Una encapuchada caminaba por los pasillos que se dirigían a la arena de batalla, más específicamente del lado de los dioses.
Por ahí también pasaba un pelirrojo de cabello largo, pero en sentido contrario a la encapuchada, cuando estos pasaron a la par del otro, el pelirrojo se detuvo, pues sintió algo familiar en esa persona, decidió solo ignorarlo y seguir con su camino.
- cálmate, todo estará bien. – suspiro para luego sacar un celular. – y ahora... ¿Cómo se usa esto? –
¿A quién le había quitado ese aparato? resolviendo la duda. A Hermes, ella sabía que a él le llegarían todos los datos de los concursantes, así como quienes seguían, etc. Al menos del lado de los dioses, después miraría que hacer del lado de los humanos.
- Perdóname, Hermes, prometo que te lo devolveré después. – dijo al aire.
Mientras en los asientos de los dioses, más específicamente donde se encontraba Zeus, el de cabellos azabaches se encontraba buscando su celular.
- ¿Dónde lo abre dejado? –se pregunto a el mismo.
Volviendo con la pelirroja, la cual intentaba descubrir el cómo se usaba ese aparado, se dio cuenta que la batalla estaba a punto de iniciar, guardo el celular y se puso su capucha para ir a ver en persona la primera batalla, se quedó del lado de las gradas de los humanos, pues había menos probabilidades que la identificaran.
- ¡Thor, amigo! ¡es solo un humano! ¡acabalo de un solo golpe con tu mazo! – Sigrid reconoció la voz de Forseti.
- ¿y es el dios de la justicia y la reconciliación? – se preguntó con ironía con su vista puesta en el albino.
Se escucho a Heimdall tocar el Gjallarhorn, lo que anunciaba el comienzo de la pelea, cuando termino Sigrid sonrió con gracia, sabia cuanto ansiaba tocar ese cuerno.
La batalla dio inicio, y mientras eso sucedía, Sigrid vio el teléfono de Hermes, sabría de los siguientes luchadores del lado de los dioses, pero no del lado de los humanos hasta ya muy tarde.
Miro alrededor del estadio, y a lo lejos, pudo ver un vestido muy familiar, sonrió al reconocerla y empezó a caminar de forma tranquila, si quería que su plan funcionara...necesitaba ayuda de la organizadora de todo eso. Al llegar con las Valquirias, las dos la miraron con confusión, dirigió su vista a la más pequeña, esta se escondió de tras su hermana.
- Querida hermana, ¿Quién es ella? – preguntó la de cabellos lilas con algo de miedo. Brunilda miraba al encapuchado con el ceño levemente fruncido y con una gota de sudor por los nervios, la presencia de ese extraño se le hacía raramente familiar.
- ¿Por qué me miras así? – hablo – tan rápido te olvidaste de mí. – la de cabellos azabaches abrió los ojos al reconocer la voz, y no quedo duda cuando esta se quitó la capucha que cubría su cara. – me alegra verte de nuevo Bru. – la Valquiria se inclinó rápidamente para después tomar de la cabeza a su hermana y obligarla a hacer lo mismo. – tan formal como siempre, jeje. – rio, las hermanas se reincorporaron para poder verla.
- Hermana... ¿Quién es ella? Se parece a...-
- ¿Thor? – termino la pelirroja. – bueno...es evidente, soy su hermana después de todo. – ante la confesión, Goll abrió la boca con sorpresa.
- Goll... - miro a su hermana – hace mucho tiempo, existió una diosa... la cual...con otro dios...hicieron lo que jamás se imaginó o se hubiera imaginado. – conto. – ella es esa diosa, Sigrid la hija mayor de Odín...y también... - hizo una pausa para luego seguir. – la esposa de Poseidón. – la más pequeña abrió la boca de un golpe por el asombro, miro a la pelirroja, la cual le sonreía dulcemente, en ese instante, recorto al dios del mar, lo que la hizo sorprenderse más.
- ¿¡¡¡Que!!!? –
- Así que te llamas Goll, lindo nombre. – la menor seguía pasmada viendo a la diosa frente suyo con asombro, y al mismo tiempo preguntándose, el como ella y el dios más temible de todos se llegaron a casar, pues...aparte de que eran de panteones diferentes, sus actitudes eran totalmente opuestas.
- ¿Cómo es que esta aquí? – pregunto la mayor a la diosa. – usted murió hace décadas. –
- ¿¡¡¡COMO¡¡¡? – exclamo la más pequeña exaltada por tal revelación.
- ¿olvidas que soy la diosa de las almas? – pregunto.
- ¿U-u-u-u-usted esta mu-mu-mu-muerta? – la voz de la de cabellos lilas era nerviosa, no sabía cómo procesar la información recién obtenida.
- "Estaba" – corrigió la pelirroja. – cambiando de tema. – miro a la mayor. – necesito hablar con Tigo. –
- ¡Que! – exclamo la de cabellera azabache.
- No permitiré que ningún alma sea destruida Bru. -aclaró con el ceño fruncido. – lo que hiciste fue increíble, retar a los dioses, ir en contra de lo que ellos decían, Aprendiste bien. – fingió secarse una lagrima, actuando como madre orgullosa. – lo único que tengo que hacer es ponerle esto a los luchadores. – mostro un broche de oro. – y de inmediato, cuando pierdan, después de que desaparezcan, sus almas se reconstruirán en una habitación. – explico, Brunilda miro el broche, suspiro he hizo un asentimiento de cabeza aceptando ayudar a la Diosa.– Gracias.–
- ¿En dónde se regenerarán? – pregunto.
- Bueno...-
Y así fue como Brunilda recordó la pésima capacidad de la pelirroja para dar indicaciones.
- Y dime... ¿ya tienes una idea de quién será el próximo? – pregunto.
- Si. – respondió la de cabellos oscuros.
- Genial, y dime... ¿Quién es? –
primer capitulo de la segunda temporada:)))espero que les allá gustado y nos vemos en la próxima, Chauuu :)
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Ragnarok el regreso de Sigrid [Poseidón]
RandomEntre las sombras de la arena del Valhalla, se esconde alguien en especial. La mayoria, la desconocen, otros la dan por muerta. Su nombre, prohibido de mencionar. Un dolor muy grande que dejó con su partida. Pero... Ignoraron algo... ...puede ha...