―John ―me mira con una sonrisa que se le borra cuando me ve la cara―, he dejado embarazada a tu hermana.
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La vida de Daniel Jones cambia radicalmente cuando deja embarazada a Claire, su "amiga" de toda la vida.
Un bebé no estaba en los panes de...
AVISO para este capítulo (no porque haya pasado algo):
No voy a permitir insultos hacia los personajes. Es un libro, cada uno puede tener sus ideas, pero eso no se va a debatir aquí. Cada personaje tiene sus motivos y no quiero que nadie juzgue sus decisiones.
También quiero recordar que la forma de actuar de los personajes no son un reflejo de las ideas de quien los escribe.
Ahora sí. Disfruta de la lectura.
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DANIEL
☆☆☆
Unos días antes.
Frunzo el ceño cuando al despertarme miro mi móvil. Tengo un mensaje de Claire y, si no me equivoco, es la primera vez que me escribe sin una justificación como un cumpleaños o algo similar.
Claire: Tenemos que hablar
Daniel: Claro
Me manda la ubicación de una cafetería y quedamos en vernos allí en cuarenta y cinco minutos. Me pongo unos vaqueros con una camiseta de manga corta gris y unas deportivas negras que son las primeras que salen del armario.
Sus padres, Beth y Harry, ya habían vuelto hacía semanas de vacaciones, pero John y Claire se habían quedado con sus abuelos más tiempo y volvieron ayer por la noche. Por eso no pudieron venir a la reunión que organizaron mis padres para ponerse al día con los amigos y la familia después de estar tanto tiempo fuera.
Mi madre protesta cuando me ve salir sin desayunar y tardo cinco minutos en convencerla de que lo haré con Claire en una cafetería. Me mira sin entender, pero me deja salir.
Llego con diez minutos de antelación, me pido el desayuno. Cuando llega Claire me lo sirven. No lo toco porque la veo con mal aspecto y me preocupa.
—¿Estás bien?
—Estoy embarazada —dice. No reacciono, creo haber entendido mal—. Pero no te preocupes, este problema dejará de serlo en una semana. Sólo quería que lo supieras porque una amiga me ha convencido de que merecías saberlo.
Con las mismas se levanta y me deja ahí plantado.
Sólo reacciono cuando la camarera me dice que llevo media hora sin moverme. Los cables de mi cerebro parecen conectarse por fin.
—Sí, perdona. Aquí tienes.
Dejo un billete en la mesa y salgo de la cafetería sin haber tocado el desayuno. Si alguien me preguntase qué he estado pensando desde que Claire se ha ido la respuesta es sencilla: Nada.
Mi mente se ha quedado completamente en blanco, como si realmente en mi cabeza hubiese habido una desconexión. No sé dónde voy, pero conforme avanzo paso a paso mi mente empieza a crear diferentes escenarios.
