CAPÍTULO 8

38 3 0
                                    

Jelena

*

Me encontraba de camino al aeropuerto, estaba nerviosa y no podía evitarlo. ¿Qué estaría pasando ahora que seguramente mis padres se habian dado cuenta que no estaba? Un miedo me atravesó en el pecho al recordar a mi hermana. ¿Y si, le hacían algún daño? No, eso no sucedería jamás, nuestro padre nunca nos lastimaría.

Me bajé del auto, no sin antes pagarle al conductor. Una vez frente a las inmensas puertas del aeropuerto, dudé en entrar. Quizá estaba cometiendo un error, quizá debí solucionar esto de otra manera. Pero ya era demasiado tarde para arrepentirme.
El daño ya estaba hecho.
Me armé de valor y me aferré a mi bolso y entré.

Caminé lo más rápido posible pero sin que pareciera sospechosa, traté de ser lo más precavida posible y tratando de mantener la mirada en el suelo para no ser capada por las cámaras y así los hombres de mi padre no me identificaran cuando pidieran las cintas de grabación a cada aeropuerto. Sabía que me buscaría sin descanso alguno.

Iba tan sumergida en mis pensamientos que terminé chocando con alguien, y por poco pierdo el equilibrio de mi cuerpo.

-La tengo - dijo tomándome de la cintura para evitar que cayera al suelo - ¿Se encuentra bien señorita?
Cuando levanté la mirada vi a un chico. Que claro estaba, no era de aquí, pero era muy apuesto.

-¿se encuentra bien? - volvió a preguntar y me escruto con la mirada.

Reaccioné.

-Yo... lo siento no era mi intención.

-Con intención hubiese sido diferente. ¿No es así? - dijo con una sonrisa de lado.

-¿Y por qué razón chocaría contigo a propósito?

-Tal vez porqué me encontraste irresistible.

Lo miré por escasos segundos y después me reí.

-Si claro, como digas. - me alejé de él y seguí caminando.

-De nada. Que tenga buen viaje señorita. - habló detrás de mí con sarcasmo.

Traté de recobrarme de aquel choque, estaba claro que no saldría bien librada del país.
Ya llevaba un brazo adolorido y una muñeca sensible por la caída del balcón y ahora mi otro brazo estaba igual, pero gracias a aquel hombre que evitó que cayera, podía decir que estaba bien.

Todo marchaba según lo planeado. Solo tenía que abordar ese avión y todo terminaría.

Hice acopio de valor para enfrentarme con todo lo que se me venía encima. Afrontaría todo lo que se me pusiera en mi camino. Y en cuanto a todo lo que dejaba atrás, decidí que haría eso exactamente, dejarlo atrás y continuar una nueva vida.

Busqué mi asiento designado en los de primera clase. Cuando por fin lo encontré abrí el maletero y guardé mi bolso. Me recargué en la ventana y cerré mis ojos.

"pronto seré libre". - pensé con emoción.

Pero el recuerdo de Andrew y su mirada llena de tristeza me atravesaron el pecho. Sabía lo que esta boda significaba para él y aun así no fui capaz de contarle mis planes, y evitar que sufriera en este día.

Quizá debí volver a ofrecerle que huyera conmigo. Pero por alguna razón eso nunca estuvo en mi mente.
No supe en que momento pero mis lágrimas comenzaron a salir, no sabía si eran a causa de la culpa que sentía pero no podía romperme en ese momento, no hasta no haber logrado mi propósito, y estar completamente segura de que había salido de aquel país.

¿Arrodillarse o Sangrar? 🖤 - Donghae - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora