CAPÍTULO 21

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Jelena

*

Ser la asistente personal de Adrien no era tan complicado como había imaginado.
Me había adaptado rápidamente y me había acostumbrado a estar de un lado a otro junto a Adrien.
En ocasiones le acompañaba a ver las nuevas propiedades que estaba por adquirir. Todo ese ajetreo de ir y venir me había servido para distraerme sobre lo sucedido hace meses con mi hermana. Necesitaba arreglar las cosas, quería llamarle pero decidí esperar a que ella llamara, darle más tiempo pero no lo hizo, tal vez nunca lo haría y estaba en su derecho, después de todo yo era la culpable, construí una nueva vida para mí pero destruí la vida de mi hermana y la de Andy.

Ansiaba que este día terminara solo quería llegar a casa para salir a algún club y divertirme.

Olvidar todo y a todos.

- Por hoy fue todo, Celine. - la voz de Adrien me saco de mis pensamientos. - puedes ir a casa, mi chofer que te llevara.

- Gracias. Pero no es necesario.

- Sí que lo es, es tarde y no me gustaría que vayas sola puede ser peligroso.

- No se preocupe señor Saveliev, se cuidarme sola.

- Señorita Novikova. Es una orden. - se cruzó de brazos.

- ¿Ya le dije que a veces suelo desobedecer?

- No. Pero soy su jefe y una orden es una orden.

- Bien, será como usted ordene señor.

- Perfecto. En un momento vienen por ti.

- Gracias, es muy amable.

- Es lo menos que puedo hacer, y soy yo quien debería darte las gracias por dedicarme tu tiempo. No podría estar tranquilo sabiendo que te vas sola y que algo podría pasarte. - confeso con preocupación.

- Pronto dejaras de preocuparte.

- ¿Por qué?

- Compraré un auto - respondí con una sonrisa.

- Bien, pero mientras lo haces, que mi chofer te lleve.

- Ok. - sonreí.

- Señor, el auto está listo. - regrese a ver al hombre que estaba parado en medio del pasillo.

- Que pase linda noche señor Saveliev. - me despedí de él y camine hasta el chofer que después me siguió no sin antes hacer una pequeña reverencia a Adrien.

- Linda noche para usted también señorita Novikova.

El hombre condujo después de darle mi dirección, no tardamos mucho llegar pues solo estaba a veinte minutos de la empresa.

Cuando llegamos me apresure a bajar antes de que el hombre lo hiciera y me abriese la puerta.

Estaba harta de eso.

- Señorita permítame ser yo quien le abra la puerta. -replico.

- No te preocupes puedo hacerlo yo sola. - sonreí.

- si así lo desea.

- Gracias. - agregue dudosa. - Linda noche... - y espere a que dijera su nombre.

- Fabien...

- Linda noche Fabien.

- Linda noche para usted también señorita.

- Gracias. - dije y espere a que se fuera, pero este no lo hizo.

- Lo siento el señor Saveliev me pidió que no me marchara hasta que no la viese entrar a casa.

- Oh! Ya veo. Está bien, entonces entraré para que puedas irte a descansar. - Fabien me sonrió.

Continúe con mi camino, saque las llaves de mi bolso y abrí la puerta y me apresure a cambiarme y ponerme algo adecuado para el lugar al que iría a divertirme.

****

Estaba muy concentrado firmando aquellos papeles para la importación de los vinos, cuando mi celular comenzó a vibrar, la pantalla se encendió y dejo ver el nombre de Henry en la pantalla. Solté el bolígrafo y respondí.

- Señor. la señorita Novikova ha llegado a casa.

- ¿sola o acompañada?

- sola. El chofer del señor Saveliev la ha traído a casa.

- Espera unos minutos, si ves algo raro me llamas.

- Como ordene señor. - y colgó.

Mi interés por ella había crecido aún más después de aquella cena, estaba seguro de que me deseaba tanto como yo a ella. No podía sacármela de la cabeza, siempre estaba pensando en ella.

Sabía que seguirla de esa manera no la conquistaría pero quería asegurarme de que ella estuviese a salvo, era mi manera de protegerla de su padre, del cual, aun no sabía quién era y por qué quería hacerle daño, pero esperaba pronto saberlo para dejarle muy en claro que a mi mujer nadie... nadie la tocaba.

Una segunda llamada de Henry interrumpió mis deberes.

- ¡Señor!, la señorita ha salido de casa.

- ¿A esta hora? - mire el reloj en mi muñeca.

- Creo que ella se dirige a algún centro nocturno. - respondió.

- Síguela. y cuando llegues al lugar me mandas la ubicación.

- Como ordene señor.

- Henry...

- ¿Sí, señor?

- se su sombra hasta que llegue.

Había terminado de firmar aquellos documentos y me apresure a salir de la oficina después de que Henry me mandara el mensaje con la ubicación.


***

Después de veinte minutos estaba lista, había elegido un vestido de terciopelo, color rojo de tirantes que me llegaba a la mitad del muslo, me puse unos tacones color negro con cintilla en el tobillo, amarre mi cabello en una cola alta y aplique un poco de labial del mismo color que el vestido. Tome mi bolso y salí de casa cuando el uber había llegado, le salude y tan pronto cerré la puerta se dirigió al centro nocturno que se encontraba a tan solo unos minutos de mi hogar.





¿Arrodillarse o Sangrar? 🖤 - Donghae - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora