¿Arrodillarse o Sangrar? 🖤 - Donghae - Libro 1

CAPÍTULO 19

Jelena

*

No estaba segura de que era lo que había sucedido hace dos días, en aquella cena, las probabilidades de que te encontraras con una persona que no conocías era de una en un millón y sin en cambio aquí estaba, más cerca de lo que lo que hubiese imaginado.

Casualidad, suerte o destino nos habíamos vuelto a encontrar.

Esa noche no había podido dormir, mi mente no podía dejar de pensar en él y no tenía idea del porque o, tal vez sí.

Tal vez era porque inconscientemente me había gustado la manera en la que lo había provocado, la manera en la que su cuerpo reacciono solo a mis palabras, la manera en la que me había tocado, en como su cuerpo había tocado el mío y cerré mis ojos tratando de recordar aquel momento y un pequeño gemido se escapó de mis boca.

Estaba loca.

No podía permitirme pensar en eso, en el.

No cuando se suponía que Andrew era el hombre que yo amaba al cual me había entregado en cuerpo y alma para siempre y con el cual había imaginado un futuro. Un futuro del cual solo yo era consiente.

Pero algo en mi interior se alegró de que ya no fuera así, de que Andrew no estuviera más a mi lado.

***

Había llegado a casa luego de un pesado día de trabajo me quite los molestos tacones y mi ropa me coloque una bata de seda roja y me puse mis cómodas pantuflas.

Baje de regreso a la cocina para preparar mi cena, lave mis manos y del refrigerador saque la charola que tenía trozos de pechuga de pollo y los eche en el sartén para freírlos después de unos minutos los saque del fuego y los vertí en mi plato con unos trozos de lechuga y jitomate, tome un pedazo de baguette y un vaso en el que serví jugo de arándano.

A pesar del tiempo que llevaba viviendo sola, aun no podía acostumbrarme a estar sola en la mesa y a su silencio. Pese a todo, mi familia siempre estaba reunida en la mesa conversando sobre cómo había ido nuestro día.

Mi celular me hizo reaccionar, la pantalla había mostrado un número desconocido y dude en responder. Pero, ¿y si era Zenya? Tome mi celular tan rápido como pude.

- ¡Alo! - conteste.

- ¿Se puede saber porque no me llamaste en cuanto llegaste? - pregunto mi hermana molesta - ¿si te diste cuenta que han pasado meses?

- Lo siento, no podía. - me excuse.

- prometiste llamarme.

- Escucha lo siento. te lo dije para que te quedaras más tranquila. - respondí.

- Pero no fue así. Creí que te había pasado algo. Temí lo peor. Jelena. Todas las noches sufría por saber de ti. Y tú... tú como si nada, disfrutando de tu libertad. - dijo aún más furiosa.

Tenía razón. No debí esperar tanto tiempo, debí imaginar que estaría preocupada por mí.

- Tienes razón. Yo... lo siento.

- Claro que la tengo. - refunfuño. - ahora dime, ¿estás bien? ¿En dónde estás viviendo?

- Estoy bien, estoy viviendo en una pequeña casa en parís, me gustaría que estuvieses aquí es muy bella estoy segura de que te encantaría. - sonreí.

- Jelena estás loca. - grito. - ¿Cómo pudiste ir a ese lugar? Mi padre...

- Mi padre nunca lo imaginaria. - la interrumpí.