Un bebé no estaba en los panes de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
DANIEL
☆☆☆
Llego a la cita de la ecografía con quince minutos de antelación. No veo a Claire por eso saco el móvil por si me ha mandado algún mensaje. El chat que tengo con ella está lleno de respuestas vagas a mis preguntas por el desarrollo del embarazo, pero nada desde ayer.
Voy al grupo llamado "Turquesa y Astromelia" en el que tengo varias notificaciones. El grupo lo creó Hannah, tanto el cristal como la flor, según ella, simbolizan la amistad y, aunque John y Evan han tratado de cambiar el nombre varias veces, hemos decidido dejarlo porque es importante para Hannah.
He quedado con ellos para darles la noticia. Obviamente no les diré nada sobre Claire, pero quiero que lo sepan. Vamos a ir a comer y, ahora, están hablando sobre ir a tomar algo después, sin embargo yo tengo que declinar la oferta.
No me hacen preguntas al respecto, así que me ahorro tener que poner alguna excusa.
El motivo por el que no puedo ir es que Claire se muda a la casa de invitados y quiero estar ahí para que se sienta lo más cómoda posible.
Bloqueo el teléfono y lo guardo en el bolsillo del pantalón. Al levantar la cabeza veo a Claire sentada frente a mí. No hay rastro de John, así que supongo que no ha venido.
Es la primera vez que la veo desde la última ecografía. La veo bien, no me ha contado mucho sobre cómo lo está llevando, pero espero que eso cambie a partir de ahora. Me gustaría mucho poder participar en la manera de lo posible en el embarazo, pero conociendo a Claire no creo que sea posible.
Mis ojos se deslizan a su tripa, pero su bolso en el regazo me impide verla. Lástima. Me habría gustado ver si se le nota algo, aunque dudo que sea apreciable a simple vista. Al menos eso es lo que he descubierto en Internet y mi madre me lo ha confirmado. Dice que ella se lo notaba, pero que era la única.
La doctora Allen nos llama unos minutos después. Entramos en la consulta, Claire parece resignada y yo estoy más nervioso de lo que esperaba, pero no por ello menos ilusionado.
Nos sentamos frente a la doctora que escribe en el ordenador antes de mirar a Claire y realizarle unas preguntas sobre el embarazo. Así descubro que las náuseas prácticamente le han desaparecido esta semana, pero que las dos anteriores estuvo vomitando casi todas las mañanas.
Después de que la doctora le haga unas preguntas más, señala la camilla para que le haga la ecografía, esta vez abdominal.
La doctora no habla siguiendo las instrucciones que dijo Claire, pero me dedica una sonrisa tranquilizadora.
―De acuerdo, vamos a escuchar el latido.
Claire la mira con los labios apretados.
―¿Es necesario? ―pregunta tratando de contener el enfado.
