Jelena
*
Estaba en la bodega junto a los hombres que Donghae había enviado para que me ayudaban a descargar las invaluables pinturas, destaparon las cajas de madera para verificar que habían llegaron en perfecto estado.
Después me encargue de remodelar la que ahora sería mi nueva oficina.
Minutos después o quizá un par de horas recibí una llamada de Donghae pidiendo que llenara unos formularios con los nombres de las pinturas que había ocupado para la exposición de la cual me había hecho cargo, y que agendara una fecha para una próxima exposición fuera del país, pues un socio en Inglaterra también estaba interesado en mostrar la exposición y contribuir de la misma manera con las fundaciones de su nación. Organice el papeleo correspondiente para las pinturas que viajarían mañana hacia Italia y pedí a los hombres de Donghae que se encajaran del embalaje de cada una, eran diez obras de arte de gran valor; entre ellas algunos van Gogh, Monet, Picasso y davinci. Me resultaba tan increíble que Donghae tuviese en su poder tantas y de gran valor, estaba segura de que mi padre se volvería loco por alguna de ellas.
Deje de pensar en ello y continúe con mi trabajo pero aquello que Donghae había dicho en el auto volvió a robar mi atención. ¿Qué era eso que quería decirme que lo tenía tan preocupado?
Mi cabeza no dejaba de darle vueltas al asunto pero el sonido de mi celular logro sacarme de ello. "Número desconocido" decía la pantalla, dude unos segundos en responder pero recordé que podría ser mi hermana o Andrew. Me dirigí a una de las oficinas que estaban desocupadas y conteste.- Alo!
- Soy yo.
Reconocí su voz y una inmensa alegría me lleno el alma.
- Zenya...
- Ha pasado tiempo Jelena.
- ¡¡Lo siento!!
- ¿Por qué lo sientes? - me pregunto.
- Por lo que dije y por todo el daño que te hice y que quizá te sigo haciendo.
- Yo también lo siento.
- No. Tú no tienes por qué disculparte. La culpa es mía.
- Sé que la culpa es tuya, que todo lo que está sucediendo es debido a ti, y te perdono. - dijo con sinceridad. - Gracias a ello puedo tomar lo mío, es la mejor oportunidad que tengo, que me diste y no la desperdiciare.- Me alegro. Hagas lo que hagas tienes mi apoyo - trate de ahogar mi llanto.
- perdón por la última vez, no pretendía herirte yo...- la que te hirió, fui yo. Nunca debí decir eso.
- Está bien, dejémoslo en el pasado. - sugirió.
- Está bien... - acepte. - Andrew... - dije su nombre en apenas un susurro. - olvídalo no tengo derecho a saber.
- Él está bien, el trabajo lo ha mantenido ocupado.
- ¿Me odia?
- No lo sé Jelena. Pero, no creo que pueda hacerlo, fuiste su primer amor te llevo mucho tiempo en el corazón. - hizo una pequeña pausa. - ¿puedo preguntarte algo?
- Claro...
- Tu amor por Andrew... ¿fue verdadero, todavía lo amas?
¿Qué iba a responder? Ni siquiera yo estaba segura de ello, no cuando ahora me encontraba a lado de otro hombre, al cual me había entregado en cuerpo y alma sin remordimientos. Del que me enamore en el momento que nuestros labios de tocaron por primera vez.
- Yo... - trague en seco - yo, claro que lo ame y por supuesto que todo lo que sentí por él fue verdadero.
- Hablas en tiempo pasado. ¿Ya no sientes lo mismo por él?
- Conocí... a alguien mas - confesé. - Zenya no se lo digas. no quiero sufra más.
- Veo que tu vida va como siempre habías soñado. . - pude sentir su reproche - pero me alegra que seas feliz. Tengo que colgar no me queda mucho tiempo pero no te preocupes no le diré nada.
- Gracias.
- Cuídate hermanita. Te volveré a llamar en cuanto pueda. Espero pronto pueda ir a donde quiera que estés.
- Estaré esperando ese día. Te amo hermana.
- Y yo a ti. - dijo antes de colgar.
Tome algunos pañuelos del escritorio y limpie mi rostro para eliminar rastro alguno de mis lágrimas.
Antes de salir de la oficina trate de tranquilizarme y cuando me gire lo vi allí, de pie, en el umbral de la puerta.
- Creí que eras hija única.
Me quede de piedra.
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¿Arrodillarse o Sangrar? 🖤 - Donghae - Libro 1
Roman pour AdolescentsDecidí huir de aquella vida, de aquel destino marcado por la sangre dejando atrás a las personas que más amaba solo para ir en busca de mi propia felicidad. Pero no importaba que tanto corriera, fuese donde fuese, ese destino me perseguiría y me arr...