Capítulo 13

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DANIEL

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DANIEL

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Dos días después de la subasta, Rose dejó de llamarme e insistir en que le contase lo que fuera que le ocultaba con respecto a Claire. De momento no me ha preguntado nada. No sé si está enfadada o simplemente está asimilando lo ocurrido.

Sea como fuere Rose ya no me agobia y es algo que debería agradecerle a John.

Kev y Lynn han decidido cursar el primer trimestre en el internado. Fue idea de mi hermano. Se percató de que a Lynn le estaba ayudando muchísimo la distancia con la gente con la que se juntaba, pero cree que todavía es muy influenciable. La gente mala y que quiere obtener algo sin importar lo que tenga que hacer para conseguirlo sabe qué teclas tocar para convencer a alguien con la personalidad sin desarrollar de hacer lo que quieran.

Queremos evitar eso a toda costa y Kev propuso quedarse allí más tiempo. A Lynn le puso una excusa relacionada con el baloncesto para que no se sintiese culpable por mantenerle alejado de sus amigos y compañeros de equipo. Aunque, realmente eso a Kevin le daba igual, siempre que haya un balón de baloncesto y chavales con los que tenga cosas en común, él es feliz.

Una semana después de la reforma, Maddie viene a la galería con una gran sonrisa y da una palmada antes de exclamar:

―Deberíamos hacer una reforma.

―¡Ni se te ocurra! ―gritan Grace y Amy a la vez mirando a mi tía con horror.

Las mira con los ojos entrecerrados antes de soltar un bufido.

―¿Tú qué opinas, Daniel? ―Las miradas de la hermanas me indican que es una absoluta locura. Además que se hizo una reforma grande en la galería hace menos de un año―. ¿Estás de acuerdo conmigo o con la traidora oculta relaciones con un tío que yo misma le presenté y su hermana?

―Ehhh, la verdad es que no creo que sea lo mejor ahora mismo ―respondo y veo el agradecimiento en los ojos de Grace y Amy. Todo lo contrario a la mirada que me dirige Maddie―. Podemos hacerle un lavado de cara, pintar y redistribuir los muebles. Incluso comprar alguno que nos guste, pero una reforma es una idea un poco arriesgada. Sabes por experiencia que los retrasos son inevitables y cada día que la galería esté cerrada es una oportunidad perdida. Mientras estamos cerrados puede llamar a la puerta el Goya moderno que siempre anhelas y al no encontrarnos abiertos irse a la competencia.

Permanecemos en silencio hasta que Maddie se encoge de hombros.

―Odio que me lleves la contraria, pero tienes razón.

La campana de la entrada suena y entra Louis. El pintor de la última obra que se subastó. El cuadro que Jane estaba mirando cuando la encontré en la sala y la tuve que echar.

DREAM BUS #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora